–¡OIGAN! – Jimin golpeó la puerta varias veces –¡No me dejen con este pato! –
–¡Genial! – dije de manera sarcástica, escuché como se alejaban dejándonos solos y ¡encerrados!
Jimin comenzó a forcejear con la puerta, aun así no conseguía su objetivo.
–Ya ríndete, tienes unos brazos de fideos, no podrás abrir nada…– dije seria –lo único que sabes es abrir son las latas– susurré. Y Park resoplo.
–¿Podrías dejar de hablar necesito concentrarme, no ves que intento abrirla para que podamos salir? – dijo aparentemente fastidiado por mi comentario.
–Como sea, mejor me siento a esperar– dicho y hecho, me senté en una de las sillas –estas horas serán una eternidad– bufé frustrada.
Jimin comenzaba a rendirse, se dejó caer haciendo su recorrido con la espalda por la puerta hasta llegar al suelo.
– ¿rendido? – pregunte.
–¿Tu qué crees? – pregunto sarcástico
–Debí tomar agua antes de todo esto– me queje con un puchero.
–¿Cómo esta el pato que te regale? – preguntó.
–Está bien.. lo estoy cuidando bien– desvié mi mirada hacia la ventana ¿Debería agradecerte por el “regalo”?
–¿Cómo está el pato que te regale? – preguntó.
–Está bien... lo estoy cuidando bien– desvié mi mirada hacia la ventana ¿Debería agradecerte por el “regalo”?
–pensé que lo desecharías– bufó –pero ya que lo estas cuidando me gustaría verlo– mencionó
–No despacharía a ningún animalito, y... – lo miré con una expresión un tanto sorprendida –¿En serio te gustaría verlo? – pregunte curiosa
–Por supuesto ya que me esforcé buscando a ese pato– sonrió.
–Sonreíste– sonreí emocionada –¡Sonreíste sin hipocresía ni burla delante de mí! – lo señalé.
–es porque fue muy pesado y difícil elegir uno que se parezca a ti– bufo.
–¿Qué? Eres un idiota, Mochi no se parece a mí– mencioné.
– ¿Mochi? ¿cómo se te ocurre ponerle uno de mis apodos poco conocidos? Aunque pensándolo bien Mochi no se parece a ti incluso es más listo que tu– mostro una media sonrisa.
–Ash... ¡¿Quieres que te mate aquí mismo y que solo encuentren tu cadáver?! – lo miré amenazante –soy una de las mejores en clase, así que cállate– añadí molesta, creo que le estoy dando el gusto de molestarme, lo mejor será que lo ignore
–Vaya, vaya me estas retando, soy muy bueno irritando a personas. Además, tu podrías salir perdiendo aquí– sonrió ladino. Lo ignoré por completo como si solo yo estuviera en el aula, ni siquiera crucé miradas con él.
–Veremos si logras ganarme– dijo muy cerca de mí, solo suspiré como si nada, vamos a ver quién gana.
–Impresionante ¿cuál es tu secreto para no sonrojarte? – preguntó. Tan estúpido, si quiere me puede tomar como Wikipedia para preguntar lo que quiera, pero no responderé.
–¿No lo harás? – preguntó molesto –interesante el "patito" se resiste– se burlaba. Cielos denme paciencia, porque si me dan fuerza lo mató. Suspiré y convertí mi expresión en una neutra, me levanté y comencé a dar vueltas por el aula ignorándolo por completo.
–ya responderás– bufó.
Caminaba por el lugar sin embargo al pasar por una zona poco iluminada tropecé con un objeto.
–Mierda– susurré, cerré los ojos para esperar el impacto, pero lo que sentí fue como jimin recorrió mi cintura con su brazo para sostenerla
–Deberías tener cuidado– reprochó.
–gra-gracias– fue lo único que dije para después intentar quitar sus manos de mi cintura, pero… Jimin también perdió el equilibrio y cayó sobre mí, ahora estábamos demasiado cerca.
–P-puedes quitarte? – pregunté sin mirarlo a los ojos, mis mejillas ardían, seguramente estaba roja
–a-así lo siento– intento levantarse y cuando ya lo estaba por hacer tropezó nuevamente.
Nuestros ojos se encontraron, ¿Cómo fue que llegamos a este punto? ¿¡Y porque miércoles está mirando mis labios en este instante!? Con la poca fuerza que tenía en ese momento hice un esfuerzo y me lo saqué de encima. No dije absolutamente nada y solo me fui a sentar para después tapar mi rostro en la mesa del pupitre, ¡Quiero salir de aquí ahora mismo!
Hubo un silencio incomodo, tardaron aproximadamente una hora para que nos dejaran salir del aula. Salí corriendo directo al baño. Me lave el rostro que aun lo traía enrojecido bajando la temperatura, salí del baño en busca de las chicas.
– ¡¿Por qué lo hicieron?! – grité. – ¿quién ideo este plan?
–Tranquila... – dijo Mina poniendo sus manos en mis hombros –solo fue para que hablaran… y ¿Llegaron a algo? – pregunto. Iba a responder, pero me sonroje al recordar lo que había pasado en el aula
–¿T/N sucedió algo?
–Oye… ¿Estas sonrojada? – dijo Jiwoo emocionada –no me digas que…– levantó las cejas
–estar encerrada por mucho tiempo y en un lugar poco ventilado me produce estos efectos secundarios– respondí dudosa.
–Si... claro– Jisoo achicó los ojos –y dime ¿Se pelearon o algo así?
–no sucedió nada, y nada de lo que piensas sucedió–
–¿Jisoo tu sabías algo de esto? – pregunte.
–Ammm... ¿más o menos? – respondió dudosa. bufé frustrada
–Mina aun no me has respondido ¿quién ideo este plan? –
–Yo…– hablo rápido para después ponerse detrás de Jiwoo y Jisoo –Yo y Taehyung– respondió.
–¡¿Taehyung?! ahora todo tiene sentido, pero ya vera... y ustedes tampoco se salvan–sentencié.
–No te enojes–Jiwoo se acercó a mí y me abrazó, después vino Jisoo y Mina.
–Jungkook también ayudo así que no mates solo Taehyung, no nos hagas daño– Jisoo hizo puchero junto con unos ojos de cachorro.
–Bueno pues que alegría me desestresare después de masacrarlos– dije tranquila. Después de que las chicas me pidieran perdón una 20 veces para evitar que las masacrara las perdone, cuando por fin acabaron las clases restantes me fui directo a casa, este día se me hizo eterno. Vi a Jimin muy callado y pude notar como me miraba en algunas clases, ¿Pensara hacerme otra broma? Espero que no.
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Editado: 11.03.2021