Neji se adentró en el territorio de los de Raíz sin ser visto junto a Shikamaru. Ambos sabían que podían ser atacados en cualquier momento por tal razón iban preparados.
Ocultando sus rostros tras las respectivas máscaras que se colocaron, planeaban evitar que el enemigo sepa su identidad, para contar con el factor sorpresa el mayor tiempo posible, y no despertar sospechas.
Ese sector de Konoha estaba desolado y en extremo oscuro. La noche había caído en la aldea para cuando ellos atacaron.
Ambos ninjas no podían evitar de sentirse emocionados, ya que experimentarían nuevamente el poder de cada Bijuu que llevaban con ellos.
En cuanto a Neji, se sumaba el echo de haber sido revivido recientemente.
La batalla anterior les hizo saber lo fuerte que se habían vuelto, ahora solo deseaban seguir con dicha experiencia, además de limpiar a la aldea de basuras como esos ninjas que solo ponían sus necesidades ante todo, olvidándose de los códigos de honor de todo shinobi de Konoha.
Todos estaban reunidos en una habitación amplia, en total era veinte y llevaban máscaras también.
Planeaban el siguiente paso a seguir según los deseos del consejo.
—¿Aún no hay novedades de los otros? — preguntó uno de ellos.
— No, ninguna — contestó otro.
—Esto no me gusta nada, ya que hace rato debieron haber llegado.
Era más que evidente el nerviosismo que reinaba en el ambiente.
Neji aprovechó para hacer acto de presencia, saltando y quedando justo en el centro del grupo que estaban sentados en el suelo en círculo.
Todos quedaron petrificados unos instantes, al ver al recién llegado con la túnica de Akatsuki parado justo allí.
Ninguno de ellos lo habían oído ni se percataron de su llegada.
El primero en reaccionar fue quien aparentaba ser el líder en esos momentos.
Retorcedio, pero Neji empleó el poder del Nibi para despedazar a cinco en medio minuto. Era en verdad veloz.
El fuego azúl del Bijuu lo envolvió al completo y sus dos colas de fuego aparecieron detrás con las que eliminó a dos más inmediatamente.
— ¡¿Qué demonios....?! — exclamó otro, pero no pudo terminar la frase, ya que cayó sin vida debido a la rapidez del atacante que perforó su corazón.
Los que seguían con vida se colocaron de pie y contra-atacaron pero Neji eludió los ataques empleando las dos colas de fuego del Nibi.
Otros tres fueron eliminados por Shikamaru, quien empleó también el poder del Sanbi usando sus tres colas de agua que se formaron.
Por más que lo atacaron nada lograron debido a la gran coraza que lo fue envolviendo. Era un escudo perfecto.
Cuidándose de no emplear sus técnicas del clan Nara usaba los poderes del Bijuu que llevaba dentro.
Los ninja de Raíz eran muy hábiles por tal razón ambos amigos los enfrentaron juntos.
Espalda contra espalda, haciendo despliegue de poderes de sus respectivos amigos Bijuus.
La intriga de los ninjas de Konoha se reflejaba en sus acciones, e incluso las máscaras de dos de ellos fueron partidas por la mitad mostrando los rostros llenos de asombro, de los ninjas que murieron sin saber quiénes fueron sus asesinos.
Los ruidos de batallas estallaron en la oscura noche hasta perderse con el último aliento de vida de esos ninjas, que permitieron que tiempo atrás les roben el alma de los ideales auténticos de todo ninja de Konoha.
Al serciorarse que habían acabado con todos, Neji junto a su compañero destruyeron el edificio aquel asegurándose de que no quedara ni los cimientos.
— Primera parte del plan cumplido — Dijo Shikamaru.
Él y Neji estaban agotados, ya que emplear el chakra de un Bijuu no era tarea fácil. Agotaba física y mentalmente a cualquiera.
— Vamos al lugar indicado — prosiguió Neji desapareciendo de allí junto a Shikamaru.
EN OTRO SECTOR DE KONOHA
Menma empezaba a reaccionar poco a poco. Estaba en brazos de Gaara, quien lo sujetaba con su increíble chakra evitándole la recuperación total.
Se sabía atrapado, pero aquello no le molestaba del todo. Igual no podía moverse, y eso causaba en su persona cierta desesperación, aunque fuese algo inconciente.
Haciendo un gran esfuerzo pudo mover su mano derecha, pero sintió inmediatamente el chakra de Gaara que lo volvía a atar inmovilizándolo otra vez.
Por lo que podía sentir a su alrededor, supo que estaban en Konoha. Respiró entrecortado.
—Gaara — dijo agitado — Suéltame, necesito hablar con el Hokage.
— Lo lamento pero no puedo hacer tal cosa — respondió el ninja de la arena, quien ocultaba su rostro tras una máscara para no revelar su identidad como los demás.
— Por favor...déjame ir...es importante.
— Deja de intentar moverte Menma — fue la cortante respuesta de Gaara — Sus órdenes fueron claras.
— Los van a matar, esos viejos y los demás ninjas...no solo a mi primo sino a todos...el Hokage no sabe nada de las últimas novedades...por favor...
— Ninguno de nosotros somos tan débiles Menma.
Gaara entendía lo que Menma quería decir y hacer, pero lamentablemente no podía ayudarlo, su situación no era tan diferente a la del primo de Naruto.
Aunque parezca lo contrario, él también estaba allí por la fuerza en gran medida. Su amigo no se la puso nada fácil.
"No me obligues a secuestrarte...Gaara"
Sus palabras aún resonaban en su mente, quería que lo apoyara sea como sea.
Él entendía sus razones e incluso estaba de su parte, pero sabía que como Kasekage de la arena estar allí, vistiendo la túnica de Akatsuki y encima atacando al consejo de Konoha, apoyando así su propia extinción, no sería muy bien visto ni por el señor feudal del país de fuego ni por el consejo de la arena, mucho menos por el señor feudal del país del viento ni por ninguno de los líderes de las demás aldeas ninjas.
Sin embargo su opción era acceder al pedido de Naruto por las buenas, o ser efectivamente secuestrado por éste y los demás colocando a su gente en una difícil posición.