Jake

Normalmente, los baby shower se hacen a la semana o a los pocos días después de haberse enterado el sexo del bebe para que las personas llegasen con regalitos que en verdad la criatura pueda disfrutar y no gasten doble por así decirlo, pero yo decidí hacer dicha celebración a pocos días del parto, no porque se sabría más sobre Jake, sino que mi Nath últimamente ha estado estresado y solo estaba esperando el momento exacto para que no se sintiera mal, ya que estos viajes de negocios o reuniones hasta tarde tenían a Ross y a mi novio hermoso con un cansancio que de cosa se podían mover.

—. Amor en verdad si quieres podemos apla…

—. No, no aplazaremos nada amor, por dios santo ya ha pasado mucho por esto y ya las personas están emocionadas.

—. Pero Nath entiéndeme, no me gusta verte así y la fiesta de mañana te puede agotar mucho más…

—. Estaré bien tranquila, soy Nathaniel Andrade, y mi hijo tendrá su shower.

—. Si sé que eres Nathaniel, pero no eres un super humano necesitas descansar.

—. Para que estés tranquila dormiré todo el día, mañana estaré al cien por ciento para ti y para mi hijo.

—. Está bien, entonces ponte a descansar mientras iré a ver a Saray para comprar las últimas decoraciones para mañana.

Al notar que iba a decir algo le di un beso evitando que hablara para tomar su mano llevándolo en dirección a la habitación que al llegar lo hice acostar para sentarme a su lado acariciando su cabello.

—. Amor yo quiero ir con ustedes…

—. Me prometiste que descansarías amor, así que lo harás y no quiero peros, además tu mismo dijiste que los arreglos deben ser conllevados por las mujeres, así que no tienes nada que hacer acompañándonos por lo que te lo pido al igual que nuestro bebe que descanses o nos pondremos los dos muy tristes.

—. Está bien lo haré amor, solo por ti.

Sonreí feliz para poder besar el puchero que formo en sus labios y levantarme para tomar mi cartera despidiéndome de mi novio para irme con Saray, nos encontraríamos en el centro comercial para comprar los globos que faltaban al igual que los desechables que se usarían, mi bebe últimamente me ha pesado de más, pero aún le faltan dos semanas para que nazca según el médico, aunque claro me da algo de miedo porque no podre tenerlo por parto natural sino por cesárea.

Al llegar subí a la tienda de decoraciones viendo a Saray con la pequeña Samantha en su cochecito, las saludé y entramos en dicho lugar para empezar a comprar lo necesario para el gran día de mañana, tras dos horas de compras nos devolvimos a la casa, subí con cuidado a la habitación notando a mi Nath dormido por lo que sonreí para bajar con Saray y la bebe.

—. ¿Cómo te estás sintiendo? Ya pronto nacerá ese pequeño.

—. Me siento muy bien, aunque me da miedo cuando sea la hora de parto Saray, sería la primera vez entrando al quirófano…

—. Tranquila, Jake saldrá sano y fuerte, no debes tener miedo igual a ti te dormirán de la cintura para bajo como quien dice para que no sienta dolor, al igual que tampoco verás el proceso solo escucharas a tu bebe y estarás feliz.

—. Eso espero, aunque yo confió que todo saldrá bien.

—. Verás que sí, nosotros estaremos contigo en ese momento.

Sonreí acariciando ligeramente mi vientre, las horas empezaron a pasar y el día acabo, Nathaniel solo se levanto a comer porque lo mande a dormir enseguida, note que las ojeras disminuyeron un poco al igual que sus ojos se podían mantener más despiertos, pero era mejor que siguiera durmiendo.

Al día siguiente cuando desperté mi amado no estaba en la cama, suspire y me levante con cuidado para ir al baño para lavar mi cara, al bajar a la primera planta lo vi en la cocina preparando el desayuno acto que me hizo verle con ternura para abrazarle por la espalda hasta donde mi vientre me lo permitiera.

Mientras desayunaba sentí pequeñas contracciones, pero todo se controlaba y desaparecía dicho dolor, me di una ducha y me recosté acariciando mi vientre durante toda la mañana, en la tarde la fiesta empezó a arreglarse entre Saray, Kennta, Ross y Jona, mientras que yo me encontraba con Nathaniel, sentía pequeñas punzadas como contracciones leves.

—. ¿Amor estás segura de que te encuentras bien?

—. Si no te preocupes amor, seguro nuestro pequeño debe estar emocionado con la fiesta que se está moviendo de más.

—. Hum, bueno amor ven vamos es momento de empezar a arreglarnos pronto llegarán los invitados, ya las chicas y Ross están terminando de arreglar todo abajo.

—. Está bien amor, me iré a duchar primero.

Me levanté de la silla en donde estaba para tomar mi toalla e ir al baño, a los minutos salí del baño para vestirme con ayuda de mi esposo, ambos al estar listo bajamos y los chicos tenían todo listo, se veía bien bonito todo, ellos se fueron a arreglar y yo me quede con Nath recibiendo a los invitados.

La velada transcurrió en paz, muchos regalos le dieron a mi pequeño, pero cuando iba sirviendo los platos de comida que repartía Nathaniel unas fuertes contracciones empezaron atacarme, me tuve que sostener del mesón y di un fuerte grito que todos se alertaron, Jona, Kennta y Saray entraron de golpe a la cocina dejando las bandejas a un lado, sentía como un líquido recorría por mis piernas… Había roto la fuente.