Isabella
¿Por qué nunca me puedo quedar callada y le tengo que responder? Bastian me mira con esa mirada con la que podría congelar el desierto más grande, Dios! si es que tiene mirada de asesino ahora mismo
— Quiero el desayuno en cinco minutos— son sus palabras, no hay ofensas ni nada, solo sale de la cocina sin más, sonrío, sabe que tengo razón
Jamás pensé que estaría nerviosa por algo, pero cuando veo a Ricardo probar el desayuno las manos me sudan
— Dios! — exclama Alex sonriéndome— tienes manos maravillosas Isa
— Gracias—me limito a decir, su mirada hacia mí no me gusta ni su sonrisa
— Siéntate Isabella—dice Ricardo con amabilidad — desayuna con nosotros
— En serio? — salta Karol— ahora vamos a cenar con los sirvientes?
— Es mi casa Karol— dice Ricardo como si nada
— También es la casa de Bastian, mi futuro esposo — alzo una ceja, quien en su sano juicio soporta a esa mujer
— Isabella acompáñanos por favor — pide Lizeth que es muy amable también
— Ven Ángel — me llama Vanesa sonriendo— siéntate a mi lado— miro a Bastian que con la mirada me lo dice todo, luego miro a la niña que señala la silla, es imposible negarle algo, camino hacia ella y me siento a su lado
— Cocinas muy rico Isa— me dice robándome una sonrisa
— Gracias Linda
— Cocinas tan bien— comenta Bastian en voz baja, estoy a su lado y lo miro— pero acatando órdenes eres horrible Isabella
— Acostúmbrate — se remueve incómodo en la silla con mi respuesta, el resto del desayuno es en silencio, claro que Karol me asesina con la mirada, al igual que la hermana de Bastian y su esposo
En todo el día no veo más a Bastian ni a su hermano, al parecer ambos trabajan bastante, tampoco me da tiempo para investigar como quiero por la casa, necesito encontrar fotos de Vanesa de años atrás y compararla con Ruth, sé que estoy loca, pero que más da, si estoy aquí es para saber sobre su parecido y más nada
— Debes estar feliz — expresa Karol cuando me iba y la miro— al final te saliste con la tuya
— No quiero problemas Karol, solo estoy aquí para trabajar— ella se acerca a mí, si yo estoy loca ella está peor, mira que apuntarme con un arma
— Eso el único que te lo cree es Bastian, pero yo me encargaré de que se quite esa venda de los ojos, conozco a las zorras como tu Isabella — alzó una ceja
— No es lo que crees
— Aléjate de Bastian — sonríe — él se va a casar conmigo Isabella y nada ni nadie va a impedir eso, entiendes?
— Hablas como si te quisieras casar con su dinero y no con él
— Tenemos una hija en común y un pasado, eso puede más que una cara bonita como tú
— Oh — sonrío — gracias, ahora debo irme Karol y no te sientas amenazada por mí, no es mi tipo Bastian— camino hacia mi auto y subo a este, ni siquiera me despedí de Vanesa pero mejor evitar problemas.
Llego a mi casa cansada, me encanta cocinar, pero hacerlo todos los días es agotador, le escribo a Valeria contándole sobre el día de hoy y entonces siento el timbre de la puerta, ¿será ella?
— Hola Isabella— me quedo de piedra al abrir y ver a mis padres ahí, trago en seco
— Mamá, papá
— ¿Podemos pasar? — pregunta mi madre y me hago a un lado, ambos entran y recorren con la mirada el lugar
— Por que esto? podrías tener algo mejor con el dinero que tienes— reclama mi padre mirándome
— Quiero ser alguien más y necesito vivir aquí — él suspira
— No te entiendo hija, pero — sus ojos se llenan de lágrimas — pero no puedo dormir peleado contigo— me abrazó a él al instante
— Papá— siento las lágrimas en mis ojos
— Te quiero Bella y solo quiero lo mejor para ti
— Estoy bien papá, lo juro— él mira mis ojos
— Valeria nos dio tu dirección — comenta mamá— hija no sabemos por qué haces esto, pero está bien, es tu decisión
— Aunque no estemos de acuerdo, odio que mi niña viva aquí
— Papá tengo 27 años, soy grande
— Odio esa frase Bella— ambos reímos y vuelvo a abrazarlo
— háblanos, ¿dónde trabajas?, lo haces bien? — se interesa mamá y los tres nos sentamos, comienzo a contarle algunas cosas evitando lo obvio, me encanta volver a hacer las paces con ellos
— Pueden venir siempre que quieran— les digo cuando ya se van
— Cuídate Isabella— comenta mamá acariciando mi mejilla
— María estaré bien— ella sonríe pero parece demasiado preocupada
— Llama para lo que necesites hija
— Mamá — la llamo cuando ya había salido y me mira—¿hay algo que no sé? — se me queda viendo— me pides que me cuide como si estuviera en peligro, ¿sucede algo?
— Solo somos padres preocupados — responde mi padre por ella, pero algo en la mirada de mi madre me dice que hay algo más, suspiro y cierro la puerta cuando desaparecen de mi vista.
El timbre vuelve a sonar cuando iba a mi cuarto y abro la puerta sonriendo pensando que son mis padres, pero el hombre frente a mí me deja sin palabras ¿Bastian? desecho la idea al mirar mejor sus ojos
— Alexander? — cuestionó confundida, ¿qué hace en mi casa?
— Puedo pasar Isabella?
— Qué haces aquí? — mantengo la mano en la puerta, él sonríe
— Me daba curiosidad saber dónde vives, le diste la dirección a mi hermano y quise visitarte
— Ya es tarde, si quieres hablar mañana tengo que ir a tu casa
— Eso es ser maleducado— dice sin dejar de sonreír —¿sabes Isabella? Hace unos años tenía una novia— lo miro como si estuviera loco, no me interesa eso— le encantaba la moda, era fanática — me tenso—y un día me obligó a venir a esta ciudad a ver un desfile y a conocer a su diseñadora favorita, Isabella Sullivan — él sonríe, yo estoy en shock y entra a la casa pasando por mi lado
— Estás equivocado — logro decir y niega
— Cuando te vi en la casa de mi hermano supe que tu rostro me era conocido, tarde, pero aquí estoy Isabella, sé quien eres y la pregunta es— se acerca bastante a mí y diría que puede escuchar los latidos desbocados de mi corazón — ¿Qué hace una diseñadora famosa y rica trabajando para mi hermano como sirvienta?
— Necesito
— No— me interrumpe y pone un dedo en mis labios— no digas que dinero porque tus padres son millonarios, ahora mismo podría ir a decirle a Bastian, ¿cómo se tomará eso? ¿Qué pensará? Después de todo quizás Karol tenga razón y tengas intenciones ocultas
— No le digas Alex— logro decir y se aleja un poco de mi
— No sé por qué estás ahí y no me importa Isabella, la cuestión es que si le digo a Bastian, él te va a echar y por la forma en la que miras a mi sobrina diría que no te quieres alejar de ella
— Si quisieras decirle a Bastian no estarías hablando conmigo, ¿qué quieres Alex? — no sé de donde saco la valentía para hacerle frente pero él asiente
— Nuestro padre dejo una cláusula estúpida en su testamento, resumiendo — suspira— el primero de los dos que tenga un hijo y una esposa se queda con todo
— ¿Qué tiene eso que ver conmigo? — estúpida la pregunta pero debo hacerla
— Que quiero todo para mí y dejar a Bastian sin nada, si aceptas casarte conmigo no le diré a Bastian sobre quien eres en verdad
— Estás loco, no me voy a casar contigo Alex
— He hecho muchas investigaciones Isabella, tu hermano no anda en buenos pasos— eso se sabe — está liado con malas personas y puedo meterlo en la cárcel porque tengo el modo de hacerlo, luego te enseño las pruebas — me guiña un ojo y trago en seco— Elige, o te casas conmigo o todos en casa sabrán quién eres en verdad, serás echada y además, tu hermano irá a la cárcel y tú también, no volverás a ver a Vanesa— de todo lo que dice lo que más me duele es que tiene razón y no volveré a ver a Vanesa si le dice a Bastian
— Jamás estaré contigo
— Solo te pido ser mi esposa y nada más Isabella, no te voy a tocar si no quieres, claro, tendré un hijo con cualquier otra, aunque si quieres tener un hijo conmigo no hay problema — él ríe, a mí me da asco— ¿Aceptas o no? — pregunta y sé que debo tomar una decisión, la respuesta que doy sé que traerá demasiadas consecuencias y quizás nadie salga ganando de esto, pero de esto trata la vida ¿no? tomar decisiones malas o buenas, solo sé que a partir de hoy mi vida será muy diferente.