No somos iguales

Capítulo 1: La pesadilla

Alison
El agua fría cubre todo mi cuerpo, intento sacar la cabeza pero parece imposible, siento que me estoy ahogando cuando por fin saco la cabeza del agua y puedo respirar, el mar está agitado, la oscura noche me impide ver algo, está tan oscuro que hasta siento que puedo tocar esta oscuridad con mis propias manos, lo busco por todos lado
- Ben, Ben- grito desesperadamente mirando a todos lados pero sin poder ver nada, solo siento el agua que cubre todo mi cuerpo
De repente, sin previo aviso una ola bate contra mi y hace que vuelva a sumergirme, esta vez me siento atrapada dentro del profundo océano, no puedo salir, no puedo respirar, siento como el agua va llenando mis pulmones y no puedo hacer mas nada que sentir como muero poco a poco.
- Alison, Alison- despierto al escuchar mi nombre, estoy sudorosa, con el rostro lleno de lágrimas y temblando, mi amiga me abraza fuerte.
- Estás bien?- Me pregunta cogiéndome de los hombros y separándome un poco para mirarme
- Si, era solo una pesadilla
- La misma de siempre?- Yo asiento y me pongo de pie, comienzo a secar mis lágrimas.
- Qué hora es?
- Las cuatro de la mañana
- Oh Margaret, te he despertado, lo siento
- No te preocupes, quiéres hablar de eso? es bueno hablar
- Era lo mismo de siempre, ese recuerdo que no sale de mi cabeza, estaba en el mar y llamaba a Ben, solo había oscuridad y luego, luego no había nada, moría
- Creo que deberías ir a terapia amiga, aún estás traumatizada, llevas 13 años teniendo todas las noches la misma pesadilla
- Si, la muerte de Ben me afectó demasiado.
- Pero Alison, eso ocurrió hace ya 13 años, tienes que superarlo
- Iré a correr un poco- Le digo ignorando su comentario y salgo a la calle.
Mi amiga tiene razón, como siempre, pero aunque he hecho mucho esfuerzo no puedo dejar atrás lo ocurrido. Tengo 25 años, cuando tenía 12 mi madre, mi hermano y yo estábamos en un barco, este naufragó en medio de la noche y mi hermano murió ese día, desde entonces ese recuerdo atormenta mis sueños y no me deja dormir, ese día casi muero y desde ese día nunca más he vuelto a poner un pie en el mar. Me aterra y no puedo evitarlo. Todas las mañanas corro por la calle varias horas, es uno de mis métodos para distraerme. Soy una persona de rutina, luego de correr voy al hospital a ver a mi madre, desde la muerte de mi hermano ella no volvió a se la misma, su mente no aguantó y se encerró dentro de sí misma, ahora está en una clínica donde gracias a los medicamentos y las terapias aveces olvida un poco la depresión y puede, por muy poco tiempo ser la misma de antes.
- Ya vuelves, pensé que hoy tardarías más - comenta Margaret cuando me ve entrar
- con dos horas tengo, iré a ver a mi madre y luego al trabajo
- oye Alison, no olvides que hoy tienes que cuidar de mi pequeño, tengo trabajo, estaré toda la noche fuera
- No te preocupes
Mi amiga y yo nos ayudamos mutuamente, somos bastante pobres pero trabajamos honradamente, yo soy vendedora en una tienda de alimentos y ella trabaja de mesera en un restaurante muy bonito y pequeño. Cuando nos conocimos ella estaba en la calle con su pequeño, había huido de su casa, la recogí en mi casa a pesar de una hipoteca que debía pagar más la clínica de mi madre y muchas deudas, pero juntas nos ayudamos y aunque no da para mucho lo que ganamos, nunca nos ha faltado nada.
Llego al hospital y visito a mi madre, hoy es uno de esos días en los que está en la cama triste, le hablo durante bastante tiempo y le leo un poco aunque ella no me dice nada.
- Alison, podemos hablar?- Me dice la encargada de la clínica, yo asiento y nos dirigimos al despacho de la señora
- Alison, este lugar sé que es un poco caro pero es porque tenemos las mejores condiciones, usted nos debe aún el mes pasado y este y nosotros necesitamos ese dinero.
- Solo necesito un poco más de tiempo y
- No hay tiempo, tu madre necesita mucha atención y medicamentos, si no pagas tendrá que llevársela
- Juro que le voy a traer todo el dinero, este mes ha sido complicado
- No me interesan sus problemas señorita, tiene una semana para pagar
Salgo de la clínica con el corazón en la mano, qué voy a hacer? lo que gano no es mucho y he tenido que pagar muchas deudas, además de que tengo que pagar la hipoteca para que no me quiten la casa, llego a trabajar a tiempo y paso todo el día en la tienda pero mis pensamientos son para mi madre
- Alison, hablemos - Me dice el dueño de la tienda y algo me dice que el día irá para peor
- Si señor?
- Tengo que hacer recortes de personal, lo siento mucho, pero debo despedirle
- pero siempre he hecho bien mi trabajo
- Lo sé preciosa pero eres la nueva aquí y esto es un lugar pequeño, las ventas han bajado y no tengo dinero
- Necesito este trabajo- nunca he rogado en mi vida pero creo que este no es el momento para ser orgullosa
- Usted necesita dinero, yo puedo darle mucho a cambio de...otros servicios - Dice el hombre mirándome descaradamente y siento asco
- No estoy tan desesperada
- Yo creo que sí, deje el orgullo Alison, puedo darle lo que quiera, solo tienes que darme ese precioso cuerpo
- Es usted un cerdo - Le digo sin poder contenerme y salgo de ahí lo más rápido que puedo.
Camino sin rumbo alguno, ahora estoy sin trabajo, era lo que me faltaba, mi vida se ha vuelto una pesadilla, qué voy a hacer? Llego a la casa con el ánimo por los suelos
- Amiga y esa cara?
- Me han despedido y además me han dado un ultimátum con mi madre, debo dos meses y no sé cómo pagar
- tengo algunos ahorros
- No Margaret, tienes un hijo
- Saldremos de esta Alison, siempre lo hacemos, ya me voy - Margaret me da un beso en la mejilla y se va, yo voy al cuarto del pequeño de dos años que ya duerme, Christopher, duerme tan tranquilo que me causa envida.



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En el texto hay: secretos, amor, niño

Editado: 07.12.2022

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