Teddy Lupin
Enero, 2015
“Más tarde sucedería que me haría novio de Victoire. Todo empezó cuando ella estaba en la casa de Ravenclaw y yo en Hufflepuff, sentía que ella era odiosa, siempre se dirigía a las personas de forma prepotente, hasta que un día la encontré llorando en un pasillo por la noche, yo era prefecto, por lo que debía estar pendiente. Esa misma noche, me platicó que su novio le había sido infiel, no dije nada, sólo dejé que se desahogara y abriera sus sentimientos, fue cuando capté que ella no era odiosa, simplemente contestaba a las personas de forma violenta como autodefensa.
Pasaron meses, donde nuestra amistad se desarrolló bien, era buena compañía, llegó el día de ir a Hogsmeade, Victoire y yo acordamos vernos en Las tres escobas, no supe si sería una cita. Al llegar tomé la confianza de sentarme en una mesa y de inmediato pedir una cerveza de mantequilla, tardó en llegar, pero ya que llegó platicamos, se veía nerviosa y de hecho hubo un momento en el que le platicaba mis experiencias con el Quidditch, cuando de la nada me dio un beso de sopetón. Lo único que hice fue quedarme en shock. Ella dijo estar enamorada de mí, le pedí tiempo”.
—Recuerdas cuando me cargabas de pequeña, era agradable —estaban sentados y apoyados en un gran roble.
—Aún lo puedo hacer, además sigues siendo pequeña.
—¡Teddy!, ya no soy tan pequeña —refunfuñó la pelirroja de menos de siete años a su lado.
No podía ser más feliz, estaban en época de invierno y se podía ver todo el patio de la casa cubierto de nieve.
—Sabes, no me gusta el invierno, es demasiado frío, prefiero la calidez que emana la primavera —decía la pelirrojita, mientras se le podía ver la irritación que le causaba el frío a su pequeña y respingada naricita por la baja temperatura que había.
Era pequeña en edad, pero de gran inteligencia, eso es lo que te enseña los libros, extensión en el vocabulario, era como una pequeña sabelotodo.
—Te vez muy linda con ropa de invierno Luna, vele el lado bueno.
Volteé a verla, para saber que gesto hacía. Parecía que se había cohibido.
—Teddy, ¿Por qué nos hiciste esto?
Se empezaba a trastornar su vista, Lily parecía estar llorando, no sabía lo que estaba pasando.
—Li, ¿Qué pasa?
Justo en el momento un hombre se acercó de espaldas a ella y puso la varita en su cuello. Reaccionó rápidamente he intentó atacarlo con un desmaius, pero parecía que su varita no funcionaba.
Trató de abalanzarse al hombre, más no fue lo suficientemente rápido como para atraparlo y desapareció. Reapareció en su espalda y escuchó como nombró el maleficio imperdonable, pero no dirigido a él, sino a la pequeña Li, para después desaparecer, no sin antes él haberle mandado un encantamiento rastreador. Parecía que esta vez sí había funcionado su varita.
No alcanzó a detener el hechizo imperdonable y le terminó impactando. No podía ser verdad, tenía que ser un sueño. Corrió a atrapar el cuerpo de su amada, que ya no tenía la apariencia de siete años, para descubrir que ya estaba muerta. No pudo evitar gritar y llorar de la frustración.
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Se levantó al instante del sueño sudando, estaba oscuro, era de madrugada aún. Parecía que la primera parte era un recuerdo de hace más de diez años. La última parte era su subconsciente alertándole del peligro que corría Lily. Temía perderla.
Se levantó a tomar un vaso de agua, la angustia y preocupación ya no le dejaban dormir en paz. Tomó asiento en el sofá de la sala mientras prendía el aparato muggle que emitía luces y sonidos que le habían regalado, cambió de canal hasta llegar a una de las repeticiones de los noticieros muggles. Le subió para escuchar lo que decía la reportera.
—Nos reportan que ha habido ataques por parte de terroristas en diversas calles de Londres, entre ellas la calle Lombard y Gracechurch, pero no se alarmen, según varios reportes de la policía informa que tiene todo bajo control. En otros momentos, pasamos a…
Apagó de inmediato la televisión, era obvio que no era normal el lugar en el que se estaba dando, estaba casi seguro de que el mundo mágico estaba relacionado. Se tomé el cabello frustrado de no poder dormir, se le habían quitado las ganas.
Decidió ocupar su tiempo en algo más productivo que acostarse y no poder dormir, empezaría a indagar la información que se encontraba entre las evidencias de misiones pasadas, algo se le estaba yendo, pero que era. ¿Quién era el que estaba detrás de esto? ¿Por qué lo hacía? ¿Qué tenía el que ver? ¿Por qué querrían a Lily?
No recordaba haber hecho algún enemigo durante la juventud, entonces por qué querrían vengarse. O tal vez Lily tenía uno, pero porque a él le llegarían las cartas, ¿No sería más fácil que le llegaran a su padrino? Nada tenía sentido.
Lily Potter
Estaba algo nostálgica, por alguna razón en sus recuerdos del pasado con Ted. Aún no entendía cómo y por qué había dado ese cambio tan grande en la actitud que tenía con ella.
Recordaba como ella de pequeña ansiaba la llegada de Teddy a su casa, pues pasaba largos periodos en Hogwarts, sin embargo, para ese verano él ya no era el mismo. Inició siendo distante, pero como explicarle a la Lily hostigosa de siete años que para él ya no era divertido compartir su tiempo con ella. Después se volvió grosero, la Lily de ese entonces seguía insistiendo, era ingenua y no entendía lo que era tener dignidad. No lo entendió hasta que finalmente llegó un punto en el que ella no pudo más.