No me importa tú físico

Confesión

Al terminar la película puedo decir que la incomodidad del principio se había alejado del todo, durante toda la película que corría frente a nosotros en la gran pantalla en las ocasiones en donde sentía tan real aquellas escenas me escondía en el pecho de Nathaniel quien con suaves caricias me lograba tranquilizar de una forma inexplicable, aunque en la sala se escuchaban gritos de espantos producidos por toda la audiencia los míos eran ahogados en mi garganta, se podría decir que me acostumbre siempre a callar el miedo, ya que me decían que solo quería llamar la atención frente a “juegos” que se daban unos a otros, pero la expresión corporal siempre me delataba.

Al salir de la sala transcurrida la 1:90:00 Nathaniel me propuso una cena cerca del parque, claramente no me negué así que agarrados de manos nos encaminamos al estacionamiento, me hacía reír al igual que siempre con cualquier pretexto me halagaba, podría decir que durante toda mi vida esta era la noche que más deseaba que no acabara tan rápido, estar con él era como darle otra oportunidad a mi vida en el sentido que nunca pensé que me enamoraría y menos de la forma en la que sucedieron las cosas con Nathaniel.

—. Sabes, sé que es muy pronto, pero en verdad no quisiera perder el tiempo con esto, a lo que deseo confesarte algo.

—. Te escucho de manera atenta Nath, ¿Qué ocurre?

Sonreí mirándolo para después ver a la ventana notando que estábamos a pocos metros de llegar, las luces que hacían resaltar el parque era una de las partes más llamativas que este tenía, al igual que las distintas plazoletas de comida y gran comercio cultural que se podía encontrar en dicho espacio, al ver que estacionábamos antes de llegar lo mire confundida, pero a la vez curiosa porque del cajón sacaba un pequeño oso que me tomó de sorpresa al igual que un ramo de flores.

—. Nathaniel que pasa…

—. Cómo te dije a lo mejor es muy pronto Lilly, pero realmente no quiero que alguien pueda robarme ese lugar… esta salida la realice con el propósito de conocerte un poco más y a pesar de los percances nadie pudo arruinarla.

—. ¿Qué quieres decir con eso Nath?… ¿Como que para que nadie te quite el lugar?...

—. A mí me han enseñado que las cosas se hacen bien o no se hacen… Lilly me gustas mucho, desde que te vi no sé qué hechizo me hiciste o si fue cupido quien apareció de la nada y me flechó a ti… realmente no estoy seguro de lo que paso, pero solo sé que te amo mucho como no te lo imaginas, no sé si tú sientas lo mismo que yo, pero tampoco te quiero presionar a algo.

—. Nath tú también me gustas, te lo digo porque me agrada que seas franco conmigo, pero… tengo miedo sabes, tantas cosas, sentimientos, pensamientos que aún no se han curado me impiden a intentar ser feliz.

—. Yo quiero hacerte feliz, darme la oportunidad de ayudarte a trabajar con tu seguridad ¿Sí?

—. Creo que no solo es seguridad sino también sobre el amor propio, porque siéndote sincera me sorprende que hagas esto por mí, y pensaba que solo el cómo te comportabas era de un estudiante más, tenía el pensamiento cegado en que por ser una horrible gorda no te fijarías en mí…

—. Primero no quiero que te vuelvas a decir así, eres hermosa y perfecta tal como eres, realmente ni que yo fuera el hombre más bello para tener la potestad de juzgarte sobre tu peso, inclusive ni siéndolo debería criticar porque así eres tú y quién te hace daño es porque más daño tiene dentro… ejemplo Trevor hace bullying porque sus padres no lo determinan y piensa que así zaceará su necesidad.

—. Tienes razón, pero ahora no podría darte una respuesta a nada, en cambio, sí me ayudas a trabajar en mí creo que esa es la mejor prueba de amor que puedes darme, si confió en mi podre confiar en ti y el hermoso amor que seguro das…

—. Claro que lo haré estoy para ti y siempre lo estaré porque te amo, por eso cuando necesites amor, cariño o cualquier cosa llámame, estaré inmediatamente en tu puerta para darte lo mejor de mí.

Nathaniel era realmente un caballero, cada palabra que dijo me hizo sentir demasiado segura que como respuesta solo pude asentir para abrazarlo sin querer soltarlo, un abrazo de los que uno puede decir que son reales y sinceros, esos abrazos que se desearían todos los días. Realmente no tenía nada que decir sobre lo que había dicho, puesto que todo había quedado claro de forma pertinente, la noche la terminamos como si fuéramos una hermosa pareja, los besos robados eran la sensación del momento, cada vez sentía vergüenza porque recordaba lo que había pasado en el cine, pero al saber que sus labios eran los que rozaban con los míos los problemas se iban como si solo estuviéramos nosotros dos.

—. A pesar de que aun nuestra relación no sea oficial te trataré como una verdadera reina porque te lo mereces.

—. ¿Te gusta verme sonrojar verdad?

Reí a su par mientras caminábamos tomados de las manos por el parque comiendo un cono de helado como quienes el tiempo no avanza, al pasar el par de horas se hicieron las 11:30 de la noche por lo que le comente a Nathaniel si se quería quedar en mi casa por esa noche, era muy tarde para que saliera de vuelta a su casa, si lo hacía me tendría con el corazón en la mano porque en ocasiones estas calles son peligrosas por lo solitaria que se vuelven, él no se negó estaba claro que tenía la razón así que le deje en el cuarto de las visitas mientras con un beso en su frente salí de aquella habitación para ir a la mía cerrando toda la casa con anterioridad para poder así dormir feliz y en paz.




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