Hola, me llamo Ainhoa, y hoy me toca karate, hoy veré a el amor de mi vida, espero que me vaya bien.
Eran las 6pm y acababa de merendar, tenía que prepararme para ir a karate ya que a las 7pm empezaba y yo quería llegar temprano ya que tenía que subirme a varios autobuses para llegar allí.
Estaba en el autobús y de repente noto que alguien me mira, mire a mis lados, y en una esquina se encontraba Max, mi amor, el chico por el que me derretía.
El tenía la mirada clavada en mi, y yo hacía lo mismo. Al poco rato se dirigió hacia mí -Hola Ainhoa- dijo con la sonrisa más grande que había visto nunca -A hola Max- dije mirándole enbobadamente, -que coincidencia encontrarte en el bus, nunca nos habíamos visto fuera del karate- dijo muy interesado en mi -si que coincidencia- dije mientras miraba la hora -Ostras, falta muy poco para que comience el karate, debemos bajarnos en la siguiente parada y ir caminando para llegar a tiempo- Le explique entrando en razón por lo tarde que era.