No digas su nombre.

Parte 3.

Las horas transcurrían y sentía que mi mente no estaba bien, yo no estoy bien, algo es inestable dentro de mi. Algo está mal, las pesadillas ahora son más frecuentes, cada una peor que la anterior, las siento tan reales y me atormetan en todo momento, en ningún lugar mi mente está tranquila, hablé con la enfermera y me recomendó ir con el psicólogo.

- Señorita Keith ¿Qué sucede? ¿Qué pasa por su mente? - Sinceramente sería más fácil hablarle de que no pasa.

- Desde que ingresé al hospital tengo sueños muy extraños y..

No le digas.

- ¿Y? - Quisiera contarle, pero si lo hago ella solo me hara más daño, ya no puedo seguir así.

- Y no recuerdo nada antes de llegar, todo son recuerdos vagos y fragmentos de algunas cosas. - Esa es otra cosa que me molesta, no poder recordar mi pasado me agobia demasiado.

- Estuve revisando su expediente medico, lo que usted tiene señorita es amnesia. -

- ¿No recordare nada de mi vida? ¿Nunca más? - No soy ignorante, conozco perfectamente todo sobre la amnesia, puede que nunca recupere mis recuerdos.

- En realidad no, hay posibilidades de que recupere su memoria, tal vez viendo algún objeto perteneciente a sus padres o.. algo significativo para usted. - Asumo que todo se perdió en el incendio, esto no tiene remedio.

Mami.

Me altere al escuchar la retorcida voz de mi "subconsciente."

- ¡Debo irme! Gracias Sr. Park. - Salí corriendo de la pequeña habitación ubicada al final del pasillo.

Fije mi vista en un cuarto lleno de espejos, unos eran grades y muy hermosos, otros pequeños y no llamaban mucho la atención, cuando me di cuenta ya estaba dentro, mirándome a través de aquél cristal.

- Nunca fuiste buena para nada, quien te viera ahora, asesina. - Mi reflejo se distorcionaba.

- Mientes, yo no mate a nadie. - No puedo estar perdiendo la cordura, no estoy loca.

- No fuiste tu.. y si fui yo, pero yo soy tu. -

No pude decir nada ante sus palabras, un nudo se formo en mi garganta y por impulso rompí el espejo, me corte con algunos cristales y mire al piso, temo admitir que estoy mal, ¿Siempre fui así? Tal vez si recordara mi pasado, podria encontrar solución a este problema.

- Esto no tiene solución. - "Yo" estaba reflejada en todos los espejos, hablaban al unisono.

Reaccione cuando todos los espejos se quebraron, salí de allí, estaba decidida a buscar la que habría sido mi casa, está noche escaparia del hospital.

10:00pm.

Ya estaba afuera, no tuve que escapar, solo pedí que me dieran de alta, recibí unos papeles y mi ropa. Seguí la dirección que estaba escrita en los papeles.

Tengo nervios, llevo una hora caminando y creo que estoy perdida, sentí como alguien me seguía y tuve que correr por un callejón, supongo que lo perdí, señor ayudame. Fuí por una cuadra, estaba sola y las luces en las casas estaban apagadas.

- Estoy perdida. - Anuncié finalmente, me rindo.

Seguí a paso lento, algo se ilumino detras de mi, gire y un auto venía hacía mi, morir, la cura para mis problemas, cerré los ojos esperando mi final.

Confundes la realidad.

En mi mente retumbaron esas palabras, abrí los ojos y aquél auto ya no estaba, ¿Todo es producto de mi imaginación?

Ella no despertara.

No comprendo, ¡¿Qué es esto?! ¡¿Por qué a mi?! Me arrodillé en el piso, no me queda más que llorar.

Es débil.

Es tonta.

Esta loca.

¿Loca? Será posible que yo esté loca.. enferma de la mente.

Fue como si otra persona habitara mi cuerpo, perdí el control sobre mi.

Duerme.

Cerré los ojos, pero no dormía, podía sentirlo todo, golpes y empujones, ¿Me estoy lastimando?

No, yo no, ese ser despreciable que quiere chuparme la cordura es lo que me lastima.

Mi otra yo.

 

 



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En el texto hay: misterio, suspenso, enfermedades mentales

Editado: 01.07.2018

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