‧̍̊·̊‧̥°̩̥˚̩̩̥͙ cuzia ˚̩̩̥͙°̩̥‧̥·̊‧̍̊
El silencio era lo que nos acompañaba en la cena junto a mi abuelo y Ariosto, el sonido de los cubiertos era lo que nos acompañaba. Aunque aun tenia curiosidad en mi por las palabras de aquel hombre, ese mismo día le pedí al chofer de Olinda que fuese a verlo, quería saber su estado. Pero extrañamente ya se había ido, dicen que pareciera que había desaparecido nadie lo vio salir de la habitación o del hospital, aunque unas personas de trajes oscuros habían preguntado por el aunque no parecían tener buenas intenciones. Aunque no estaban seguras las enfermeras. Solamente suspire en bajo viendo a mi plato.
-cuzia_ alce la mirada a mi abuelo_ ¿sucede algo?
-no, porque
-pareces perdida en tus pensamientos o preocupada ¿estas bien que todo está bien?
-bueno… quería preguntarte algo abuelo
- ¿Qué cosa cuzia? _deje los cubiertos en el plato buscando las adecuadas palabras para no poder preocuparlos
-escuche algo sobre… una organización criminal que era antes de los Fiore_ los dos se tensaron viéndome
-a que te refieres cuzia
-bueno, no es nada malo. Solamente escuche de unas personas un día que Sali con Zaira que una organización, diría una mafia antes era la dueña de Florencia, pero… que llegaron los de Fiore y se la arrebataron, solamente me causo curiosidad y… bueno, no sé si tu Ariosto o tu abuelo saben algo_ los dos se miraron entre ellos, aunque mi abuelo bebió de su copa de vino para verme directamente a los ojos dejándome ver la seriedad de mi pregunta como la preocupación en su respuesta
-sí, antes había una mafia que lideraba Florencia antes, yo era un joven de quince o dieciocho años. Les hacían llaman la orquesta_ dejo su copa sobre la mesa_ eran personas tanto hombres como mujeres que tocaban bellas melodías con instrumental; flautas, pianos, arpas, violines, violonchelos entre otros instrumentos. Pero ellos realmente podíamos decir que no eran tan malos. Aunque asesinaran o robaban a otras ciudades, protegían la ciudad y sus ciudadanos de la maldad
-que paso con ellos
-aunque fueran una mafia peligrosa y podría decir bella por su música. Eran ciertamente débiles de mentalidad, muchos murieron a base de otros enemigos que los engañaron por querer presenciar su música, para ellos su mayor amor era la música y su mayor punto débil. Cuando nació mi hija, leda comenzó a escucharse el nombre de los de Fiore, a diferencia de aquellos músicos, los de Fiore eran personas sanguinarias; llenas de odio, superioridad, avaricia, sangre y poder mataron a todos los miembros de la orquesta hasta no queda uno solo. No supe realmente si sobrevivieron algunos o acabaron con todos, pero ahora los de Fiore dominan toda la ciudad y a Florencia, por tal motivo es que ahora vivimos bajo miedo ante la ira de los de Fiore. Si fueron capaces de matar a la orquesta por tener el poder no sabríamos que son capaces de hacer si realmente los haces enojar.
-y… has tratado con uno de ellos abuelo_ suspiro bajando la mirada
-creo que es suficiente cuzia_ mire a Ariosto, aunque mi abuelo hablo
-si, al que llaman el tigre de diamante cuzia_ lo mire fijamente_ si podría decir, el es el mas sanguinario de los de Fiore que he conocido en toda mi vida. Pero… no hay que preocuparnos de nada, todo estará bien_ solamente sonreí a mi abuelo, aunque si realmente los de Fiore son una pesadilla encarnada, solamente pienso en… adalardo, el me confeso ser de la mafia y… un de Fiore… pero me ha tratado tan lindo además de pedirme casarme con él, será realmente que todos los de Fiore son… asesinos crueles.
-cuzia_ lo mire_ me escuchaste
-perdón, estaba pensando en lo que mi abuelo me dijo
-descuida, estaba proponiéndole a tu abuelo que si tocabas un poco para nosotros, quisiera escucharte
-claro que si_ sonreí para levantarme viendo a una de las sirvientas traer mi violín, lo tome para recargarlo en mi hombro cerrando los ojos dejándome llevar por las bellas melodías que el arco creaba al pasar suavemente por las cuerdas del violín.
El poco silencio de la mansión parecía opacarse por las bellas melodías del violín, aunque frente a mi abuelo y Ariosto me sentía tan llena de inspiración y adoración sintiendo cada melodía salir de mi corazón y espesar la gran pasión que sentía, mis dedos se movían conforme a las dulces melodías. Por algunos momentos moví suavemente mis pies o mi cuerpo mi mente haciendome sentir el calor del sol en mi cuerpo, la mirada de las personas en la plaza, los sonidos de los autos al pasar, conversaciones de otras personas y sus aplausos, no evitaba sonreír en sentirme plena.
La música parecía ser una parte de mi corazón, de mi alma que podía mostrar su gran amor ante las melodías del violín, aunque mi voz callara mi violín podía expresar lo que siento. Aunque al terminar solamente pude abrir de nuevo los ojos viendo a mi abuelo y Ariosto que parecían… ¿preocupados? Los sirvientes, los choferes y mas trabajadores de la mansión se emocionaron demasiado al escucharme, pero las miradas se Ariosto y mi abuelo parecían estar preocupados por escucharme.
-pasa algo abuelo_ negó para sonreír
-eres realmente talentosa cuzia, me encanto escucharte tocar
-gracias abuelo
-cuzia_ Ariosto se aclaró la garganta_ podrías interpretar otra nota
-claro que si
-pero… podría ser una de la famosa cuervo celeste_ me tense un poco, aunque solamente sonreí
-si…_ me sentí nerviosa, mi abuelo no sabe la verdad
- ¿cuervo celeste?
-sí, es una joven que toca el violín en la plaza de la republica con otras chicas bailando a su alrededor, cuzia es muy buena tocándolo y quería saber si ella podría interpretar una de sus melodías
Editado: 07.06.2024