Quisiera estar tranquilo o mejor dicho debo estar tranquilo no debo permitir que mis amigos se den cuenta que mi mente esta en otro lado que no sea el concierto de hoy. Y pues claro no todos los días "eres el líder de una gran banda que pronto será un gran éxito a nivel mundial". Aunque primero iremos por pequeños pasos.
Pero... debo admitir que no es solo por eso.
— ¿Qué pasa Carlos? — Rápidamente me sobresalte al escuchar su voz, ya que estaba hundido en mis pensamientos y tratando de mantener mi cordura...buena la poca que me quedaba.
—¡Jonathan! , no era necesario que me lo digas tan cerca del oído — le replique ya que iba conduciendo y no quería provocar un accidente
— Discúlpame, no era mi intención — dijo rascándose la cabeza con cierto nerviosismo me pregunto ¿Qué le pasara? Hace varios días que esta así de raro
—Pero ya dime ¿qué te pasa? hay algo raro en ti... sé que me tomaras por acosador pero desde que salimos no he podido dejar de mirarte y me he dado cuenta que ya no tienes el mismo brillo en tus ojos— Replico Jonathan.
¿Brillo en mis ojos? ¿Acaso no puedo ocultar mis pensamientos que se nota hasta en mis expresiones?
—Deje escapar un suspiro antes de contestarle — Nada... solo estoy pensando en los instrumentos, las letras de las canciones, el vestuario y esas... esas cosas— le dije regalando le la sonrisa más fingida que he podido hacer, no quiero preocuparle con mis angustias ya me ha ayudado mucho con el tema de la banda y el precioso escenario, aparte hará un artículo en el periódico del pueblo. Y eso que está en juego su trabajo, no me lo perdonaría si algo sale mal o se arruinara por mi culpa.
—Ya Carlos dime que te ocurre — Abrí mis ojos como platos, se ve que si un día de estos me contratan como actor para una película no saldría nada bien y a pesar que trate de hacer el mejor papel — ¿Que ya no me tienes confianza o qué? — Vi como sus ojos color caramelo se ponían cristalinos y no puedo soportar sentirme mal ya que no sé qué hacer o que decirle.
— No es eso… tu sabes más que nadie que te quiero mucho y que te aprecio como un hermano y sabes que no sería capaz de mentirte u ocultarte algo…solo que es un tema algo…delicado ¿lo entiendes no? — me miro un poco más tranquilo ya que antes sus ojos amenazaban con que iban a salir lágrimas.
—Está bien bueno… ¿Sabes que cuentas con mi apoyo para lo que fuera no? — Dijo poniendo su mano en mi hombro
—Si lo se amigó — Después de un rato me di cuenta que supo su mano en su mentón y cierra sus ojos lentamente; Espera… eso lo hace cuando trata de recordar algo o cuando saca conclusiones locas y para nada ciertas.
En cuestión de segundos abrió sus ojos .
—Dime la verdad y solo la verdad ok? — se acercó a mi odio y susurro —: ¿No tiene nada que ver con el cabello de borrego lamido?
¿ehhhhhhhhhhh? No lo entiendo cuando habla de esa manera
—¿De quien me estás hablando? — en eso me señalo la parte trasera de la camioneta y me di cuenta q señalaba a… ¡¿IVÁN?!
— Ah? Te referías a Iván? — asintió con la cabeza en signo de aprobación. — Bueno, que tiene que ver eso
—Si ya no te molesta
Bueno tengo que admitirlo que antes de formar la banda, Iván era un fastidio, al tener que soportarlo en el colegio con sus “amiguitos” y sus “chistecitos”. Pero ahora sé que ha cambiado y no necesariamente ha sido la madures más bien es porque mi padre y su madre (Nidia, mi futura madrastra) se casaran muy pronto. Aunque él hace que todos los domingos sea un verdadero infierno ya que aprovecha en fastidiarme y en sacarme en cara lo bueno que él es en el tenis y yo no. Lo bueno que eso ya paso ya que para mi suerte hace pocos dia encontré un empleo en una librería de la ciudad y un departamento espacioso, cómodo y a un buen precio.
— No; recuerda que vamos hacer hermanastros no enemigos de por vida. — Aunque sé que no es verdad. Pero sirve para tranquilizarlo y también para que no se altere, porque si más lo recuerdo en la época del colegio él le dio una buena paliza a Iván cuando vio que me estaba humillando delante de toda la clase y esa vez casi lo llevan a la comisaria por dejarle heridas graves .
—Lose Carlos… pero sabes muy bien que no me creo ese cuento que “cambio”, ese estúpido se trae algo entre manos y hace lo me vas a decir “No es eso ya verás que si” — dijo con una voz chillona tratando de imitar mis gentos a lo cual yo reacciono dándole un leve golpecito en el hombro , empezamos a reírnos y ahora que me acuerdo Jonathan a sido el único que sabía lo que Iván me había hecho pasar por casi toda mi infancia ya que era algo…diferente — Suspiro para tranquilizarme