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—Debemos enviarlo al infierno— gruñó Malia

—Nos puede ayudar con los cazadores fantasma— inquirió Liam mientras apretaba la empuñadura de la espada con fuerza.

—El tiene razón— dijo Theo con voz temblorosa

—¡Cierra la boca!— gritaron Scott y Liam al tiempo. Theo bajó la cabeza y asintió.

—Lo podemos enviar luego de que nos ayude. Además...— Liam dudó un poco— recuerda a Stiles

Scott lo miró a los ojos e intentó decir algo pero fue interrumpido por Hayden —Debemos enviarlo ahora—su voz estaba cargada de odio

—Pero Liam tiene la espada— dijo Theo otra vez viendo directamente a Liam

—¡Cierra la boca!— gritaron los cuatro al tiempo

[...]

No hacía mucho desde que Liam había decidido sacarlo de ese infierno en el que se encontraba, aún estaba tratando de asimilarlo. Recordaba perfectamente lo que había pasado allí abajo, la interminable lucha por escapar de su hermana.

Ahora se encontraba tirado en el suelo gracias al señor Douglas, ese maldito solo había fingido ayudarlos para obtener lo que quería. ¡Le había comido el cerebro a un cazador fantasma!.

Liam y Scott habían salido tratando de controlar a Parrish por lo que no sabían lo que acababa de ocurrir así que simplemente dedujeron que Theo había matado al cazador fantasma.

—Lo enviaré ahora— gruñó Liam y apretó la espada

—¡No fui yo!—grita asustado. No quería volver al infierno

Scott se acercó y examinó el cuerpo.

—Liam, no fue él— Theo suspiró aliviado. Joder, eso lo había asustado. Liam lo miró de soslayo al oír sus latidos un poco alterados.

Se podría acostumbrar a molestar a Theo.

***

Corey había desaparecido, lo único que quedaba de él era su teléfono, se lo habían llevado los cazadores fantasma. Mason estaba destrozado.

—Solo tiene fotos de nosotros dos— dijo entre sollozos —son como cien.

Iban en la camioneta de Theo, este solo miraba por el retrovisor a Mason, no entendía el por qué tan abatido, las emociones humanas estaban fuera de las cosas que entendía. Él solo se preocupaba por el mismo, no le interesaba el bienestar de los demás, solo vivía para y por él. ¿Por qué preocuparse por alguien?¿Con qué propósito? ¿Qué ganaría a cambio?

—Lo salvaremos Mason, Scott encontrará la manera de traerlo de vuelta— el chico asintió mientras seguía viendo una y otra vez las fotos en el teléfono de Corey.

— Qué optimista eres— se burló Theo

—Vete a la mierda— bufó Liam

—Solo estoy siendo realista, lo mejor que podemos hacer es largarnos de Beacon Hills. ¿Por qué salvarlos a todos? ¿Crees que ellos te apoyaran o te verán de la misma manera si descubren que eres un hombre lobo? No Liam, no seas imbécil— estaba disfrutando molestar al pequeño beta — te tendrán miedo, querrán matarte

—Justo ahora quiero matarte— amenazó

Theo le dió una sonrisa torcida y negó con la cabeza.

—Para que sepas, en el menor descuido, me iré de este horrible lugar— dejó que sus ojos siguieran con cuidado los pequeños detalles del rostro de Liam, sus ojos azules, las mejillas sonrojadas, la forma en que fruncía su boca cuando estaba molesto -justo ahora lo estaba, gracias a él por supuesto-, algunos pequeños e insignificantes lunares y sus labios, ¿Por qué se veían tan rojos? Alejó esos pensamientos de su cabeza y se concentró en el camino.

Scott, Malia y Lydia había ido a buscar la brecha por dónde había salido Peter así que Liam, Mason y Theo ahora estaban encargados de patrullar. Hayden también había sido raptada por los cazadores.

***

— Oigan, vean esto— dijo Scott. Malia y Lidia corrieron a su lado

—No está arriba, está debajo de nosotros— susurró Lydia con su característico tono de voz algo misterioso.

***

El sheriff les había dicho todo, el como recordó que tenía un hijo, el como había visto regresar sus cosas y la cosa extraña que había ocurrido al recordarlo perfectamente.

Ahora la manada tenía una teoría.

Si recordaban a Stiles, era posible que abrieran una nueva brecha entre el mundo fantasma y este.

También tenían un plan.

Usar la máquina de los Argent para lograr entrar en trance y así recordar a Stiles. Liam y los demás tenían que ganar tiempo y en lo posible alejar a los cazadores fantasma del búnker.

El menor fue con el sheriff a la estación, pretendían obtener toda la ayuda que fuera posible. A Theo lo habían encerrado luego del incidente con Douglas, además, había hecho que Liam rompiera la espada así que no podían darse el lujo de dejarlo a rienda suelta.

Ahora estaba en una de las celdas de la estación.

La estación estaba totalmente desolada, todos habían sido raptados.

—Se llevaron a todos— susurró el sheriff estupefacto. Recargó su peso sobre una de las sillas y tomó la radio. Solo había un molesto sonido de interferencia. No había respuesta por parte de las patrullas.

—No a todos— a Liam se le erizaron los vellos de la nuca al escuchar esa voz

—Theo— dijo en un tono casi inaudible

—Hola a ti también Liam— le sonrió mostrándole sus dientes.

— Debemos irnos— dijo el señor Stilinski

—¡No me pueden dejar aquí!— gritó Theo y azotó las rejas

— Sheriff, lo necesitamos—

—No confío en él— sentenció

—Yo tampoco— Theo sintió una punzada en el pecho — pero ahora necesitamos toda la ayuda posible. Debemos darle tiempo a Scott y los demás...

Un rayo cayó cerca a la estación.

—Ya vienen— anunció Theo y miró al sheriff—¿ trajiste la llave?— preguntó desesperado. El mayor le enseñó la tarjeta y jugó con ella entre los dedos— ¡tienes que acercarte más para que puedas abrirla, vamos!

— Dime una sola cosa que recuerdes de mi hijo y te dejaré salir— Theo puso sus ojos en blanco. Liam estaba hecho un mar de nervios.