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Gabriela

2 semanas, no puedo creer que estoy trabajando hace 2 semanas que se han ido volando.

Afuera llueve a cantaros mientras leo el ultimo manuscrito de hoy, huellas al viento es uno de los mejores que he leído en toda la semana y sin duda merece publicarse, me sorprende que el chico que lo escribió solo tiene 16 años, sus palabras son tan profundas y detonan una madurez, es muy adictivo, pero lastimada mente debo decirle adiós.

Siempre trato de no engancharme tanto con los libros, porque cuando los termino siento ese pequeño vacío que horas después se llena cuando abro nuevas páginas, pero duele el pequeño luto

Me dirijo a la oficina del señor leonardo para entregárselo junto con otros 2 que tan bien son buenos.

- ¿Qué tal están los manuscritos de hoy?

- Son maravillosos señor, en especial este —le digo mientras le paso huellas al viento—

-Si dices que son buenos deben serlos, en las ultimas semanas no has fallado con ninguno todos han ido de viendo en popa, eso habla muy bien de ti.

-Solo me dejo llevar por el encanto, debo decir que no es perfecto, con unos arreglos a la ortografía y pequeños detalles podría ser aún mejor.

-Encárgate de enviar los emails correspondientes y que vengan aquí mañana.

-Considérelo hecho señor.

Mientras termino de enviar los emails llamo a Javier para que venga a buscarme.

-Lo siento gigi, pero olvide echarle gasolina y pues no puedo echarle agua para ir por ti.

-Te mato es que no sé qué voy a hacer contigo Javier, justo cuando parece que se va a caer el cielo me vienes con estas.

-Te voy a compensar, una rica cena te espera.

- Con comida no me vas a comprar Javier, ese truco ya no funciona. —digo mientras me dirijo al ascensor—

-Estoy preparando pasta.

-No se como lo haces, pero me convences siempre, espero que sean con albóndigas y que este caliente cuando llegue a casa. —entro al ascensor seguida de leonardo—

-Como ordene su majestad, pide un Uber y te lo pago al llegar.

-Eso es lo que te corresponde por irresponsable.

-Si no me dejas encontraras masa quemada para cenar.

-Ese sería el colmo, espero que sepa bien.

-Hablamos cuando llegues, te amo.

-Yo también te amo. —le cuelgo—

Me dispongo a buscar un uber cerca y nada, pongo mas empeño y nada, maldición digo para mis adentros, suspiro frustrada, ahora tendré que salir bajo la lluvia hasta encontrar uno que me deje subir empapada hasta los huesos.

- ¿Tienes algún problema?

Hasta se me había olvidado de que leonardo estaba a mi lado al bajar del ascensor.

-No encuentro ningún taxi que pueda llevarme a casa y la lluvia está arrasando.

-Si no hay ningún problema yo puedo llevarla.

-No, como crees que voy a dejar que me lleves no puedo abusar de la confianza de mi jefe.

- Soy tu jefe, pero eso no quita que fuera del trabajo podamos ser amigos

-De verdad que no quiero ser una molestia.

-Para nada, vamos.

Como negarme a la oferta esta lloviendo super fuerte y dudo que pueda conseguir llegar a casa sin pescar una neumonía, lo sigo hasta su Audi negro y entro, es bastante cómodo la verdad, le paso mi dirección y nos ponemos en marcha.

-Bueno Gabriela cuéntame de ti.

-De mi vida no hay mucho que contar la verdad y además no se ofenda, pero hablar temas personales con mi jefe no es uno de mis sueños por cumplir.

-Eres muy graciosa, pero ya te dije que interesa ser tu amigo, no le veo ningún problema.

-Mejor cuénteme usted un poco de su vida, matrimonio, noviazgo tal vez.

-Ninguno de los 2 soy un hombre libre y sin compromisos.

-Si le digo que no me sorprende estaría mintiendo y mucho, un hombre como tú, empresario y guapo, cualquier mujer se moriría por estar a tu lado.

Mi bocota lo de guapo estaba de más, recordatorio de abofetearme mientras tanto lo hago internamente.

-Gracias por el alago y tienes razón muchas mujeres quieren estar conmigo, la que me tuvo no supo apreciarlo y la que quiero ahora creo que tiene a alguien más.

-Yo lo siento no quería ser metiche, si no me quiere seguir contando está bien.

-Eso murió hace mas de 2 años y no hay problema, su nombre es gema es una de las hijas de uno de los socios de la editorial, nos conocimos en la secundaria y fue mi primera novia. —mi risa lo interrumpe—

-Al parecer te dio mucha gracia.

-Lo siento no era mi intención, continua.

-Estuvimos juntos todo ese tiempo, y a los 21 le pedí matrimonio, lo veía confiable porque llevamos años juntos y la amaba de verdad que la amaba, pero me rechazo y termino conmigo, al principio no entendía porque, luego supe que se enredaba con mi mejor amigo desde que teníamos 1 año saliendo.

-Lo…lo siento mucho de verdad.

-No tuvieron respeto por mi y me destrozo, de verdad que me destrozo, pero toco salir adelante y llevo una vida muy feliz sin ella cerca de mí .Ahora me vas a contar sobre ti.

Un bocinazo se escucha detrás, mientras estamos mas que atascados en el tráfico, a esta hora y con esta lluvia, va para rato, será mejor contarle.