Capítulo 34

¡Hola! Okey, la historia esta por terminar. Le quedan unos pocos capítulos y la verdad es que estoy muy emocionada porque los lean por lo que los próximos cuatro los voy a subir uno por día.

Espero que los disfruten.

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Me senté en la silla de la cocina con el desayuno delante y encendí el móvil para ver las noticias. Tenía esperanzas de que haya noticias de él, que responda a alguno de mis mensajes o siquiera los vea, pero a pesar de haber pasado una semana desde el incendio aún nadie sabía que sucedió con Holden. Los cimientos de la casa ya habían sido levantados y cuatro cuerpos fueron encontrados entre escombros, pero ninguno fue el suyo. Aunque nadie preguntó mucho por él.

—Deberías bañarte—sugirió mi madre desde su silla. Asentí pero la ignoré sin dejar de ver el móvil, las noticias y Facebook al mismo tiempo.

El incendio de la casa de André Hope fue noticia durante una semana completa y casi todos hablaban de lo sucedido en foros. Se hicieron conmemoraciones en su nombre y muchas personas que lo conocieron y fueron a su velorio se subieron al podio a hablar del hombre dedicado y humilde que fue. Muchos vecinos del pueblo llevaron velas a su entierro y se hizo un minuto de silencio en cada institución, incluyendo la televisión, en su nombre. Pero yo ignoraba esas cosas, desearía que me importara, que me hiciera enojar, pero no podía porque Holden aún no aparecía y eso me preocupaba más.

—Abbi, come algo—pidió mi abuela junto a mi hermana pero ella la ignoró revolviendo su taza con té, tomando unas galletas y volviendo a su habitación. Casi no salía desde el incendio y eso preocupaba a todos menos a mí.

Tomé mi desayuno y me levante.

—Iré a mi habitación también.

—Joshua—llamó mi madre y tomó todo mi autocontrol no ignorarla, voltearme y mirar su lastima revestida de normalidad—, báñate por favor.

Asentí, me volteé y subí las escaleras en silencio. Solté un suspiró de alivió al estar solo, no quería hablar con nadie ni estar con nadie, odiaba la mirada de lastima en el rostro de todos. Sentía que todos sabían algo que yo no y la peor parte era que sí lo sabía solo que no quería verlo. Deje el desayuno en el mueble junto a la puerta y me lancé sobre la cama. No tenía hambre y mi estomago estaba revuelto para ingerir algo, salir de mí habitación era mera formalidad para aparentar que estaba bien. Pero no lo estaba. No podía estarlo.

Encendí el móvil y revise una vez más las noticias. Sara me envió un mensaje, hablábamos seguido desde el incendio, cuando me llamó para preguntar por Holden, pero su voz se quebró al decirle que no tenía noticia. Holden desapareció como si nunca hubiera existido. Ya nadie lo buscaba. Él no tenía lugar en ese pueblo y todos lo sabían.

Respondí y volví a las noticias. Había cierto rumor de que el incendió fue provocado pero no había pruebas. Los policías negaron cualquier crimen y declararon que fue un accidente de una caldera o algo así, pero la gente no lo creía luego de que un sobreviviente dijo que vio el fuego avanzar por el suelo como una serpiente. Dijeron que fue un robo pero todo quedo consumido por el fuego y no había manera de corroborarlo. Dijeron que vieron habían dos jóvenes corriendo por esa calle esa noche. También dijeron que fue Holden quien comenzó el incendio y se le fue de las manos cuando su tío lo descubrio. Dijeron que huyó porqué sabía que había lo matado, que tenía culpa y que era un asesino peligroso.

Los rumores fue lo único que nadie Fue lo único que nadie olvidó de él, los rumores.