No dejare que te vayas

Capitulo 10 "Mala suerte"

Comienzo a guardar la ropa que saque de la valija,  ya quiero mudarme a la casa. Pienso enviarle muchísimas fotos a Sarah, la echo de menos.
Alguien toca la puerta, camino a abrir entra mi hermano
-¿qué tal la vuelta?- pregunta sentándose en el sofá
-bien- respondo
-Emma por favor conduce con cuidado, aún no conoces las calles y ...
-¿quieres la llave?- lo interrumpo -si no puedes confiar en mi no vuelvo a conducir y ya- hablo molesta
-no es eso, lo siento. Me preocupo por ti-
-lo sé, siento hablarte asi- le doy un corto abrazo al cual responde de inmediato. Sabe cuanto me gusta la velocidad por eso se preocupa. -ya quiero mudarme- cambio de tema
-me alegra verte entusiasmada- yo sonrio. Camina hacia la puerta -ya mañana estaremos en casa- sale.
Termino de guardar la ropa y cojo mi celular miro las redes sociales, veo unas historias de Mari y Aby juntas bebiendo ¡no hay dudas de que son unas loquitas! Llega un masaje de un número que no tengo agendado, lo abro
*Hola Emma, soy Les. Mi primo me entregó tu nota, no tenía idea de que estuvieras esperándome. Espero verte luego.
Le respondo que no se preocupe y que nos vemos mañana. Abro la galería y miro las fotos, tengo muchas junto a Sarah ¡me hace falta! Deslizó mi dedo hacia la siguiente y veo a Ethan lo observo fijo unos segundos me cuesta creer que nuestro noviazgo haya sido una farsa. Por su parte claro, mis ojos se cristalizan pero no me permito llorar, no esta vez. Llega un nuevo mensaje lo abro rápidamente pero no es Leslie, es un número privado
*Me debes tres favores. No puedo responderle pero si se de quien se trata, además de engreído e insoportable tambien es un ladrón ¿para que demonios guardo mi número? Sin ser consiente las ganas de llorar desaparecieron y no solo eso mi corazón late violentamente. ¡necesito un helado! Me pongo de pie y camino hacia la salida.

~~~~~~~~~
Un sonido espantoso interrumpe mi maravilloso sueño, sin mucho ánimo cojo el móvil y atiendo 
-buenos días dormilona, abre la puerta- dice la voz de mi hermano, me levanto y camino a abrirle y el ingresa -¡hola hermana!- habla entusiasmado
-¿qué tienes?- pregunto, niega divertido
-lo olvidaste, bien nos mudamos- puntualiza ¡es cierto!
-bien, vamos- digo. Me contempla de pies a cabeza
-creo que deberías peinarte al menos- responde. Sonrio y doy la vuelta al baño. Luego de arreglarme un poco salgo lista, visto una falda marrón, un top sin mangas y unas zapatillas ambos en color negro
-¿tu quien eres y que has hecho con mi hermana?- bromea Liam, levanto mi dedo del medio en respuesta -tendra que ser en un par de horas, acaban de llamarme del club debo irme ahora- habla serio
-descuida, acabas de despertarme pero puedo esperar- me siento en el sofá
-lo siento enana- replica imitandome, lo miro y sonrio
-de verdad, no pasa nada. Pero esta tarde nos mudamos sin falta- él asiente, deja un beso en mi frente y luego sale. Bien y ahora ¿qué se supone que haré? Observo todo el lugar buscando algo que me entretenga, tomo el control y enciendo la tele busco algo interesante, suena mi teléfono
-¿no debes ir al club?- pregunto
-si, pero tendrás que llevarme tu- dice, frunzco el entrecejo
-¿que ocurre?- inquiero
-un neumático se averió- informa
-bajo en un momento - finalizamos la llamada, salgo del cuarto con las llaves de mi auto y me dirijo al ascensor, antes de que las puertas se cierran ingresa John sin siquiera mirarme, decido ignorarlo, debería decirle que porque guardo mi número pero decido restarle importancia. En cuanto llegamos al primer piso camino rápidamente hacia el estacionamiento y claro el engreído me sigue, es decir no exactamente, pero si se dirige a su carro también.
-toma- le entrego las llaves
-mejor llévame tu, así puedes ocuparlo luego- dice
-no pienso salir. Ocupalo tu, solo cuídalo mucho- sonrio. Pasa John y nos ignora creo que es común en él para mi sorpresa Liam también lo hace, yo creo que no se llevan nada bien. Me despido de mi hermano, miro al cielo y veo que el día es hermoso y no para estar encerrada justamente, decido subir a cambiarme, para salir a caminar, escojo un ouflit deportivo color beige, unos tenis blanco, en mi cabello un moño alto y salgo. Esta vez cojo la tarjeta de ingreso, mi celular y algo de dinero. Camino lentamente observando  los altos edificios, no presto demasiada atencion a las calles. Luego de caminar unas ocho o nueve cuadras miro en todas las direcciones ¿no se supone que por aquí había una heladería? Giro y veo un kiosco, ingreso y compro un refresco.  De pronto el cielo se nubla y ya no hace calor, sigo mi camino en busca de algun sitio donde comprar un helado o batido, veo una a una cuadra y me dirijo allí. Luego de comprarme uno de chocolate me siento en un banco fuera del local, saco mi celular del bolsillo tengo un mensaje de Sarah y otro de Leslie, les respondo y guardo el aparato. Miro en mi bolsillo y solo me quedan diez euros. Me pongo de pie y decido regresar al hotel, me duelen las piernas pero no me alcanza para un taxi además no tengo idea donde estén aquí. Camino por donde creo llegue, después de hacerlo tres interminables calles nada se me hace familiar ¡no puede ser! ¿Donde estoy? Me siento en unos escalones de una vivienda, saco mi celular y presiono el botón de desbloqueo pero no enciende la pantalla ¡tiene que ser una broma! No enciende. Pasa una señora a mi lado
-disculpe - digo, ella me mira seria -¿podría decirme como llegar al hotel Atlántico?- inquiero amable. Niega con la cabeza mientras continúa su camino. Respiro con pesadez, giro hacia la derecha y veo una avenida, me levanto y me dirijo allí, alguien tiene que conocer el hotel. Allí caminan más personas y eso me alivia, siento algo frío en mi frente, levanto la vista y cae una gota, luego otra hasta que la lluvia se intensifica en cuestion de segundos, busco con la mirada algún sitio donde quedarme, pero no logro ver alguno, en pocos minutos me encuentro empapada y en medio de la nada. Levanto la vista y veo un porche, me acerco a la acera y un carro oscuro pasa a alta velocidad y me salpica de agua de un charco
-¡idiota!- grito a todo pulmón. El auto se detiene a los pocos metros y regresa en reversa ¡estoy en problemas! ¿Que tal si es un asesino? O ¿un sheriff y me lleva a prisión? Baja el cristal de copiloto, me inclino hasta ver su rostro, de verdad preferiría un oficial de policía o un delincuente pero no. Justo es quien menos deseo ver, me observa con un ceja elevada
-bonito dia para caminar- se burla. Levanto la vista hacia el porche y veo dos tipos bebiendo cervezas allí
-¡mierda!- exclamó, él voltea a ver
-¿vas al hotel?- inquiere, yo asiento distraida.
-sube, ahora ya son cuatro favores- abre la puerta pero yo no me muevo -se moja el panel- se queja señalando la puerta -vamos- insiste-
-estoy empapada- digo, como si no fuera evidente.
-ya lo se- responde serio, sin pensarlo más subo, el conduce rápido. Quito el celular de mi bolsillo el cual está mojado ¡dudo que funcione pobrecito! Lo dejo en mi asiento y me abrazo a mi misma, tengo frío. Se detiene en los semáforos y me contempla unos segundos
-estas temblando- hasta suena preocupado
-estoy bien- susurro. Se quita su chaqueta color roja y me la entrega -quitate la ropa-
-no gracias- que directo. Pone los ojos en blanco, el semáforo cambia él lo sobrepasa y luego vuelve a detenerse en la banquina
-no voy a mirarte, solo quítate eso. No quiero ser el causante de tu muerte- dice con desdén. Aunque quiero responderle cuán idiota es decido obedecer su petición, él voltea y yo desabrocho la cremallera de mi chaqueta, mi top se pega a mi cuerpo y se nota mi brasier, giro el rostro y veo a John mirando, me sonrojo al mismo tiempo me coloco la suya encima ¿desde cuándo me ocurre algo así? Su loción inunda mis fosas nasales.
Agradezco que voltea de inmediato
-ya esta- digo, sin decir una palabra continua conduciendo. Al llegar estaciona y bajamos
-lavala antes de devolvermela- dice, lo miro unos segundos
-¿siempre eres así de insoportable o solo conmigo?- inquiero
-crei que podías soportarme- se encoje de hombros. Corre hacia la entrada y yo lo sigo. Ignoro a la recepcionista esta vez de pena pero estoy segura de que nos observa, entramos al ascensor con mi ropa mojada en la mano al cerrarse lás puertas lo miro, se ve realmente guapo con su cabello empapado
-gracias- digo, remoja sus labios y sonríe socarrón
-me debes una mas- responde
-y bien ¿cómo quieres cobrarte los favores? ¿Quieres dinero? No pienso pagarte con sexo- hablo seria
-¡que directa!- suelta una risa -descuida no te pediría sexo ni aunque fueras la ultima mujer en el mundo- entorno mis ojos ¿quién se cree que es? Idiota, intento controlar mis ganas de golpear su horrible rostro. Ni siquiera me afectan sus palabras. -ya vere despues- finaliza.  Las puertas abren y caminamos por el pasillo
-¡ay no!- exclamo
-¿ahora que?- cuestiona con fastidio, es evidente que no me soporta. Lo bueno es que es mutuo.
-olvide mi celular en tu auto- respira con pesadez
-eres demasiado despistada- suelta con desdén. Elevo una ceja me esta provocando
-y tu un engreido- respondo molesta -¿puedes traer mi móvil?- pregunto. Pone los ojos en blanco
-¿lo necesitas ahora mismo?- niego con la cabeza
-ahora solo necesito una ducha caliente y luego ...
-no te pregunte que harás, si no lo necesitas ahora un no habría sido suficiente- espeta cabreado. -luego te lo alcanzo- se aleja y yo entro a mi habitación ¡imbecil, una y mil veces imbecil! Tiro la ropa molesta y me quito su fea chaqueta, la arrojo también, camino al baño y decido darme un baño. Me encanta sentir el agua caer en mi cuerpo, alguien toca la puerta, cierro el grifo y salgo de la tina cojo un albornoz blanco y salgo, envuelvo mi cabello en una tohalla y abro pero no veo a mi hermano de pie allí sino a John nuevamente, me observa de arriba abajo bajo sin descaro alguno.  Estira su mano y me entrega mi celular, lo tomo de inmediato
-gracias- digo, su mirada me incomoda,  cierro la puerta sobre su nariz, me recargo en ella y cierro los ojos con fuerza ¡este chico me vuelve idiota! Intento quitarlo de mi mente, me dirijo hacia mi valija en busca de ropa limpia  que ponerme.



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En el texto hay: tristeza, amor, accidente

Editado: 24.05.2022

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