—. Wou chicas esto si es una enorme casa…
—. ¿¡Nath, estás aquí!?
Dijo en voz alta Saray esperando una respuesta la cual no apareció nunca, se podía percibir que la casa estaba sola por lo que nos dividimos a buscarlos ver si es que estaba escondido, quizás dormido o inclusive herido, no se sabía qué esperar tras su desaparición.
Me encaminé inmediatamente a buscarlo en la planta de arriba con Jona, mientras las chicas buscaban en la de abajo, abrí una puerta la cual nos enseñaba una gran habitación, tenía las sabanas desordenadas como si alguien fuera pasado la noche allí y al entrar en el baño habían papeles regados con sangre, una tijera y gasas dándome a entender que las heridas el mismo se las sano.
Empecé a revisar los cajones en busca de algo que me dijera si seguía o no aquí, simplemente encontré su camisa rasgada en uno de los cajones y un pantalón manchado haciéndole compañía, definitivamente mi amado se encontraba aquí o mejor dicho estuvo aquí.
Al bajar con las chicas nos dirigimos a la cocina notando que habían restos de sangre y comida regada, por un momento pensaba lo peor, pero siempre trataba de alejar aquellos pensamientos negativos que nos invadían, caminaba lentamente a donde se encontraba Kennta y Saray para contarles de la novedad cuando todas nos percatamos que había una lata destapada que no llevaba mucho tiempo en ese estado, calculamos que Nathaniel puedo pasar hasta esta mañana aquí en esta casa, y debió haberse marchado.
—. ¿Creen que decidió volver a la ciudad? Es decir, lo buscamos por aquí en repetidas ocasiones por lo que admito que a lo mejor al pasar el duelo decidió volver.
—. No creo eso Jona, fuera llamado para avisar que estaba bien si hubiera decidido ir a casa, aunque claramente dudo que piense volver aquí por un buen rato.
—. Lo importante es que sabemos que estuvo aquí, no pudo ir muy lejos sin auto y sin nada, pero no lo vimos existe un lugar cerca de aquí al que pudo haber ido…
—. Que yo sepa hay un pueblo cercano a 30 minutos, a lo mejor fue allá ustedes qué dicen ¿Vamos?
—. Primero intentemos llamarlo de nuevo a lo mejor nos contesta, ya debe estar más calmado.
—. Espero que si conteste, intentaré llamarlo.
Saray empezó a llamar a Nathaniel el cual se iba de forma inmediata al buzón de mensajes dándonos a entender que el celular estaba apagado, sin arriesgarnos tanto tomamos la decisión de ir al pueblo, teníamos la certeza que allí lo podríamos encontrar o eso me decía mi corazón… Sentía que cada vez estaba más cerca de mi amado.
Después de recorrer 30 minutos en auto nos quedamos en el centro del pueblo para empezar a recorrerlo, en ocasiones le preguntábamos a las personas para ver si lo habían visto de casualidad las cuales muchas negaban mientras que otras nos enviaban a sitios donde lo podíamos localizar, pero nada todo salía negativo.
Después de 4 horas de caminar paramos en una cafetería, ya era hora del almuerzo o más bien estaba pasado por 1 hora extra, teníamos que comer para seguir la búsqueda aunque claro en un pueblo nadie se ha de perder como en la ciudad por lo que cuando estábamos a la espera de la comida un chico se nos acercó, se veía que era de la calle por un momento pensamos que venía a pedirnos algo o que le compráramos algo, pero realmente tenía información de Nath.
—. ¿Estás seguro de lo que estás diciendo?
—. Sí señorita jamás le podría mentir y menos al ver que se ven algo desesperadas, ese chico me dio de comer a mí y a mi madre antes de tomar ese auto negro que lo llevó fuera del pueblo al parecer, pero adentro estaba un sujeto que se veía que era su amigo por lo que si dijera que era malo estuviera mintiendo.
—. ¿Sabes cómo era el sujeto o la placa del auto?
—. La placa me la aprendí porque él dijo que trataría de venir siempre ayudarnos por lo que antes de que marcharan la anote en este papel mire.
El menor sacaba de su bolsillo un pedazo de papel arrugado donde se veía la placa con algo de dificultad en su letra “HVM013 de New York”, tomando reacciones inmediata por parte de Saray.
—. Esta placa se me hace conocida chicas.
—. ¿En serio? ¿De quién es?
—. Esperen… Cariño sabes cómo era el sujeto que venía con mi hermano en auto, ¿Recuerdas su físico?
—. No lo vi mucho, se veía alto y su cabello era rubio, es que lo vi de reojo por la ventana no podría decirle con seguridad los datos.
—. Está bien, pide tu almuerzo para llevar y uno para tu madre y lo pones a mi cuenta.
El niño feliz se retiró de la mesa deseándonos mucha suerte, en serio me causo demasiada ternura, pero a la vez esperanza porque mi chico ahora si de forma confirmada que estaba vivo, mientras almorzábamos Saray contacto a Mark el chico que el niño había descrito levemente preguntando por Nathaniel, esté simplemente respondió que estuvo con él estos días, pero que ya lo había dejado en casa, Nathaniel le había dicho que había discutido con una chica a lo que Saray le dijo que después en otro momento le explicaría.
Regresamos rápidamente a la casa de Saray que al entrar Nathaniel estaba a punto de subir la escalera, mi corazón se quería latir que lágrimas en silencio empezaron a caer por mis mejillas, la reacción de Saray fue rápida, corrió a abrazarlo dejándole un regaño leve, Jona y Kennta hicieron lo mismo, fueron cuatro días de tortura por mi parte estaba estática en la puerta que al sentir sus manos puestas en mis brazos fue que pude reaccionar y abalanzarme a él en un abrazo el cual se sentía que no lo soltaría jamás.