No fue otra noche loca

Capítulo Catorce

Lo besé, lo besé como nunca en mi vida lo había hecho, en ese momento solo éramos él y yo, nadie más. Todo el mundo se había esfumado para mí.

No estaba segura si era una especie de enamoramiento masivo o mi estado de ebriedad, pero en ese momento estaba segura. Laín era el indicado.

Después de decirme aquellas bellas palabras, se retiró un momento para darme un beso en la frente y sonreírme, una sonrisa completamente diferente de lo habitual.

— Acércate, Laín…más cerca.

Tomé su mano y me acerqué a su oído, Laín mostró una actitud sorprendida ante lo que le dije, cuando me miró intenté hacer una sonrisa sensual, aunque estaba segura de que no lo había conseguido.

Antes de que llegara Carolina lo saqué del lugar.

Era la noche que estaba esperando.

Estaba muy cansada, sentía mi cuerpo muy pesado y me dolía mucho la cabeza, demasiado.

Intenté mover mi mano izquierda, pero no podía. Sentía un hormigueo intenso, a tiendas empecé a buscar mi celular para ver la hora, no recordaba en qué momento había llegado a la cama, de pronto la puerta se abrió de golpe la luz se encendió dejándome encandilada.

Carolina gritó a todo pulmón, ladeé la cabeza y enseguida grité yo también.

Laín se encontraba desnudo esposado a mí.

Yo me encontraba desnuda, esposada a Laín.

Carolina se llevó las manos a los ojos y a tientas buscó un cojín lanzándolo para cubrir los atributos de él mientras yo buscaba otra cosa con que cubrirme.

Le lancé un golpe a Laín para que despertara, en igual de eso se giró pegándose contra mí.

— ¡Muévete! grité alejándolo.

Laín se intentó enderezar rápidamente.

Alcé la mano y le enseñé las esposas.

— Puedes explicar… ¿Qué demonios está pasando aquí?

Con su cara adormilada me miró.

— Tranquila, pequeña. Esto no es lo que parece.

— Así que no es lo que parece, eh. —alcé la mano mostrando las esposas.

— Bueno, sí es lo que parece, pero lo puedo explicar con facilidad.

— Adelante—dije.

— ¿Realmente no recuerdas nada? —me cuestionó.

— No.

— Ambos estaban muy ebrios—habló Carolina.

Laín se pasó la mano por el cabello.

— La noche era larga, Sofí. Te veías tan bien con ese vestido, en ese momento solo éramos tú, yo, y tres copas de más…o cuatro quizá. Te acercaste a mí y me dijiste que querías cumplir una fantasía.

Caro pasó su mirada de Laín a mi y exclamo un <<oh por Dios>>

Cerré los ojos un momento, trataba de recordar, pero nada, no venía nada a mi mente.

— Por favor dime que no hicimos algo xxx.

Laín bajó la mirada y pasó la lengua por sus labios.

— Lo hicimos, Sofí. Y ya que no recuerdas en este preciso momento te contaré todo con detalle. 



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En el texto hay: romance, romance drama humor

Editado: 28.01.2022

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