Menma Uzumaki

KONOHA

Las imágenes que veían los allí presentes, proyectadas directamente desde la mente del jóven, eran escalofriantes en más de un aspecto. Una casa humilde situada a las afueras de la aldea, lejos de todo fue donde nació.

Su madre de blancos cabellos y pálida piel rebosaba alegría junto a su padre.

Pelirrojo de ojos azules. Eran las personas más felices con la llegada de ese pequeño. Árboles y flores rodeaban ese paradisíaco lugar donde solo paz se respiraba.

El padre sujetó al niño entre sus brazos y emocionado dijo:
— Te llamarás Menma.
—Hermoso nombre — comentó sonriendo ella — Menma Uzumaki es un hermoso nombre.
— ¿Y por qué mejor no ponerle Menma Ootsutsuki? Después de todo es más lindo  y lo sabes — el padre sonrió feliz.

— No — contestó ella — El Clan Ootsutsuki está maldito, lo sabes — su mirada reflejó una gran tristeza — Y no quiero que nuestro hijo cargue con esa maldición — Luego volvió a sonreír feliz mientras miraba al pequeño en brazos de su padre — Por eso Uzumaki me parece perfecto.
— Entonces ese será su nombre.

Las imágenes cambiaron para mostrar ahora el mismo lugar pero unos años más tarde. La familia era feliz viviendo allí.

El padre le hablaba a Menma de su familia y la determinación del fuego que todo Uzumaki heredaba.

Además lo entrenaba a pesar de ser tan pequeño ya que él mostraba inteligencia y resistencia además de gran interés en cuestiones de combates y técnicas ninjas.

A su vez su madre le hablaba de la naturaleza y el amor a los demás, sin mencionar a su clan y su poder. Le enseñaba a cultivar la tierra, a entender el lenguaje de los animales y técnicas curativas típicas de los ninjas médicos.

Así el pequeño a temprana edad demostró tener cualidades de prodigio ya que comenzaba a desarrollar el poder de un ninja médico gracias al entrenamiento de su madre.

Y a su vez comenzaba a comprender mejor las batallas con las técnicas básicas de ataque gracias al entrenamiento de su padre.

Las imágenes se volvian borrosas cada tanto a medida que iban alternando y cambiando. Cuando pudieron volver a estabilizarlo vieron otra imagen donde estaban los tres cenando.

Sus padres discutían por él. En jóven en este punto empezó a agitarse y desesperarse. Al punto de tener que sedarlo para poder proseguir con la visión. El padre quería que Menma acuda a la academia ninja de Konoha.

Quería hablar con el Hokage y plantearle la.situación. Confiaba en que entendería pero ella seguía negándose ya que temía no sólo que lo rechazaran sino que empezarán a perseguirlos y así sus vidas pacíficas acabarían.

— Nos perseguirán. 
— Si es por eso, sabemos que tarde o temprano tu hermana Kaguya nos encontrará ¿Qué crees que nos pase cuando eso suceda?

Menma los espiaba oculto sintiendo una gran tristeza. En ese preciso instante una fuerte explosión sacudió la casa provocando que gran parte de ella se venga abajo.

El pequeño cerró sus ojos y para cuándo los abrió vió a su madre abrazándolo y a su padre protegiéndolos a ambos. Fuera se escuchó la voz de una mujer aunque el pequeño no logró entender qué decía.

Pero vió a su madre que con determinación se incorporó, entregó a Menma a los brazos de su padre diciendo:
— Pase lo que pase protege a Menma y no salgan de la casa.
— Pero...

Menma junto a su padre la vieron salir. Aquella fue la última vez que él vió a su madre viva. Fuera se produjo una fuerte discusión entre ambas mujeres y luego se sintieron el entrechocar, de dos poderosas fuerzas. 
—Papá ¿Qué está pasando?

Vió a su padre fruncir el ceño colocándose de pie. Miró hacia la puerta donde se podían divisar fuertes destellos de luces que emergían en la oscuridad de la noche. Aquello le provocaba mucho miedo.

— Esa es Kaguya, la hermana mayor de tu madre y es muy peligrosa. — Otra fuerte explosión sacudió la casa desde los cimientos — Menma quédate aquí. 
— Pero papá.
— En caso de emergencia ve a Konoha ¿Recuerdas la aldea que tantas veces veíamos desde la colina? Ve al edificio grande situado frente a los rostros.
— Papá.
— Busca a Kishuma, ella es mi hermana menor, y dile quién eres. Pídele que te lleve con el Hokage. Ellos cuidarán de tí. La reconocerás en cuanto la veas porque es parecida a mí. 
—No papá.

Vió a su padre sonreírle antes de que saliera de la casa. Fue también la última vez que lo vió vivo. Nuevas sacudidas sé sintió en la casa seguidas de fuertes explosiones y gritos de sus padres. Pero al cabo de unos momentos no sintió nada.

Todo fue silencio. Menma estaba acurrucado en un rincón temblando, esperaba ver entrar a sus padres por aquella puerta pero por más que esperó y esperó nada pasó. Cuando todo su cuerpo estuvo entumecido se colocó de pie y armándose de valor salió.

Fuera todo estaba destrozado, los árboles despedazados y las flores desintegradas. Varios cráters había en el suelo. Como si un fuerte terremoto hubiese arrasado la.tierra.

Toda la naturaleza que hasta esa tarde era verde y llena de vida, ahora era una desolada tierra muerta y sin vida.

Menma empezó a caminar con torpeza en busca de sus padres pero no tardó en encontrarlos. Su madre yacía sin vida y su cuerpo con heridas mortales.

Corrió a ella y por más que la llamó e intentó curar sus heridas no lo logró. Luego recordó lo que siempre ella solía decir:

"El Clan Ootsutuski está maldito. 
Nada bueno se puede esperar de mi clan".

Maldito. En ese caso él también lo estaba. Las lágrimas no paraba de humedecer su rostro.

Entonces vió a su padre, no estaba muy lejos. También tenía heridas graves. Con solo verlo supo que nada podría hacer. Un intenso dolor y furia fue adueñandose de su persona al punto de empezar a asfixiarlo. Lanzó un alarido que despedazó el aire mismo.

Las imágenes se volvieron borrosas otra vez y el joven comenzaba a agitarse de nuevo. Volvían a invadirlo los dolores mientras luchaba por despertar murmurando:
— Basta...por favor... basta...