Beomgyu lanzó su celular a su suerte apenas desactivó la molesta alarma. Hundió su rostro en la almohada e intentó regresar al hermoso sueño en donde vivía lejos de todo ese asqueroso sitio, lejos de la ciudad, de los rascacielos, perdido en el bosque y viviendo en una cabaña. Quizás podría escalar todos los árboles que él quisiera. Podría nadar todos los días en las claras aguas de un lago. Podría pescar su propia comida y en los días de lluvia saltar sobre charcos, embarrar su ropa y finalmente dejarse caer rendido en el césped, dejando que el agua se lleve consigo todos sus pesares.
Sí, Beomgyu hubiese sido más feliz naciendo como un animal salvaje que como un humano. Hubiese sido más feliz cazando su propia comida en vez de esperar a la cena y encontrarse con la mirada recriminadora de su madre. Hubiese sido más feliz viviendo al aire libre que dentro de esa reluciente casa llena de cristales. Y definitivamente, definitivamente, hubiese sido más feliz durmiendo en una húmeda y apestosa cueva que en su cama, pues no existía peor lugar para estar que ahí cada vez que a Soobin se le ocurría hacer de buen y responsable hermano mayor, es decir, todas las mañanas.
- ¡Beomgyu, vas a llegar tarde! - Escuchó los reclamos del pelimorado, quien de un tirón lo despojó de sus cálidas mantas, provocando que el muchacho se volviera un ovillo sobre el colchón.
Oh, pero él definitivamente no podría ser feliz sin sus mantas.
- Si no estás en la mesa en 10 minutos, juro que me iré sin ti. - La puerta de su cuarto finalmente se cerró y abrió sus ojos, a sabiendas de que su hermano realmente era incapaz de dejarle.
Pero de todas formas obedeció, por supuesto. No quería arriesgarse a que su hermano mayor esta vez sí decidiera subirse al auto sin él, y su madre, obviamente, no dudaría en arrancar para dejar a su pequeño monstruo atrás. Si eso llegaba a pasar, él tendría que hacer todo el camino hasta la parada y tomar el ajetreado y poco recurrente bus de la mañana. Él era demasiado reacio a empezar así su día. Una masa de gente aplastándolo no era una de sus cosas favoritas, en realidad le provocaba arcadas de sólo pensarlo.
Porque Choi Beomgyu odiaba las aglomeraciones. Y en sí, él no era bueno lidiando con las personas.
- Por otro gran día lleno de mierda. - Se levantó, estirándose para dejar de sentir su cuerpo entumecido. Cayendo en sus palabras luego, se mordió la lengua por su vocabulario; si su madre le escuchara, seguramente le haría tragarse una barra de jabón.
Quizás debía guardarse esa clase de pensamientos. Y quizás, sólo quizás, debía mantenerse un poco más alejado de Huening Kai, quien era el culpable de la mayoría de sus desentonaciones. Mas en el fondo sabía que tal cosa no pasaría.
- ¿Dónde está el celular?
Revolvió sus sábanas, lanzó las almohadas al aire; simplemente no había rastro del pequeño aparato. Alzó la vista, registrando superficialmente cada metro cuadrado de su hermosa habitación; aún nada. Se arrastró por su alfombra y metió la cabeza debajo de la cama, dando una última ojeada. El teléfono yacía en las penumbras y extendió su brazo para finalmente tomarlo.
- ¿Cómo has llegado hasta ahí? - Como si el teléfono fuera capaz de responderle.
Lo encendió, queriendo ver cuántos minutos le quedaban antes de que fuese la hora para entrar al auto, pero el objetivo se perdió en su mente cuando las notificaciones volvieron a parpadear en la pantalla.
Desconocido
Perdón perdón perdón
¡Realmente perdóname!
Tan sólo creí que te molestaría porque bueno...
Ugh
Es la costumbre, ¿sabes?
Chico que no es Soobin
¿La costumbre?
Desconocido
Debes ser un tipo inteligente, chico que no es Soobin :(
La homosexualidad es... hmmm
Un tema complicado
No serías el primero en rechazarme por ser gay, ¿vale?
Supongo que estuvo mal adelantarme a los hechos
Beomgyu no pudo evitar empatizar con el joven, comprendiendo perfectamente sus temores. ¿Quién podía sentirse cómodo confesando ser gay? No era algo por lo cual avergonzarse, ciertamente, pero el lugar en que ellos vivían seguía siendo bastante cerrado en comparación a otros lugares del mundo.
Repentinamente su sueño en el que era libre volvió a su mente y se sintió triste por su realidad. Porque sí, ya que Beomgyu estaba obligado a vivir en ese sitio, esperaba que llegara el día en donde no tuviese miedo de caminar de la mano con la persona a la que amaba.
Claro, si es que llegaba a encontrarla.
Chico que no es Soobin
Ya...
Entiendo
Siento haberme molestado también, Choi Yeonjun
Desconocido
Ah
¡Tú sigues haciéndolo! 😟
Chico que no es Soobin
¿Haciendo qué?
Desconocido
¡Sigues llamándome por mi nombre completo!
Chico que no es Soobin
Tú te presentaste así
Desconocido
¡Porque creí que eras Soobin!
Dije mi nombre porque tenía la esperanza de que él me reconociera
¡Pero no dije mi nombre para que me llamaras por él todo el tiempo!
Chico que no es Soobin
¿Cómo debo llamarte entonces?
Desconocido
No, no
No está mal que me llames por mi nombre
¿Pero por qué tienes que usarlo por completo?