— Sigues de girar la botella, Ani— dice Karina y me pasa la botella, a mí realmente no me gusta este tipo de juegos.
Giro la botella, los nervios me están comiendo viva, no quiero besar a nadie.
La velocidad disminuye y se detiene en nada menos que en Oscar; no puede estar pasando. Ese tipo es mi mejor amigo y no parece molestarle que deberá besarme. Parece una broma de mal gusto.
Me inclino escuchando los gritos de todos nuestros amigos. Mis labios rozaron los suyos, pero él se inclina más fuerte y me besa con deseo. Por alguna razón no puedo dejar de besarlo ¿qué me está pasando? Anda niña, recupera la cordura y suéltalo; es tu mejor amigo desde que tienes memoria.
Es entonces cuando escucho la venenosa vos de Verónica y suelto sus labios, si los estaba mordiendo y todo el salón de clases me ha visto.
— Deberían conseguir un hotel, que los demás también queremos jugar. — sin duda solo le faltan los colmillos, es un víbora. Pero no le digo nada porque me he quedado en blanco. Yo no quería besar a Oscar y después no quiera dejar de besarlo.
Espero no ser el cotilleo de mañana. Verónica adora ser el centro de atención, que hablen de ella y no de mí. Por favor ¡Dios! Que nadie recuerde este incidente jamás.