Capítulo 1.- El nuevo comienzo

Yo siempre he estado para el, incondicionalmente, a pesar de que no me guste a lo que se dedica, a pesar de que su vida ha destrozado a mi familia -No padre, definitivamente no me iré a New York- le dije a aquel hombre que me dio la vida, a aquel hombre que se ha dedicado desde antes de mi nacimiento a cosas ilegales -Escucha Kaila, no puedo arriesgarme a tenerte en México más tiempo, tienes que irte con el tío Ben- El tío Benjamin, otro delincuente más de este país, y el mejor amigo de mi padre, quien a causa de sus malos negocios tuvo que huir a Estados Unidos hace algún tiempo atrás, -¿Arriesgarte?, ¿a qué te refieres padre?- Sé perfectamente a lo que se refiere, he vivido los últimos 15 años de mi vida sola, gracias a él -Hija, no quiero que pase lo mismo que la paso a tu madre y a Mikael- Hace quince años, ese suceso marcó mi vida para siempre, Mikael es mi hermano mayor, nos encontrábamos en un parque cerca de la que era nuestra casa en ese momento, yo tenía cinco años, recuerdo escuchar gritos y unos disparos, de la nada siento que un hombre me toma del brazo y me cubre con su cuerpo subiéndome al auto en el que llegamos al lugar -Kaila, te estoy hablando, por una maldita vez en tu vida deja de ser tan necia y has tu maleta, te iras mañana muy temprano a con el tío Ben y no acepto un no por respuesta, no te perderé a ti como los perdí a ellos, ¡preferible tenerte en otro país a que mueras!- No quiero, pero supongo que tiene razón -De acuerdo padre, empacaré mis cosas- Después de eso, sentí como una lágrima corría por mi mejilla, y simultáneamente un abrazo de mi padre -Es lo mejor princesa, es lo mejor para ti.

Me he despertado gracias al ruido de mi alarma, algo me dice que el día de hoy será bastante cansado, apague la alarma que señala ya ser las cinco de la mañana, me siento en la orilla de mi cama y reviso mis notificaciones -Vaya, al parecer, lo mejor de irme de aquí será dejar de ser el bicho raro de la escuela- Desafortunadamente eran, de nuevo, avisos de las burlas públicas de mis compañeros de clase, no me sorprende, otra foto mía mientras estudio en las redes con la leyenda "Kaila la reina de los bichos" -Pff… Tan siquiera se hubieran esforzado un poco más- bloquee mi celular y me levanté de la cama en dirección al baño, el día debe empezar con una relajante ducha para poder soportar el recorrido -¿Será que alguna vez regrese a este lugar?- En esta casa es donde he pasado la mayor parte de mi vida, debido a la vida que lleva mi padre, frecuentemente teníamos que cambiar de domicilio, sin embargo, en este lugar llevo viviendo los últimos ocho años de mi vida. Salí de bañarme, me vestí con unos jeans y una sudadera, amarré las agujetas de mis tenis y cepille mi cabello, tome mi maleta y mi celular y baje en busca de mi padre -Buenos días pequeña, ¿lista para tu vuelo?, el tío Ben te estará esperando en New York, y te acompañará Jerry en todo el camino- Miro a Jerry y vuelvo la vista a mi padre -Buenos días a ti también- A pesar de que trate de evitarlo finalmente suspiré decepcionada -¿Realmente tengo que irme?- Vi como se molestaba mi padre y la seriedad llegaba a él -Kaila, ya lo hablamos, Jerry cuidará de ti en lo que llegas con el tío Ben, posiblemente, si las cosas se tranquilizan, en un pase de meses puedas volver- Ya no quedaba marcha atrás, tenía que tomar ese vuelo a como diera lugar, desayunamos un poco y salimos Jerry y yo rumbo a nuestro destino. 

Nuestro vuelo salió a las ocho de la mañana, es bastante incómodo y estresante saber que llegarás a un nuevo país, con un nuevo comienzo, todo por culpa de la vida que tu padre a elegido, para otras personas, lo más difícil sería aprender el idioma, sin embargo para mi, el ser el bicho raro de donde vivía y no tener ninguna un solo amigo me dejaba bastante tiempo libre, por lo cual aprendí distintos idiomas, a mis ya veinte años de edad, puedo hablar cinco idiomas, español, inglés, francés, coreano y japonés -Kaila, hemos llegado, trata de ser lo más discreta posible hasta que lleguemos al auto con el señor Ben, después de dejarte con él, yo debo volver a México con tu padre- Jerry, el mano derecha de mi padre, me da lástima su situación, es apenas un joven de veintidós años de edad, el cual desde muy pequeño hecho a perder su vida -Descuida Jerry, lo que mejor se hacer es pasar desapercibida- Jerry solo contuvo su risa y bajamos del avión, ya eran casi las cuatro de la tarde y comenzaba a morir de hambre, hice check-in y salimos de ahí, a lo lejos se veía una camioneta negra con los cristales bastante oscuros y seguramente polarizados -Ahí está tu tío Kaila, creo que hasta aquí llegó mi recorrido contigo- yo solo me limite a sonreír -Gracias Jerry, por favor, cuidate de mi padre- Él asintió y yo avance al auto donde me esperaba Ben Bienvenida a New York, Kaila- ¿Realmente mi vida corre tanto peligro como para enviarme a otro país? -Gracias, tío Ben- Creo que no fue la manera más amable de comenzar, pero en mi defensa yo no quería estar aquí -Te miras hambrienta, la tía Mayra hizo tu comida favorita- ¿La tía Mayra?, dios, este hombre cambia de esposa como cambiar de calcetines, si no mal recuerdo, la última vez que lo vi hace un año, su esposa se llamaba Deisy -Genial, ¿podemos irnos ya?- Apenas llevo algunos minutos y ya no quiero estar aquí