Capitulo 86

—entonces mantenlo así —sentencio Lewis de camino a la casa.

Solo le vino a notificar que Claus ya se había ido con esa mujer y llevaba un humor de los mil demonios, según Don que estuvo presente la mujer lo manipulo tan bien que él, aunque se quería quedar siguió con el plan de llevarla hasta su casa por el bien de su “relación”.

Los siguientes días poco a poco Layla comenzó a sacar cosas de la casa y ocultarlas hasta el árbol donde se había subido.

Lewis le advirtió no volver a hacerlo pues era peligroso.

Layla tenía en claro que no repetiría tal hazaña, sus pies casi le fallaron allá arriba y no volvería a tentar su suerte.

Don una noche le paso un arma pequeña preguntándole si sabía usarla, esta simplemente asintió y junto a una funda para su muslo se dio cuenta que era mejor usar una falda con una licra debajo por si tenía que quedarse sin falda a mitad de camino.

Como Mateo le sugirió le escribía a Claus preguntándole cuando regresaría, pero este solía contestarle que pronto.

Supo que Gabrielle había ido a la casa, pero ni lo dejaron acercarse, desde la rejas principales vio a la mujer asomada en la ventana con el gran perro a su costado.

Su ansiedad subía día con día, y lo que se esperaba fueran dos o tres días se volvieron dos semanas.

Una noche simplemente se despertó por el repentino agitar de Hades a su lado, el perro se levantó tan alerta y tan rápido dejo la cama que comenzó a gruñirle a la puerta.

Layla se acercó a la ventana viendo solo con el reflejo de la luz de la luna en un cielo despejado como los hombres caían uno a uno desde los alrededores.

Asustada fue hasta el celular que Claus le dio sorprendiéndose de que al tomarlo un mensaje llegara a su correo electrónico sorprendiéndose de que de nuevo fuera esa persona.

Al abrir los mensajes en este solo había un par de imágenes.

Una de ellas se veía a Layla con Mateo muy cerca, aunque este parecía burlarse de ella y recordó exactamente de que hablaban, la siguiente era de ellos hablando normal dentro de la casa y la última fue un video de cámaras de seguridad, se veía Mateo entrar entre el cambio de guardia de Lewis y Don y salir unos minutos más tarde muy apresurado.

Y al pie del correo la única frase que le helo la sangre.

Correo: no eres una chica fácil?

Layla levanto rápidamente la mirada a la puerta sorprendiéndose al ver agitado a Lewis.

—tenemos que irnos —Layla solo tomo sus zapatillas blancas y se las coloco, tirando el celular en la cama tomo del cajón su viejo celular y se ató tan rápido en la cintura de su pijama la funda del arma tomando por ultimo sus lentes de la mesa.

Según las reglas de Mateo, eso debía hacer.

Llamo desde su celular mientras caminaba por el pasillo con Hades a un lado y del otro Lewis unos pasos adelante, pero nadie contesto.

Su corazón martilleo fuerte mientras bajaba las escaleras cuando el caos se hizo aun peor.

—Bomba!! —grito uno de los hombres y segundos después Lewis se le tiro encima a Layla sintiendo esta la gran honda vibratoria de la explosión que la dejo aturdida y en shock.

Sus oídos pitaban, escuchando los ladridos de Hades mientras le lamian la mejilla, Lewis estaba cubierto de gris por el polvo, cenizas y el fuego consumiendo la estancia.

Al llegar abajo desde la cocina se acercaban los hombres tapándoles el acceso de salida.

—por aquí —Lewis va guiando a Layla como un escudo humano con el arma lista a disparar, Layla solo mantenía su mano en su muslo cerca del mango del arma.

El gruñido de Hades los asusto más cuando este se abalanzo hacia delante mordiendo apenas el brazo que se asomaba por una esquina, el grito de dolor y horror solo duro unos segundos para cuando salieron de su escondite Hades tenía su boca húmeda y entre la luz de la luna se lograba ver la sangre y la pequeña piscina en el suelo.

—bu-buen chico —Layla miraba con horror, pero también con alivio al perro que solo ladro y comenzó a correr hacia adelante.

—hay que seguirlo. —Lewis delante Layla detrás al fin saco su arma ajustando sus lentes en el puente de la nariz.