- Usar el puesto de Yeonjun para averiguar en qué clase está Beomgyu es algo... - Heeseung calló, observando a Taehyun que se apoyaba contra el muro. Este lo miraba fijamente y él no pudo evitar fruncir el ceño en respuesta. - ¿Qué?
- Esta no es sólo la clase de Beomgyu. - Señaló el salón, sonriendo burlonamente. - Kai Kamal Huening también está aquí. - Y eso bastó para que la mirada del pelinegro se iluminara.
- Ah, eso es... - Suspiró. - ¿Por qué incluso están en el mismo salón? Es tan injusto.
- Realmente, ¿qué es lo que te gusta de él? Ni siquiera lo conoces, ¿no? Tú sólo lo viste y... saltaste sobre él.
- Tiene una gran presencia.
- Sí, supongo que la presencia es lo único grande en él...
- Hey, no eres el indicado para hablar de altura, además, es mucho más alto que tú. - El menor entornó los ojos. - Y no deberías subestimar a Huening Kai, para ser alguien que fue su compañero, parece que no sabes nada de él.
- Es porque fui su compañero, Hee. - Cerró los ojos. - Tenerlo en la misma aula era un dolor de cabeza. Los maestros siempre estaban interrumpiendo la clase para llamarle la atención.
- Eso no es su culpa.
- Dormía en clases, evitaba responder preguntas, le dejaba todo el trabajo de dar información a Lia... sí, era su culpa. - Asintió.
- Para empezar, él ni siquiera quería ser de la directiva, ¿no? Entonces no debieron obligarle a ser delegado, no importa lo que el resto diga, Tae, es simplemente tonto obligar a alguien a tener un cargo sólo por tener excelentes calificaciones. ¿No ha estado Junie bajo esa presión sólo por esa regla? - Taehyun presionó sus labios, asintiendo vagamente. Odiaba también las reglas y, sobre todo, odiaba la constante presión con la que vivía su mejor amigo, pero este no parecía querer ceder su primer lugar.
Después de todo, ese puesto era lo único que lo mantenía cerca de Soobin.
- En fin, Kai Kamal Huening es un ángel.
- Un cascarrabias...
- Mi ángel, es mi angel.
- Hee, terminará partiéndote la cara si llegas a decir eso en su presencia. O aún peor, Choi bonito terminará por rompértela y creo que a él si debes tenerle miedo. - Agitó sus brazos, sus ojos abriéndose como platos. - Es decir, ¿viste ayer cuando su camiseta se levantó? Él estaba tan... woh, increíble, de verdad no me molestaría ponerle mis manos encima y...
- Taehyun... - Heeseung le miró con nerviosismo. El de cabello ceniza se puso pálido al notar una tercera presencia.
- ... y decirle que debe cubrirse mejor, ¡definitivamente! - Beomgyu bufó, molesto. - Tú sabes, Beom, no me gustaría que alguien abusara de ti con la mirada. - Fingió preocupación, caminando hasta el castañito para presionar su hombro.
- Retira tu sucia mano de mi cuerpo ahora. - Gruñó.
- ¡Por supuesto, no faltaba menos! - Taehyun retiró su mano, sonriéndole tímidamente. Heeseung lo miró con pena antes de girarse al menor.
- Beomcleto, ¿dónde está Huening Kai? - El de cabello ceniza tensó su mandíbula. Lee no tenía intención de ayudarle, ¿cierto?
- ¿Cómo voy a saberlo? No dormí con él hoy. - El menor entornó sus ojos, dirigiéndose a la puerta de su aula. No obstante, los mayores lo siguieron con ojos amplios y boquiabiertos. ¿Habían escuchado bien?
- ¿Duermes con Huening Kai?
- De vez en cuando... - Beomgyu se detuvo, mirándoles con el ceño fruncido. - ¿Por qué mierda me están siguiendo? Váyanse, par de acosadores, no quiero empezar mi mañana viendo sus caras.
- ¡¿Duermes con mi ángel?! - Heeseung estuvo a punto de tomar el brazo del menor para llamar su atención, pero este fue más rápido en apartarlo de un manotazo.
- ¡No me toques, extraño! ¡Y Huening Kai no es tu ángel, es el mío! ¡Yo lo vi primero, ahora vete! - Taehyun aún seguía con la boca abierta mientras Heeseung llevaba su mano a su corazón, mirandole con tristeza.
- Bien, entonces te lo quitaré. - Dictaminó con total seguridad.
- ¡Lee Heeseung! - El de cabello ceniza por fin reaccionó, dándole un golpe en la cabeza a su amigo para luego tirar del cuello de su camisa. - Estoy intentando que se una a nuestro grupo, ¿recuerdas? ¡¿Por qué mierda le estás diciendo que le quitarás a su chico?! - Lo regañó por lo bajo.
- No es su chico, ¡él no ha dicho tal cosa! - Se soltó de su agarre, girándose a ver al menor que los observaba como si fueran dos fenómenos.
- Lee Heeseung. - Lo llamó el castañito, mirándole con curiosidad.
- Soy tu sunbae, niño.
- Lee Heeseung. - Repitió. - ¿Por qué te gusta mi Hyuka?
- ¿Bromeas? Es perfecto.
- Él tiende a pasar de todos y es un poco flojo. - Arrugó la nariz, sonrió con diversión. - Y tú pareces ser demasiado diferente a él. - Ahora rió. - Lo siento, Lee Heeseung, tampoco eres el tipo de mi Hyuka.
- ¿Y cuál es su tipo, según tú?
- Altos y musculo-¡ay! - El castañito dio un brinco cuando alguien tiró de su oreja, todas las miradas fueron a parar a Kai Kamal Huening que por fin hacía acto de presencia.
- Beomgyu, ¿qué te he dicho de ir inventando cosas? - El chico sonrió con culpa. - ¿Y qué haces hablando con este par de idiotas? ¿Te dejo solo y te dejas influenciar por ellos?
- N-no, Hyuka, ellos ya estaban aquí cuando llegué, nuevamente me estaban molestando. - Hizo un puchero, Heeseung lo miró con el ceño fruncido y Taehyun sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando la mirada gélida del rubio se posó sobre ellos.
- Vámonos de aquí, ya no pierdas tu tiempo con ellos. - Lo tomó del brazo, dispuesto a arrastrarlo hasta su aula.
- ¡Aguarda un momento! - Taehyun tomó el otro brazo del castañito, quien lo miró expectante. - No he terminado de hablar con él. De hecho, ¡ni siquiera he hablado con él!
- Pero yo no quiero...
- Hey, Beom, ¿no tienes tiempo esta tarde? ¿No quieres salir conmigo? - Taehyun sonrió en demasía, sin dejar que el menor se fuera así sin más. - Tengo una propuesta que podría gustarte mucho, quizás deberias escucharme. - Su tono se volvió repentinamente sugerente mientras su mano descendía por el brazo del menor, sus ojos chispeantes sobre él.