Nuria no había dejado de llorar, la vergüenza que sentía la hacía que se mantuviera encerrada en su habitación, no había comido nada, no había hablado con nadie ¿como podía comer algo?¿ como podía ver a alguien a la cara? No podía, no sabiendo que Damián la odiaría cuando viera aquella foto, recordó como Ericka se la mostró cuando se disponía a ir en busca de Valentina, quiso morir, quiso que la tierra se la tragara, la de aquella foto era ella, mostrándose como una cualquiera.— Damián me odiara— sollozo escondiendo el rostro en una almohada. Aquella foto, la situación donde se encontraba había mermado mas su autoestima; no era lo suficientemente inteligente como para tomar la clase de su hermano mayor, no era lo suficientemente buena para ser la primer opción de su padre para encargarse de la constructora familiar; lo fue solo hasta que Damián la rechazo por querer dedicarse a impartir clases eso y que él mismo se había forjado su patrimonio, así termino estudiando arquitectura siguiendo los pasos de su hermano mayor solo por buscar la aprobación de sus padres y obtener reconocimiento siendo algo que ellos querían. Damián era el orgullo de sus padres y ella... Ella era ella ni las mas inteligente, ni la primera opción, y ahora seria la vergüenza de su hermano cuando viera esa foto.— ni siquiera recuerdo como me la tomaron— chillo abrazando una mullida y rosada almohada en la que ocultaba su rojo e hinchado rostro por las lágrimas derramadas.
Un leve toque en su puerta llamo su atención.— no quiero comer nada— murmuro ahogada en llanto, pensando que era una vez la mucama siendo enviada por sus padres. En ese momento daba gracias a dios que sus padres no reparaban mucho en ella como para ir a hacer preguntas de lo que sucedía, pero se enterarían, solo imaginar la mirada de desaprobación que recibiría tembló, ¡oh! Vería la decepción en ojos de sus padres de nuevo al no ser una buena hija, al no ser ni la mitad de buena que había sido Damián en la universidad.
— no te he traído comida— escucho la voz de su hermano mayor. Ella palideció al oírlo. Abrazo mas fuerte la almohada y lloro de nuevo. " lo sabe" pensó aterrorizada. Incapaz de poder enfrentarlo pues pese que amaba a sus padres, amaba por encima de todo a su hermano; frío, siempre correcto, pero era el único que la veía sin decepción, él sonreía con disimulo ante sus locuras, la toleraba la mayoría del tiempo y era el único que se preocupaba por ella en aquella familia.
— Nuria por favor abre— suplico una voz femenina que ella reconoció al momento. Dejo de ocultar su rostro en la almohada, era ella; era su única y mejor amiga. Hizo un mohín porque había pensado que Valentina no respondía sus llamadas quizá porque ya había visto la foto, quizá ya sabia... pero ahí estaba, a su puerta, al lado de Damián. Trago sus lágrimas y se armo de valor para ir a abrir, necesitaba tanto un abrazo, alguien que no se decepcionara, que no la juzgara y estaba segura que lo obtendría de Valentina.
El toque se escuchó de nuevo y Nuria necesito de todo su valor para abrir la puerta.
Y la vio, ahí estaba frente a ella mirándola sin reproche con preocupación genuina. Nuria no pudo mas se desbordo en llanto y se abalanzo a Valentina abrazándola con fuerza.— lamento tanto lo que sea que te haya dicho Dami.— fue lo primero que dijo porque era sincera en su amistad y, el bienestar de la chica castaña le preocupaba recordando verla llorar un día atrás.—es muy duro a veces pero te juro que no es malo.— hablo rápidamente el temor se hacia presente en sus palabras.— por favor no dejes de ser mi amiga.— suplico sin animarse a soltar a Valentina.— necesito tanto una amiga en este momento.— rogó ahogando a Valentina entre sus desaliñados rizos negros.
Una risa queda fue la respuesta que obtuvo la petición de Nuria.— tu hermano es mi profesor y ni todos los riños del mundo me harán retirarte mi amistad.— susurro entre el cabello de su amiga tratando de no recordar su propia pena para centrase en Nuria..— tu cabello me asfixia— se quejo en broma.
La risa llorosa de Nuria lleno el pasillo, abrazo mas fuerte a Valentina y se balanceo de un lado a otra simulando que bailaban.— creí que ya no serias mi amiga, te he llamado mas de veinte veces y no respondías.— explico su preocupación soltándola.— quería decirte ...— no termino la frase al darse cuenta que Damián estaba al lado de Valentina observándola sin gesto, serio como siempre.
—me quede dormida— se justifico dándole una sonrisa de disculpa.—lamento no haber estado para ti cuando me necesitabas.— añadió viendo como Nuria negaba restándole importancia entre lágrimas de alivio momentáneo.
— yo solo vine a decorar el pasillo— se quejo Carlos que quedaba oculto tras de Damián y Valentina.
Nuria sonrió al verlo y de pronto su sonrisa desapareció, no estaba segura de si quería hablar de lo que sucedía con Carlos ahí, ya era suficiente con tener a Damián, como para afrontar la decepción en ojos de aquel joven que le agradaba.— no estoy segura de esto...— comenzó a murmurar dando un paso atrás aquel gesto despertó en Damián una cálida ternura, su hermana temía, hacia aquel gesto contrariado desde que era pequeña, lo hacia siempre que temía afrontar algo, la recordó con ese gesto cada vez que fallaba en alguna materia, en algún curso, siempre queriendo superar sus pasos. Siempre temiendo a la opinión de sus padres.
— sabemos lo de la foto. — soltó Carlos pensando que si Nuria lo sabia seria mas fácil para ella hablar. Pero no fue así la vio palidecer y ocultar el rostro bajo sus manos.
Nuria comenzó a llorar temiendo el rechazo de su hermano mayor, temía perder a su primer amiga, temía, temía tanto... Y no espero jamas que un fuerte brazo la halara para envolverla en un cálido y protector abrazo.— todo estará bien, Nuri.— le susurro sobre los rizos su hermano mayor.
—lamento tanto avergonzarte— sollozo y sintió a su hermano negar contra su cabello.
— nada que hagas, nada que pudieras hacer podría causar que yo me avergüence de mi hermana menor.— respondió él. Dejándola llorar sobre su pecho.— vi la foto el día de ayer.— dijo él y ella se tenso al escucharlo.— no vine porque soy un idiota que esperaba que acudieras a mi por ayuda, debí saber que estarias asustada.— musitó dejando de abrazarla, le levanto el rostro con una de sus manos y con la otra le limpio los lagrimones que se escurrían por sus mejillas.— perdoname por no venir, por no ser el hermano que merecias y necesitabas el día de ayer.— soltó provocando que Nuria lo mirara boquiabierta, su hermano mayor acababa de decir tal cosa, delante de dos personas, estaba portándose amable... Y sonrió llorosa abrazándolo de nuevo porque le gustaba el cambio, le gustaba este Damián tierno.
Valentina miro a su amiga, sin evitar comparar a aquel Damián tierno con el huraño y frío profesor, era tan distinto, tan cambiante, la volvía loca pero lo admiraba.— buscaremos que bajen la foto de la red, y daremos con el responsable.— prometió tratando de ayudar a Damián a consolarla. Ganándose una sonrisa de gratitud de parte de él provocando que su corazón doliera, porque lo quería ¡maldita sea! lo quería aunque él fuera cruel, aunque él fuera frío le quería. Porque había instantes como ese; en que aquellos ojos negros le veían con ese calor, con ternura con una chispa que la llamaba, que la hacia sentir correspondida aunque con palabras él la rechazaba.
Fue un breve momento, en el que Damián y Valentina se veían; ajenos a todo, perdidos el uno en ojos del otro, había una chispa que comenzaba a surgir pero Damián recordó que estaba ahí por Nuria, que Valentina era su alumna y debía mantener distancia.
— además, la foto te hace lucir como una modelo de play boy.—bromeo Carlos porque en realidad no sabia que decir en momentos como aquellos y la forma en que el profesor veía a Valentina le provocaba celos, lo ponía en alerta. Su broma no provoco la risa de Valentina mucho menos la de Damián que le dio una gélida mirada de odio. Comenzó a sudar nervioso pero la risa de Nuria se escuchó.
— ¿ tu crees?— pregunto tratando de aligerar el momento, para mostrar que todo lo que necesitaba era ser comprendida y un cálido abrazo de alguien que la amara.— el vestido no me favorecía del todo.— se animo a bromear. Invitándolos a pasar a su recamara con un gesto. Reprimió una risa al ver como Damián ponía los ojos en blanco exasperado por su mala broma. " ahí esta" pensó hipando un poco por el llanto. " ha vuelto, ese si es mi hermano".
Damián los dejo conversar mientras el hacia algo en el computador de Nuria. Escuchar a su hermana reír le hacia sentir mejor, escuchar la risa de Valentina le movía fibras que le provocaban sonreír tan solo de escucharla. Pero no lo hacia no reía con ellas porque la risa de Carlos lo hacía sentir furico, molesto, no comprendía porque detestaba tanto al pobre muchacho.
— hace hambre— se quejo Carlos sin disimular que de tanto en tanto le daba miradas a su estirado profesor. No podía bajar la guardia, el profesor Urreiztieta le provocaba mantenerse alerta al saberlo cerca de Valentina.
Nuria fruncio los labios, finalmente su estomago rugió, y cedió a comer, tenerlos ahí le hacia sentir mucho mejor, aunque Damián no conviviera con ellos también se mantenía a su lado y eso le daba animo.— quiero pizza— pidió con un enorme mohín.
Valentina casi babeo al imaginar un buen trozo de pizza, pero la voz severa de Damián las saco a ambas de sus fantasías con una suculenta pizza.
— de pizza nada, iré a ver que preparo Bianca, necesitan comer algo nutritivo.— soltó en modo serio mostrándose tan frio como era siempre. Se vio tentado a reír ante la cara de decepción que había en Valentina sus labios se habían curvado en un ridículo mohín." debes parar Damián" se riño poniéndose en pie para ir a donde la mucama de casa de sus padres. Fruncio el ceño al notar la manera en que Carlos le veía. El chico parecía leer sus pensamientos o al menos notar lo que Damián trataba desesperadamente de ocultar.— he quitado la foto de internet.— señalo el computador mirando a su hermana brincar feliz en la cama. — mañana veremos quien es el responsable.— prometió tratando de ignorar la mirada de admiración que le lanzaba Valentina.
Nuria le lanzó besos.— eres el hermano mas maravilloso del mundo.— lo elogio haciéndolo sonrojar, fingiendo fastidio.
Damián salio de la habitación, tratando de ordenar sus pensamientos, pero no pudo así que fue en busca de la mucama para ver que podía preparar para Nuria y sus amigos.
Dentro de la habitación Nuria saco su celular a prisa haciendo una llamada rápida que provocó las risas de Carlos y una mirada de asombro de Valentina.— si si de con extra piña y mucho queso.— decía al pedir la pizza que Damián acababa de negarle.
— Nuria — la riño Valentina queriendo reír.
Ella se encogió de hombros.— la pizza y yo nos amamos, Damián no puede impedir nuestro amor.— bromeo, se le veía mejor, mas tranquila, los ojos hinchados aun, pero sin duda serena.
— el profesor Urreiztieta se va a molestar.— río Carlos. fastidiarlo de pronto le daba cierto gozo.
Valentina negó, poniéndose en pie.— iré a decirle que ya hemos pedido pizza.— anuncio preocupada de que él estuviera buscando que darles de comer en la cocina.
Nuria le dio una mirada picara, sonrió recordando que ella sabia algo que Valentina no y asintió a su idea.— si anda, alcanzalo el pobre estará estrésando a Bianca para que cocine algo.— la apremio a ir en busca de él.
Carlos fruncio ante aquella idea.— te acompaño— ofreció de prisa.
Valentina lo miro con duda antes de ir a donde la puerta pero Nuria intercedió.— solo va a la cocina, yo no puedo quedarme sola, recuerda que estoy deshecha.— dramatizó dejándose caer en la cama.
Valentina río ante la locura de su amiga, estaba mejor, sin duda le había caído bien su visita. Carlos no la siguió no podía decirle a Nuria que no, así que se quedo con ella.
La casa de los padres de Nuria era bastante amplia, grande y lujosa, casi llego a perderse antes de dar con la cocina. Entro con timidez, y sintió su corazón latir con fuerza al ver que Damián estaba solo, preparando emparedados al no dar con la mucama. Sintió ternura y tomo valor para decirle que aquello no era necesario.— profesor.— lo llamo y él volteo a verla con el ceño fruncido.
— fuera de la universidad no me llame así, mas aun si esta en casa de mis padres visitando a mi hermana.— soltó con despreocupación, sin evitar sentir cierta alegría al verla sola, apartada de Gomez.
Ella fruncio el ceño, no lograba entenderlo, la confundía.— ¿es bipolar?— pregunto y al instante se maldijo por no tener poder sobre su gran bocota.
Él dejo de hacer los emparedados, se giro a verla, arqueando una ceja mirándola fijamente. No sabia si Valentina era consciente de lo bonita que era, de lo bella que lucia cuando tenia aquellos arranques de sinceridad.—¿ como ha dicho?— pregunto sin disimular que en parte aquella pregunta le divertía.
¡oh no! No, le permitiría jugar mas con ella, él había marcado limites, trazo una linea y ella estaba dispuesta a recordárselo.— lo digo porque me pidió no tenerle ningún tipo de confianza, dejo claro lo mucho que le incomoda mi presencia, así que no tiene que mostrarse amable solo por que soy amiga de Nuria, mi amistad con ella es independiente a lo que usted...— trago saliva deteniéndose no diría de nuevo que se estaba enamorando. No admitiría nada de nuevo y por supuesto no recordaría su rechazo.
¿Que su presencia lo incomodaba? Como podía ser tan ciega para no darse cuenta que lo hacia por su bien, que era lo mejor para ambos.— su presencia no me incomoda yo solo le ahorro sinsabores.— trato de explicar pero las palabras le fallaban, no podía dejar de ver lo mucho que le había herido.— no haga esto mas difícil.— se vio suplicando de pronto.
Ella parpadeo varias veces, negándose a llorar, tenerlo así, frente a ella, a pasos de distancia le traía el dolor del día anterior.— yo no hago difícil nada, solo digo que no lo comprendo, de repente es todo hielo y luego me trata como ahora, como si fuera ...— no supo que adjetivo darle, no lo comprendía, no lograba descifrarlo, ese hombre la volvía loca pero ahí estaba esa forma en que él la miraba, sus ojos negros la llamaban, la hipnotizaban pero Valentina se sentía rechazada así que trato de mostrarse fuerte.— su advertencia quedo grabada, prometo que no volveré a soñar idioteces románticas con usted.— siseo odiándose por sollozar ante él.
Damián cerro los ojos lleno de frustración. Era tan ciega, era tan crédula, tan... Tan ella. ¿como rayos no se daba cuenta? — pues eso estaría perfecto, nos haría un favor a los dos.— gruño molesto, irritado, porque quería que ella se alejara, pero su cuerpo, todo en él llamaba a acercarse. Valentina era su tentación y debía evitarla... Pero no quería hacerlo, no podía hacerlo.
Ella lo miro herida, con los ojos cristalizados de lágrimas de nuevo al escucharlo decir aquello. ¿ como puedo estar enamorada de alguien tan frío? Se pregunto pero una vez mas no pudo quedarse callada.— ¡oh le haré un favor! Me olvidare de usted, olvidare hasta su jodido nombre y no llorare ni una lágrima mas por alguien que me desprecia.— ataco dando un paso a él estaba dolida, quería alejarse, quería odiarlo... Pero no podía. Había entre ellos cierta atracción, cierto magnetismo que en lugar de alejarlos los hacia acercarse.
Un golpe en su pecho fueron las palabras de aquella chiquilla. ¿no era eso lo que quería? Que ella lo olvidara, que se alejara. Pero entonces porque dolía, porque le angustiaba.— pues hágalo— la reto dando dos pasos a ella, confrontándola, sus miradas se quedaron prendadas y pudo ver su reflejo en aquellos ojos avellana. La vio hacer una mueca de dolor y se arrepintió al instante de sus palabras.
— lo odio— mintió queriendo herirlo, pero su sorpresa fue enorme al verlo hacer un gesto herido. ¿ es que acaso le dolían sus palabras?
Fruncio el ceño superando el dolor de aquellas dos palabras.— es tan irritante.— gruño la vio fruncir el ceño, terca, a la defensiva, fuerte, de mejillas rosadas, un color que solo provocaba él, sus ojos nublados de lágrimas, sus labios temblando por lo mucho que hería a ambos esa ridícula disputa.
— papanatas— lo insulto ella en defensa.
Damián quiso reír ante su infantil insulto ella tenia el don de sacarlo de sus casillas y a la vez doblegarlo con una simple palabra, quiso decirle algo en respuesta pero ella lo miraba con rabia, con dolor, con amor frustrado, lo llamaba, lo tentaba, Valentina su tentación, su alumna, estaba prohibida, no debía.— No es correcto.— murmuro tragando saliva pero basto verla derramar una lágrima para acortar la distancia halarla de la cintura, adueñándose de ella, se inclino buscando su rostro mientras su pecho subía y bajaba con prisa, ella jadeo sorprendida sin oponerse, sintió su aliento fresco sobre sus labios y Damián cayo ante la tentación.
Unió sus bocas, besándola con delicadeza, con firmeza, con demanda, exploro y recorrió aquellos labios dulces olvidando que no debía.
Los labios de Valentina le supieron dulces, húmedos, suaves, cálidos, tiernos. ¡dios como había deseado besarla! Y ahora lo hacia no podía dejar de hacerlo, aquella chiquilla tenia poder sobre él... No podía negarlo mas.
Los ojos de Valentina estaba abiertos de sorpresa al igual que sus cejas arqueadas ante aquel bello ataque. Cerro los ojos aferrándose a él, abrazándolo del cuello, dejándolo adueñarse de su boca, correspondiendo a aquel beso.
— no me odies— suplico él contra sus labios y ella no respondió. No podía, no sabia ni siquiera si aquello era real. Damián dejo de besarla para verla a los ojos y Valentina supo que era real, ahí frente a ella estaban esos ojos negros dándole una cálida mirada, irradiaban ternura el sonrió nervioso, estaba expuesto. Ella también lo estaba, ambos envueltos en algo que sabían prohibido. Buscó sus labios siendo ella ahora quien iniciara el beso, derramando lágrimas, no sabia si lloraba por el pleito que habían tenido, si lo hacia porque aquello era irreal. Ella solo sabia una cosa.
"él es hermoso" pensó aceptando que estaba irremediablemente prendada a un hombre mayor, que era su profesor, que la rechazo y no le correspondía. No obstante la besaba en ese momento.