Yeonjun entró a casa de Taehyun, escuchando un par de voces provenir desde el salón. Ingresó sólo unos segundos más tarde, encontrándose con ambos chicos que quitaron la mirada de la televisión para dirigirla a él.
- Llamé a tu casa. - Le dijo a Heeseung, caminando hasta ellos para sentarse forzadamente entre ambos, separándolos. - Me dijeron que estarías aquí, así que heme aquí. - Sonrió abiertamente, pasando sus brazos por los hombros de sus amigos. - ¿Entonces? ¿Ya solucionaron sus diferencias? - Ambos le miraron con cierta sorpresa y miedo. - En serio, chicos, ¿pensaban ocultarlo de mí? Realmente me decepcionan.
- No queríamos preocuparte innecesariamente... - Yeonjun suspiró, apoyándose contra el respaldo mientras observaba una caricatura en la pantalla del televisor.
- ¿Hablaste con Beomgyu?
- Pasé el día con él. - Admitió. - Pasamos por la sala de juegos, luego fuimos a comer y al final lo llevé a la casa abandonada.
- ¡¿Que hiciste qué?! - El pelinegro no daba crédito de lo que oía.
- Le hablé un poco de ti también. - Prosiguió como si nada. Taehyun tuvo que presionar sus labios para no reír, porque Lee parecía estar al borde del colapso mientras Choi, muy por el contrario, parecía la persona más calmada del mundo. - Ayer me lo encontré en el asilo y estaba preocupado por ustedes, se sentía responsable de que ambos pelearan.
- ¿Qué? - La felicidad del de cabello ceniza rápidamente se esfumó. - No hay ninguna razón por la que Beomgyu deba sentirse culpable, el problema era netamente entre nosotros.
- Bien, es un chico sensible, supongo que recibió las malas vibras de alguna forma. - Miró entre ambos. - ¿Fue realmente tan malo? ¿Debería de preocuparme?
- Ya todo está bien entre ambos, hyung. - Lo tranquilizó Heeseung, el arrepentimiento palpable en su voz. - ¿Era necesario llegar al extremo de llevarlo a nuestro lugar secreto?
- Si ustedes quieren llegar a ser unidos, hay cosas que deben compartirse, ¿lo sabes? - El peliazul suspiró. - Chicos, sinceramente... ¿les puedo pedir un favor? - Ambos le miraban fijamente. - Sé que la presentación es importante y Beomgyu es alguien que recientemente se ha involucrado con ustedes, pero... incluso si llega a decir algo que no suena bien... ¿podrían ser comprensivos con él? - Su mirada oscureció, mostrándose suplicante cuando los miró. - Mientras pasaba tiempo con él, realmente comprendí que su problema es más severo de lo que parece.
- Yeonjun...
- Él cree que no debe bailar. - Lamió sus labios con nerviosismo, agachando la mirada. - Él cree que no es lo suficientemente bueno y aparentemente dejó todo esto porque ya no tiene aspiraciones. Intenté conservarme bien para darle mi apoyo, pero, ¿tienen idea de cuánto me dolió escucharlo? Es un niño, tiene 16 años y habla como si no pudiese ver más allá del ahora, eso es realmente... duro. - Yeonjun se levantó, mirándolos a ambos. - Tienen mi apoyo, ¿sí? Los amo y sé cuántos problemas han tenido ustedes también, así que no soy quién para juzgarlos. Pero, por favor, cuiden de él, ¿sí? - Pidió. - No quiero que él salga lastimado. Quiero pensar que estar con ustedes realmente le servirá como motivación, porque es todo lo que él necesita. No les estoy pidiendo que se comporten como sus hermanos mayores o cedan ante todo, sólo... sean empáticos con él, les juro que Beomgyu es un chico precioso, sería incapaz de fallarles.
Taehyun y Heeseung se mantuvieron en silencio, la culpa carcomiéndoles de alguna manera. Yeonjun sonrió al notar sus rostros ensombrecidos y tocó el hombro de ambos, regalándoles una de sus sonrisas para hacerles saber que no servía de nada deprimirse ahora.
- Vamos a animarnos, ¿vale? Tendremos una noche de amigos, hace tiempo que no tenemos una noche de amigos. - Se enderezó, dándoles la espalda para caminar hasta la cocina. - Tae, tienes comida basura, ¿cierto? La necesitaremos por hoy.
- ¿De verdad vas a quedarte?
- ¿No quieres que me quede?
- No, sólo es que... ah, hyung, tú hace tiempo dejaste este tipo de noches, ¿no? Pensé que te dedicarías a estudiar tomando en cuenta que los exámenes se acercan.
- Yo los he descuidado demasiado, ¿no? Definitivamente un día lejos de los libros no me hará mal.
Taehyun y Heeseung sonrieron al mismo tiempo, por fin obteniendo un poco de paz. Ciertamente, Yeonjun se estaba alejando bastante desde hace unos meses y sabían que eso sólo se debía a su cargo en la directiva, por lo que de alguna manera resultaba esperanzador tenerlo de vuelta aunque fuera por un día.
Las cosas siempre serían mejor si estaban los tres juntos.
Las horas avanzaron, entre risas y bromas. Heeseung y Taehyun parecían enfrascados hablando sobre una coreografía y Yeonjun suspiró, hundiéndose en un extremo del sofá mientras sacaba su celular, buscando al que se había convertido en su contacto favorito.
Choi Yeonjun
¿No me vas a preguntar cómo me fue en mi cita?
Beomgyu, que se encontraba en la cocina viendo a Huening Kai preparar unos sánduches, revisó rápidamente su celular al escuchar el tono de un mensaje.
- ¿Por qué ese chico te habla tan tarde?
- Hyuka, apenas son las diez. - Rió entredientes, deslizando sus dedos por la pantalla para contestar.
- Yo no te hablo tan tarde.
- Podrías hacerlo, pero caes dormido apenas te recuestas en tu cama. - Entornó los ojos. Un "ohh" salió de labios del rubio y asintió, de acuerdo con ello. ¿Por qué él gastaría su preciado tiempo enviando mensajes a su mejor amigo cuando podía dormir?
Bebé de 16 años
¿Por qué te preguntaría tal cosa?
Choi Yeonjun
Porque somos amigos
Los amigos conversan de este tipo de cosas, ¿sabes?
¡¿Cómo no tienes curiosidad?!