LEJOS DE KONOHA
Sakura había llegado al lugar indicado por Naruto, allí estaba oculto un misterioso poder que solo ella, por ser una ninja médico y tener esa fuerza bruta, podía encontrar, absorber y sobrevivir en el intento.
Él lo había estudiado a fondo tras una ardua investigación. No había dudas al respecto. La entrada era una cueva cuyo camino se perdía en la oscuridad. Sin dudarlo ella entró y cuando la luz del exterior dejó de filtrarse una antorcha se encendió y luego otra y más adelante otra más.
La ninja médico fue avanzando sin temor ni detenerse a contemplar nada aunque a su paso podía ver los huesos de personas que intentaron hacerse con el poder que se ocultaba allí y fracasaron.
Caminaba sin descanso, sabía que había descendido varios metros pero aún estaba lejos de la meta. Cada tanto un obstáculo aparecía pero ella lo destruía con su increíble fuerza sin dificultad alguna.
Todo parecia ser en extremo sencillo o quizás sea ella quien se haya fortalecido.
Llegó un punto en el que vió una misteriosa niebla que lo envolvía todo. Frunció el ceño ya que eso dificultaba la misión. ¿Dónde estaba la salida del lugar? ¿Tenía que seguir derecho o doblar? Y de ser así ¿Hacía dónde? Solo lo sabría si se adentraba en esa niebla. Y así lo hizo.
Tras dar dos pasos sintió el frío congelante que le calaba los huesos, tan abrupto cambio de temperatura le daba mala espiga. Siguió avanzando ya que pudo divisar que el camino doblaba a su izquierda.
No obstante con cada paso que daba la temperatura descendía y llegó un punto en el que sus dientes castañetearon, sus labios se tornaron morados.
Le estaba dando hipotermia. Respiró ondo y elevó su chakra para calentar sus músculos. Escarchas de hielo empezaban a formarse frente suyo impidiendole el avance.
La ninja médico sentía que había entrado en el infierno de hielo ya que podía ver calaveras de hielos por doquier. Su aliento se congelaba no bien salía de su boca.
Pero su chakra la mantenía a una temperatura agradable. No la vencería algo tan infantil como eso. Además él contaba con ella, confiaba en ella y esperaba buenos resultados. No lo defraudaría como hicieron los demás de Konoha.
El infierno de hielo comenzaba a ser una molestia cuando aparecieron de la nada criaturas monstruosas hechas de hielo y tan duras como el acero.
La atacaron sin previo aviso pero ella las pulverizó con su puño derecho en tan solo tres golpes.
Así volvieron a aparecer más, hecho que alegró a Sakura ya que eso sería más productivo para que entrara en calor que su propio chakra. Tras hacerse sonar los dedos se lanzó hacia esas figuras de hielo sin dudarlo.
Como si fuese un veloz rayo de luz la jóven fue despedazando una a una a esas esculturas heladas vivientes.
Y tal como lo pensó, el frío abandonó su cuerpo al momento. La niebla desapareció junto al infernal frío cuando todas las esculturas de hielo fueron aniquiladas.
Recién pudo entrar al recinto sagrado donde se ocultaba la gema que había ido a buscar.
KONOHA
La sala del consejo estaba situada algo alejada del centro de la aldea. Grande y lujosa como era de esperarse del consejo que tenían el poder equivalente al Hokage en la aldea.
Un gran ventanal se ubicaba en la pared que daba al exterior por dónde se podía ver toda la aldea en conjunto.
La puerta estaba frente del mismo, en el centro una mesa rectangular con sillas situadas alrededor adornaba el lugar. Dos grandes candelabros ubicados en cada extremo del ventanal sujetaba velas negras y rojas.
Más que otra cosa aquellos eran adornos. La.pálida luz del día entraba por el ventanal iluminando el recinto donde los miembros del consejo debatían temas importantes aquella tarde gris de otoño.
Los allí reunidos compartían la misma idea con respecto a la política de Konoha y de ciertos ninjas. Idea que no era aceptada por el actual Hokage.
Este desacuerdo les estaba trayendo graves inconvenientes a ellos y a la aldea en sí. Los cuatro ancianos reunidos allí hablaban de los aldeanos y lo que necesitaban con frialdad.
Analizaban las consecuencias que la cuarta guerra ninja trajo a la aldea y los posibles pasos a seguir para que ellos vuelvan a florecer posicionándose como la aldea más poderosa de todas.
Contemplaban la situación como si todo fuese un juego de ajedrez y ellos eran quienes movían las piezas armando jugadas y sacrificando personas.
Nada fuera de lugar para ellos que estaban acostumbrados a ello, después de todo lo que importaba era la victoria.
Con Danzou pudieron avanzar notoriamente, era un fiel súbdito de ellos pero tras su lamentable muerte se estancaron y nunca más pudieron recuperarse. Raíz, la organización de Danzou, había sido desmantelada por el Hokage pero quedaban varios ninjas que pertenecieron a ella y que afortunadamente aún les eran leales a ellos.
Gracias a eso pudieron enterarse sobre el descubrimiento del Hokage tras su inspección en el.laboratorio secreto de Danzou.
En este aspecto estaban decepcionados con el difunto ya que les ocultó algo tan importante y ahora estaban en desventaja.
- Tenemos que traer a Naruto de vuelta a la aldea a como de lugar - decía uno de ellos mientras bebia un trago en una lujosa copa - Somos el hazmereir de todas las aldeas.
Todos estaban de acuerdo con eso pero el problema radicaba en el método ¿Cómo lo harían volver? Lo que hasta el momento hicieron no funcionó.
Encima tenían al Señor Feudal que los miraba con cierto recelo. Y todo por el Hokage y sus erroneas ideas.
El consejo siempre se hubo destacado por el poder que poseían tanto sobre el Hokage como sobre los ninjas y todo gracias a las alianzas con el Señor Feudal.
Pero en estas épocas todo cambió y este nuevo Señor Feudal tenía ideas similares a las del actual Hokage. Gran problema para todos.
- Nosotros decidimos qué se hace en Konoha, están muy equivocados si piensan lo contrario - argumento otro - Si elegimos tratar a Naruto como una arma fue por el bien de la aldea en completo. No necesitamos darles ningún tipo de explicación a nadie. Aquí las órdenes de obedecen no se cuestionan