Mi cara aún reflejaba la palidez del día anterior, cada vez que mi cuerpo se atacaba así mismo me dejaba exhausta y blanca como un papel a pesar de que soy de piel bronceada.
No pase por el casillero, mi estado de humor y ánimos era exactamente lo que odiaba de mi enfermedad; jamás podría decirle a alguien sobre ella, sin que pensara que podría contagiarse si se acercaba a mí. Para hacer de cuenta que no existía me concentre tanto en estudiar y en leer que me olvidaba de ella hasta que me atacaba, pensaba que mis medicamentos eran vitaminas diarias que necesito para poder crecer fuerte ya que estoy entrando en la edad adulta.
Es nuestra clase de biología, espero no estar con ninguno de los tontos esos.
-Buenos días maestra, - dije con pocos ánimos y tome asiento en mi lugar, abrí mi mochila saque mi cuaderno y libro.
No me fije alrededor a ver si había alguno de ellos en la clase en ese momento; la verdad estaba de muy mal humor.
Creo que el grupo de apoyo no fue de mucha ayuda, ¿Por qué razón me habré desmayado?
Jaime llamo a Bush, para preguntarle la razón y este le dijo que todo debió ser debido a Max y su reacción emocional al recordar lo que paso y que también fue doloroso para él; por tal razón mi sistema recordó lo sucedido y el cuerpo es más inteligente que la mente, te recuerda las sensaciones; no quisiera ni recordar esas manos que intentaron tocarme o esa respiración en mi cabello.
*Jey*
Su rostro se veía pálido y sin energías, no era esa chica que el día anterior nos fleto a todos incluyendo a Brat, es que en sus ojos reflejaba algo que no sabía y la verdad era que lo quería descubrir. Sólo tenía una semana en clases y ya parecía agotada, ¿cómo si sus energías se hubieran esfumado de pronto?
De pronto un sonido de mi celular me saco de mis pensamientos, la profesora alterada grito.
- ¡espero no encontrar al dueño de dicho timbre! porque estará castigado; - miro por encima de su hombro y volvió la mirada al pizarrón mientras escribía.
Lo coloqué rápidamente en vibrador y llego otro mensaje.
"Te estaremos esperando donde siempre, no vayas a ninguna otra parte, ¡gilipollas!"
-Jayson-
Al momento que salía del mensaje, otro llegó al instante.
" No vuelvas a casa si hoy no has encontrado un trabajo, ya estoy fastidiado de verte la cara, asesino de mierda".
-Papa-
Sentí el énfasis que hizo en esa última frase; ¿por qué aún me culpa?
Sin más borre el mensaje, mientras suspiraba con resignación meditando en el odio injustificado de mi padre por algo que pasó hace tiempo y rompió nuestra familia, echando la culpa hacia mí.
Mientras guardaba mi celular no pude evitar volver a mirarla, en ese momento tomaba agua que se derramada un poco por sus labios y lo limpiaba con su pulgar, mientras colocaba la botella en el suelo mis ojos seguían cada uno de sus movimientos, su cabello de delante callo justo a sus mejillas debido al corte y de pronto me sentí algo celoso de ellos.
Mis pensamientos otra vez fueron interrumpidos. - ¿¡Angelito Toledo!?, ¿está usted muy cómodo en las nubes que se encuentra ahora mismo?
- Disculpe profesora ¿qué me decía?
- Le decía que vamos a hacer un proyecto en equipo de dos, -respondí con la cabeza y ella continuó la explicación del proceso.
- Como les decía chicos, el trabajo es de dos personas, yo como sé que les encanta trabajar con la misma persona todo el tiempo he creado un sistema novedoso y lleno de enojo y maldiciones para ustedes, y ya que me llaman la “zorra de satán”, le daré honor a mi nombre.
- tengo papeles aquí y aquí, - mostrando dos envases y prosiguió, - en uno están las chicas y en otros están los chicos, serán grupos mixtos. - Llamo a su escritorio a Gabi y a Nick, - Nick sacas los de las chicas y tú Gabi sacas los de los chicos.
- ¡Javier! - Dijo Gabi el primer nombre.
-Alexa, dijo Nick. - Karl y Paula.
- Josh y Staice.
- Sophia y Antonio, - pasaron los nombres así durante cinco minutos.
- Jey y Hope.
- ¡¿Queeee?! - Se escuchó decir a una voz femenina, - ¿con él? ¿profesora podría cambiarme?
- No señorita, no hay cambios, - la escuché decir, una parte de mi celebraba como si, eso era lo que quería en realidad. Pero la chica seguía protestando.