No Eras Lo Que Pensaba

4- Mi Manchi.

"El león se enamoró de la oveja"

                                             Edward Cullen.

 

—¿En dónde estoy?— Gritó Erick— ¿Qué pasó?

—Buen Día—Contestó Giulia.—Como está.

—Esperen, esa voz yo la conozco...

—¿Erick? ¿Está bien?

Giulia entró a la habitacíon y apenas lo hiso, Erick saltó de la cama de la impresión tan grande.

—¿Giulia? pero... ¿Qué haces aquí? no ¿Qué hago yo aquí? pero ¿Qué hacemos aquí? ¿Qué paso? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por...

—Son demasiadas preguntas, espere. Mire le aseguro que las contestaré todas pero con calma, venga a desayunar.

—Está bien, Perdón.

—Tranquilo, vamos.

Erick pasó a desayunar con Giulia mientras ella le contaba todo lo que había pasado la noche anterior, y poco a poco comenzó a recordar y a ver imágenes algo claras de lo sucedido.

—Oye, te puedo hacer una pequeña pregunta.

—Sí dígame.

—Con quíen era la cita.

—No soy grocera, pero no le incumbe.

—Ok, ok, calma.

—¡Estoy calmada!

—Ya me di cuenta.

—Claro, me parece que ya es hora de que se vaya.

—¿Por qué?

—¿Por qué?—Dijo ella repitiendo lo que él dijo—Mire las horas que son, tengo que ir a trabajar.

—¿Qué horas son?

—Son las 9:30

—¿Las 9:30? ¿Tiene idea de cuántas reuniones me he perdido?

—¿Acaso es mi culpa?

—Bueno...

—Nada, ahora vayase de mi casa, ahora resulta que ayudar a la gente es malo, yo no li hice perder sus reuniones, fue usted al emborracharse.

—Claro, como no, mejor me voy.

—Sí mejor.

Erick se fue sin despedirse, algo molesto pero... feliz por saber que pasó la noche en casa de Giulia y que ella se preocupaba por él. Al cabo de unos minutos él llegó a su empresa, le dijo a la secretaria que dejara pasar a unos clientes que lo habían contratado para ayudar a su hijo a salir de la cárcel.

Pasaron horas y horas cuando salío de trabajar luego de varias reuniones, conferencias y juntas de empleados, Erick estaba agotado, quería echarse a dormir pero... tenía un compromiso pendiente... Ir a la productora a inicíar con su primera canción pero, se le olvidaba lo que había pasado en la mañana con Giulia. Cuándo llegó la secretaria le dijo que nuevamente que Giulia no estaba, pero Erick notó algo de mentira en su rostro.

—Me esta mintiendo.

—No, como cree.

—¿Enserio?

—¿Si?

—No.

—Bueno, está bien, La señorita D'angelo me dijo que no quería verlo.

—No, como es posible, yo no le hice nada malo, no entiendo.

—Ella no me dijo nada pero me aseguró que si lo dejaba pasar a su oficina ella...

—¿Ella que?

—Ella, me despediría.

—¿Qué, eso no es justo usted no hizo nada.

—Lo sé, pero pues qué puedo hacer.

A Erick le tocó grabar con otro productor nuevamente, pero seguía extrañando a Giulia de una manera inmensa. Pero lastimósamente ese no sería el día en que la vería de nuevo, aunque solo hayan pasado unas horas desde que se vieron.

—¿Por qué no sales de mi cabeza?—Dijo Erick para sí.—Sólo dejame en paz porfavor.

Así pasó el resto del día pensando en ella, sin poder trabajar o hacer cualquier cosa porque ella siempr estaba ahí.

—Y ahora que hago...

 




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