5.
Después de terminar sus clases se había ido a refugiar al salón de arte, visitaba el club cada vez que se sentía aburrida y nadie la juzgaba por eso, ahí podía platicar a gusto con sus amigos y veía cómo explotaban su talento artístico cosa que ella carecía, cada vez que agarraba un pincel desperdiciaba un lienzo con aberraciones las cuales no podían llamarse arte, a pesar de eso ni ella ni sus amigos y compañeros se les había pasado por la cabeza sacar a Julie del club.
El lugar se encontraba en el tercer piso del edificio M y estaba bien ubicado, por sus ventanas se podía apreciar la universidad casi en su totalidad. A Julie le gustaba recargarse sobre la ventana y ver a las personas que pasaban, no había nada especial en eso pero a ella la relajaba, a veces pensaba que en esa posición parecía la protagonista de alguna serie romántica.
El ruido a su alrededor le era indiferente de hecho en ese momento todo lo era, estaba demasiado ensimismada en sus propios pensamientos. Estuvo escribiéndole todo el fin de semana a James, no esperaba mucho de él pero tampoco creía que ignoraría cada uno de los mensajes que le mandó, no supo con exactitud cuántos mensajes le había mandado pero calculaba que habían sido más de treinta. Al principio no quería ser molesta y solo mando dos mensajes preguntándole cómo había ido su día, al no obtener respuestas mando otros dos, pasó el tiempo y seguía sin tener ninguna notificación, en un acto berrinchudo empezó a bombardear a James con múltiples mensajes, muchos de ellos sin siquiera sentido hasta llegar a la ridícula cantidad de treinta mensajes ignorados.
Sabía que por la personalidad de James, era más que obvio que la ignoraría y que si seguía siendo tan molesta llegaría en algún momento a bloquearla, pero ella no podía evitar sentirse satisfecha al saber que estaba molestandolo. Sabía que estaba mal pero no podía o más bien no quería detenerse.
Sus amigos tenían una entretenida conversación a su lado mas Julie no entendía ni una sola palabra de lo que decían, sus voces se escuchaban solo como una bola de palabras sin sentido para ella en ese momento, usualmente se sentiría excluida ya que la estaban ignorando por completo pero en esa ocasión agradeció la poca atención que le estaban dando ya que se estaba entreteniendo demasiado viendo cómo las personas se veían tan pequeñas desde su posición.
Estaba viendo un par de chicas leyendo bajo la sombra de un árbol cuando su vista captó a una persona interesante, James pasaba frente al par de chicas, las dos tan solo lo vieron empezaron a cuchichearse al oído y a sonreír embobadas, James ni siquiera les hizo caso tan solo pasó de largo pero las chicas se levantaron de su lugar y lo siguieron por detrás a una distancia poco discreta hasta que se perdieron en la distancia.
Julie no pudo evitar reír ante la escenita que esos tres le habían regalado, cuando decían que James era todo un Donjuán no mentían, tenía a las mujeres literalmente tras de él y no parecía siquiera que se esforzara.
–Julie ¿sucede algo? —preguntó Amos a su lado.
—No es nada solo... — apuntó a la ventana— Acabo de ver algo gracioso.
—¿Qué cosa? —preguntó Alex acercándose curioso a la ventana para ver a lo que Julie se refería.
—Muy tarde para ti, James pasó y dos chicas lo siguieron como si fuera su dueño, se veían bastante lindas siguiéndolo por detrás y él ni siquiera las vio —dijo Julie divertida.
Ella seguía riendo por lo que acababa de ver pero el silencio de sus amigos la hizo parar. Todos la veían sorprendidos, Alex estaba más en un estado de shock que sorprendido.
—¿James? —Naomi fue la primera que preguntó.
—Si —Julie respondió sin comprender la reacción de todos.
—¿James Holand? —preguntó Chad.
—Si, James Holand— volvió a reafirmar— ¿Qué les sucede por qué me ven así?
Todos se voltearon a ver confundidos como si Julie estuviera hablando en otro idioma.
—Julie, ¿acaso has hablado con James? —Naomi preguntó en un tono preocupado.
—Si, por supuesto —todos acentuaron sus expresiones de preocupación —Oigan ¿qué les sucede?
—Julie siempre he creído que eres demasiado buena para tu propia seguridad, pero ¿no crees que esto ya es demasiado? Es James Holand, no deberías acercarte a personas como él, no es bueno para ti —Naomi volvió a decir preocupada.
Julie sentía que la estaban tratando como si fuera una niña— Él no es una mala persona, es un poco gruñón y no sonríe ni habla mucho pero no es malo, de hecho creo que es un poco agradable.
Las expresiones de todos no estaban cambiando aunque Julie les estaba explicando que James era inofensivo, bueno inofensivo por lo menos para ella.
Amos se acercó a ella y la tomó suavemente del hombro— Escucha Julie, los rumores existen por algo y los que James tiene no son nada buenos, ya te lo habíamos dicho él no es como nosotros, quién sabe en lo que ese chico esté metido —la voz que Amos estaba utilizando era la mismo que la de un padre advirtiendo a su hijo— Será mejor que te alejes de él, no sabemos lo que podría tratar de hacerte, él es bien conocido por hacer cosas indecentes y tú no eres así. Es por tu propio bien, no vuelvas a acercarte a James y si vuelve a molestarte me encargaré de que no vuelva a tratar de siquiera acercarse a ti a menos de diez metros.
No podía creer lo que Amos estaba diciéndole, lo peor de todo es que todos parecían concordar con él— Okey, creo que tienen una idea muy pero muy equivocada de James.
Julie alejo a Amos de ella y se paró para enfrentarlos a todos.
—Escuchen, he hablado con él y hasta ahora no parece una mala persona, creo que simplemente no tiene muchos amigos y no sabe cómo tratar con las personas pero no es malo, es gruñón y algo grosero pero jamás me ha tocado ni ha intentado hacerme nada, él no es un monstruo solo es un chico.
Sus amigos seguían sin cambiar sus expresiones preocupadas, en el caso de Alex aterrada. Julie cerró sus ojos por un momento y con la voz más dulce y convincente posible trató nuevamente— Miren él no parece ser tan malo como ustedes creen, además si en algún momento trata de hacerme algo serán los primeros en enterarse.