- Dios, ¿quién podría atreverse a golpear un rostro tan bonito? - El señor Jinki observó con pena el labio roto del amigo de su hijo, quien prácticamente estaba devorando el plato de comida que habían puesto frente a él. - Come, come, niño, tienes que reponer fuerzas para luego ir a golpear a esos chicos malos que se han atrevido a hacerte esto. - El hombre acercó más platos de comida hacia el chico y este rió, casi atragantándose con la comida mientras el menor entornaba los ojos.
- Eres un adulto, papá, este es el momento donde le dices que se mantenga alejado de los problemas.
- Sí, sí, como sea, su labio no curará milagrosamente sólo por quedarse fuera de los problemas. - El castañito volvió a reír con diversión y el hombre lo miró con cariño, Beomgyu era demasiado bonito y dulce como para pensar que era un mal chico.
Cuando ambos muchachos terminaron de cenar, se dirigieron a la habitación del dueño de casa. Kai Kamal Huening habría querido arrojar al menor al cuarto desocupado de su hermana mayor (quien estaba en Estados Unidos con su madre), pero aparentemente Beomgyu se había encaprichado en dormir en el mismo cuarto como si de una pijamada se tratara.
- Si haces ruido mientras intento dormir, date por muerto. - Le advirtió, arrojándole una pijama.
- Hyuka, eres muy aburrido. - Huening Kai lo ignoró completamente, llenando su cama de almohadas. - ¿Qué haces?
- Dijiste que dormiríamos juntos. - Las mejillas del mayor se llenaron de un potente color rojo.
- ¡Hyuka, hablaba del mismo cuarto! ¡Yo no puedo dormir contigo! - El menor se giró a verlo, frunciendo el ceño.
- ¿Por qué no?
- Porque... porque yo... - Aclaró su garganta, sintiendo el sonrojo extendiéndose hasta sus orejas. - Jamás he dormido con un chico antes. Lo siento, te quiero mucho, pero no quiero que seas mi primera vez.
- ¡Tu, hyung! - Una gran almohada no demoró en estrellarse contra la cara del castaño, quien rápidamente se puso en cuclillas mientras se quejaba. - ¡Hablaba netamente de dormir! ¡Pues quiero que sepas que tampoco eres mi tipo, hyung idiota! ¡Los niños con cara bonita realmente me hartan! - Beomgyu llevó una mano a su corazón, fingiendo estar lastimado.
- Te gustan los chicos fuertes, ¿eh? Está bien. Creceré, tendré muchos músculos y entonces vendré por ti.
- ¡Choi Beomgyu! - El mayor se dejó caer en el piso, retorciéndose de risa porque era alucinante ver a su mejor amigo rojo hasta las orejas. Huening Kai prácticamente se lanzó sobre él golpeándolo con una almohada mientras no dejaba de repetirle que era un idiota y que lo sacaría a patadas si seguía molestando. Es más, él aseguraba que estaba completamente dispuesto a lanzarlo por la ventana si era necesario. - ¡Y ahora levántate de ahí para que pueda poner el colchón inflable! - Beomgyu se levantó entre risitas, viendo a un enfurruñado Huening Kai que no dejaba de maldecir por lo bajo.
Unos minutos más tarde, Huening Kai dejó de maldecir cuando por fin las luces se apagaron y se recostó en su cama, dejándose envolver por la suavidad de las sábanas mientras el cansancio del día poco a poco le ganaba. Beomgyu, por su parte, se recostó en el colchón en completo silencio, tomándose por un momento demasiado en serio las palabras de su mejor amigo, hasta el punto en que con suerte respiraba mientras se escondía bajo las mantas, revisando su celular después de haberlo ignorado todo el día.
Sonrió cuando vio un mensaje de Ryujin preguntando por su estado y no tardó en responderle que estaba bien y que tenía que dejar de preocuparse. El recuerdo de esa tarde era demasiado fresco y no podía evitar sonrojarse al recordar la manera en que la muchacha se había lanzado sobre él apenas entró al club, abrazándolo con fuerza mientras se disculpaba por tardar demasiado en encontrar ayuda. Posiblemente Beomgyu no se habría dado cuenta de los cercanos lazos que había formado con ella de no ser por aquel suceso, pues la chica constantemente estaba siguiendo sus pasos y preguntando por él.
Incluso cuando hace sólo unos meses la había rechazado.
Suspiró pesadamente ante ese pensamiento. Su ánimo nuevamente regresó al percatarse de la cantidad de mensajes que tenía de parte de su nuevo amigo.
Chico de 16 años
Sinceramente, Choi Yeonjun, ¿no tienes demasiado tiempo libre?
Siempre estás escribiéndome, hombre, me sorprende que alguien con tanto tiempo como tú sea delegado de su clase
Choi Yeonjun
¡Yo no tengo mucho tiempo libre!
¡Pero soy un chico respetuoso que sabe que debe responder cuando le envían un mensaje!
Chico de 16 años
Estaba ocupado, Yeonjun
Choi Yeonjun
¡¿Hasta estas horas?! Para tener 16 años, tu vida debe ser bastante movida
Beomgyu volvió a leer los mensajes, una mueca formándose en sus labios al caer en cuenta de algo.
Chico de 16 años
Entonces, ¿tu reunión ha salido bien?
Choi Yeonjun
El presidente ha llegado bastante tarde, pero la vicepresidenta ha llevado las cosas bien
Al parecer, Soobin tiene un hermano menor que se ha metido en problemas y a eso se ha debido su retraso
¿No es lindo? ¡No todos se preocupan por sus hermanos menores!
Chico de 16 años
Eres fácil de impresionar...
Choi Yeonjun
¡Por supuesto que no!
¡Es que Soobin es muy genial!
Chico de 16 años
No te cansas de hablar de él, ¿no?