Paso de nuevo la toalla por mi cabello, apresar de que es corto le está costando secarse. En mi cuerpo tengo mi piyama que es una camisa manga larga,un buso suelto, calcetines, guantes, ya que está haciendo mucho frío y todavía sigue lloviendo, espero que tenga un accidente de auto con esta lluvia así se muere dejándome a mi con mi sangre, viva y en paz.
«te necesito» claro que me necesita ¿A qué otra idiota podría hacerlo si no a mí?. Me preguntó ¿A quien se lo a hecho? O a ¿Cuántas? a caso ¿Serán muchas?, ¿Bonitas? Eso es seguro, aún que también es seguro que soy la primera a la que le sacara la sangre que es fea.
¿Por qué mejor no se la va a sacar a una que sea bonita, por qué quizás ella si es inteligente pero ¿Las otras?, Quizás ellas se la dan voluntariamente pero ¿Quien en su sano juicio le daría su sangre a el?, Por qué quizás lo ven muy atractivo y caen en sus redes. Estar enamorado te hace hacer cosas que no lo harías si no lo estuvieras por eso es mejor no enamorarse , mucho menos de el.
Después de que me dijera que me necesitaba camine hasta entrar a mi casa,ya que ya lo sé, aparte de que estaba temblando por el frío así que era mejor que entrara ya que podía enfermarme si no es que ya lo estoy. Una que otra vez estuve por caerme pero no lo termine haciendo.
Dejaré secar solo mi cabello, ya le quite el exceso de agua suficientemente. Camino a la cosina que es donde e dejado las bolsas con comida que e comprado. Primero saco las latas de papá las acomodo donde siempre las coloco en el refrigerador, las verduras la mayoría que si se tienen que se tienen que refrigerar las coloco abajo. Las frutas en la canasta cuando ya no queda nada más por acomodar decido preparar una ensalada.
Estaba cortando los tomates cuando me acuerdo de los tomatitos que comí en aquel restaurante. Me doy un golpe en la frente y no mentalmente ¿Cómo se me han podido olvidar comprar esos en vez de los que estoy cortando ahora?. Niego. Está es una prueba más que soy una idiota. Sin otro remedio sigo cortando los tomates, para luego cortar las demás verduras. Ya terminando de hacerlo me siento en una de las sillas del comedor, llevo un poco a mi boca. La muerdo. Hace unos días hubiera pensado que está deliciosa pero al compararla con la de el restaurante hace que se está se vea simple.
Terminó de comer la ensalada, tratando de no pensar que la otra era mejor. Lavo el plato. Voy a mi habitación, mi mirada se dirije a la canasta de ropa sucia, hay tanta que con solo poner otro trapo la enorme montaña de caerá. A duras penas la llevo a dónde está la lavadora. No me acuerdo de haber tenido tanta ropa sucia en toda mi vida, lo más era la canasta hasta la mitad pero no formando una una montaña encima ella.
Cuando ya meto la ropa adentro de la lavadora, agarro el bote de detergente, notó que no pesa nada, lo bato, no suena, no hay. Seguro que papá a lavado su ropa. Casi siempre lo hago yo pero en algunas ocasiones lo hace el. Miro si hay otros productos de limpieza pero todos están vacíos. Creo que tendré que volver al súper mercado de nuevo, espero no volverme a encontrar con el, lo bueno es de que podré comprar los tomatitos que quiero.
Voy a mi cuarto,me acuesto en la cama. la ropa solo la e metido a lavadora pero no la e encendido, la dejaré allí hasta que valla al súper denuevo miro por la ventana se ve oscuro y sigue lloviendo. No creo que valla a ser hoy. Saco mi celular de la gaveta, son las 6 :15, no esperaba que fuera tan tarde pero como no si ese idiota me ha hecho perder el tiempo.
Me salió igual que el me traerá a que me dejara que viniera caminando ya que igual me termine mojando. Estornudo. Lo que faltaba me e enfermado por la lluvia. Voy al baño que es a dónde está nuestro botiquín de emergencias. Lo abro, solo hay puro algodón y un jabón de baño para hombre. De paso mi jabón de baño se está acabando dudo que tenga con que bañarme mañana si me baño con el poco que queda. Tengo que ir de nuevo al súper mercado.
Salgo de el baño, me asomo a la ventana de mi habitación. La lluvia a parado. Quizás ya no vuelva a llover y así podré ir de nuevo al súper mercado. Solo me quito el buso, me pongo un pantalón, la camisa manga larga me la dejo, cambio mis pantuflas por unos tenis, mis guantes los dejo.
Cómo solo me han quedado 5 dólares de las compras anteriores agarro dinero de el mío que está debajo de el colchón. Cuando ya lo tengo salgo de la casa, no sin antes agarrar mis llaves. Miro el cielo, hasta se ve un poco de sol, eso me vasta no creo que vuelva a llover. Camino hasta donde está el supermercado.
Nada más llegar entrar busque los tomatitos, para que no se me olvidaron después. Costó encontrarlos pero al final los encontré. Voy a dónde están los productos de limpieza, agarro dos botes de detergentes,cloro. Voy a dónde están los jabones de baño agarro uno. Solo faltan pastillas para la gripe, como se muy bien que en este súper mercado no hay pastillas o jarabes mejor voy a la farmacia.
Cierro los ojos un momento esto no puede estar pasando me a mi, no dos veces. Está comenzando a llover. Casi corro a dónde está la caja para pagar cuando ya pagó corro para salir ya afuera miro un taxi, el único. Por estár tan emocionada me e quedado allí parada, así que una familia se a metido antes que yo. Me doy un golpe mentalmente. Soy una idota.
– yo que pensaba que más idiota no podías ser– doy un pequeño salto en el mismo lugar– pero si puedes ser, solo mírate viniendo al mismo lugar sin considerar que podría volver a llover– Lo miro.
– y a ti ¿que te importa?– digo enojada.
– mucho, no me gusta tomar la sangre de una persona que está enferma.– lo dice tan tranquilamente como si fuera lo más normal en el mundo. Ruedo mis ojos.
– y a mí no me gusta que me la tomes.
–no es que quieras...
— es que la tu la quieres y la ... necesitas.– digo lo último recordando cuando me lo dijo hace unas horas.