Capitulo 103

—Buenos Días!! —Stefan lo saludo desde la mesa con la mano en alto.

—buenos días! ¿esperamos a alguien más? —la mesa está llena de comida, pero no era de día, sino de noche, Gabrielle no había pegado el ojo desde que hablaron y realmente no recordaba mucho del pasado, el evento del supuesto engaño de Clarissa y Stefan jamás sucedió, ellos detestaban a la mujer en secreto, pero solo por Claus se mantenían unidos, no querían que su amigo sufriera si ella lo dejaba.

—no solo nosotros, pero eres mi invitado, ven vamos a comer —Gabrielle se sentó calmado y a su lado su asistente, ambos hombres con cautela comenzaron a cenar.

—y tú tampoco tienes … a alguien especial? —Stefan se rio tomando de su copa de vino y comenzó a negar.

—no… creo que mi tren se fue hace mucho, mucho rato —jugo con su tenedor en la mesa.

—¿Cómo se llamaba? siento que parecía un trabalenguas —Stefan se rio teniendo un buen recuerdo de ese momento, Gabrielle siempre había sido igual.

—sí, tus chistes hacia ella solo me hacían reír, al inicio —aclaro y Gabrielle asintió.

—fue algo terrible lo que le paso. —Stefan se le dificulto pasar saliva, no le gustaba revivir esa parte.

—si… nunca me perdonare lo que le paso —ambos guardaron silencio durante un largo minuto.

—fue un accidente —Stefan negó intentando controlar la ira en su interior.

—no… no lo fue —Gabrielle lo miro confundido.

—¿cómo estas tan seguro? —pregunto casi temiendo la respuesta.

—tomo tiempo, pero necesitaba pruebas… y justo cuando las tengo…ella le da por desaparecer —Gabrielle siguió mirando con confusión a Stefan, se veía en sus ojos la misma mirada que Claus ponía cuando estaba a punto de quemar todo.

—¿Qué sucedió?

—lo que sospechaba… si… ¿recuerdas que Claus comenzó a llevarse bien con ella e incluso lo ayudaba en las tareas? —Gabrielle asintió recordando vagamente que luego de presentar a Aarav al grupo Clarissa había sido muy amable con la mujer, pero luego de un tiempo hasta la misma Aarav se había dado cuenta que la mujer no era una buena persona, pero para mantener su beca y ganar dinero extra siguió ayudando a Claus hasta que de la nada dejo de hacerlo, fue cuando antes de que le explicara a Stefan lo sucedido, tuvo ese accidente.

—nadie lo supo, pero el pequeño animal callejero que a ella le gustaba desapareció y al día siguiente su cabeza apareció en el casillero entre sus cosas. —Gabrielle horrorizado dejo de comer y vio la expresión de Stefan, no iba a continuar.

—Stefan…

—me tomo mucho encontrar a los culpables… pero todos luego de una breve tortura hablaron… —los ojos de Gabrielle lo miraron con horror ¿fue desde entonces?

—¿Qué?

—su hermana menor me dijo que recordara ese pequeño evento, tenía tanto miedo de hablar de ello… pero cuando lo supe, su padre se me adelanto —Stefan negó varias veces.

—intento protegerla con ese maldito de Marcos D’Carlo, creo que no sabía lo insistente que podría llegar a ser mi venganza —Gabrielle lo miro sin poder creer lo que estaba diciendo su amigo.

—creo que debí ser más específico en mi nota —murmuro para sí ganando la atención de Gabrielle

—Stefan —su tono fue de advertencia.

—no creí que para ella fuera tan fácil olvidar a Aarav ¿su muerte no valió nada para ella? Muy crédula —dijo con sorna, con una sonrisa de medio lado.

—Layla murió por tu culpa —no era una acusación, era una afirmación, la sonrisa de Stefan se ensancho en sus labios.

—es irónico ¿no?

—estás loco —Gabrielle se levantó molesto de la silla, pero fue detenido por Frey, el asistente también se habia levantado de la silla dispuesto a sacrificarse por su jefe, aunque no tuvieran ventajas allí, pero solo le entrego una carta con un sello rojo en ella.

—no soy un monstro, Gaby —su amigo tomo el sobre abriéndolo y leyéndolo, abriendo demasiado los ojos bajo la mirada atenta de Stefan.

—ella…

—y solo por eso… hare una excepción… —Gabrielle lo miro como si hubiera perdido la cabeza. —dile que solo tiene que hacer algo por mi… y por su bien que tiene que hacerlo.