No te esperaba

Capitulo 248

Cuando el avión aterrizo Davida se mantuvo en los brazos de Layla haciendo que Maggie se quejara, su hermana mayor estaba tomando todo el espacio.

—tienes que compartir cariño, tu hermana tambien necesita abrazos de mamá —La pequeña miro a su hermana triste abrazándose del cuello de su madre por lo que ella con cuidado le acaricio el cabello a Davida y se acercó dándole un beso a su hermana mayor.

La escena conmovió a Layla quien casi llora de nuevo, pero mantuvo a sus hijas allí, hasta que Tabitha entro con Stefan detrás de ella. La niña ya le había explicado la situación y a pesar de haber entrado enojado a la casa solo ver la escena se le quito en enojo enseguida.

—¿Cómo están? —pregunto en tono bajo.

—dada esta triste —dijo Niklaus mientras el resto de sus hermanos se acercaron a intentan consolar a su hermana mayor, Davida lloraba en silencio.

Había perdido a su padre antes de siquiera conocerlo y ahora perdía a su abuelo, el único que le contaba historias divertidas de su padre cuando tenía su edad y el hombre que conocía a su padre llamaba a su madre una asesina.

Stefan miro a Layla y esta solo asintió levemente dejando besos en los cabellos de su hija.

—¿Claus?

—en su oficina con Mateo —susurro Layla y este solo le acaricio los cabellos con cuidado y antes de levantarse para irse Maggie le tomo del pantalón y este por reflejo la tomo antes que se cayera del sofá y se la llevo viendo como la pequeña se reía al ser llevada de cabeza por su tío.

—mami… ¿puedo dormir contigo? —pregunto apenas en un hilo de voz.

—claro amor… pensé que como estabas grande ya no querías dormir conmigo —Davida se abrazó con fuerte dejando su rostro hundido en el cuello de Layla, esto le partió el corazón a Layla. —¿no quieres que te prepare algo de cenar? —la pequeña negó.

—dile a papi —Layla asintió y como pudo se levantó con su hija en brazos.

—estas pesada amor —bromeo llevándose a la pequeña consigo escaleras arriba una de las mujeres de servicio apareció como su hubiera sido invocada.

—niños ¿Quién tiene hambre? —se los llevo mientras Tabitha los ayudaba a no seguir a su madre.

Cuando Layla llego arriba ayudo a cambiarse de ropa a Davida quien al apenas tocar su cama agarro su peluche favorito de Dr. Strange y lo abrazo con fuerza.

—lista… ahora… aquí o en mi habitación —pero la niña se metió bajo las sabanas haciéndole espacio a su madre, Layla no lo dudo y se metió bajo las sabanas apagando la luz de la habitación dejando solo la lámpara de noche encendida.

Dejo que la pequeña se acurrucara y comenzó a tararear una canción. De las pocas que Nick le había echo escuchar hasta el cansancio.

—mami… me… ¿hablas de papá? —

—¿Qué quieres saber? —sentía que su madre ya le había contado todo sobre el hombre.

—¿Por qué ese señor te dijo eso? ¿Es… es el tu ex del que hablo la tia Ellie? —quería golpear a Ell por haber hablado demás, Enzo era un tema que hubiera querido que se mantuviera fuera de su mente el resto de su vida.

Así de rencorosa podía llegar a ser. Soltando un fuerte suspiro pensó en el día que llego al primer evento.

—cuando… vi a tu padre por primera vez… lo reconocí a la distancia, esa gran capa era una gran bandera. —Davida se rio viendo su peluche. —y ahora que lo pienso mejor, él… él me reconoció de lejos, pero se hizo el que no me había visto —sonrió por el recuerdo, desde que había perdido la memoria y recuperado la misma ahora sus recuerdos tenían más fuerza, su memoria ahora era más aguda para la mayoría de las cosas, no solo rostros como antes.

—¿era igual de guapo que en las fotos?

—jooo mucho más, aunque no tan alto como Claus, pero… muy apuesto, eclipsaba de solo verlo —Davida levanto el rostro para ver como su madre sonreía.

—¿aún lo amas? —Layla miro el rostro hinchado de su hija y dejo un beso en su frente.

—no como antes, pero… lo extraño —se limpió rápido las esquinas de sus ojos, sonriendo. —era un perfeccionista del café, tuve que aprender a hacerlo como le gustaba, pero nunca me quedaba igual pero aun así él decía que estaba perfecto. —Davida se rio. —cuando supo que estabas dentro… no me dejaba tomar café, se burlaba de mí, pero siempre me preparaba lo que me gustaba.

—¿y si… él estuviera aquí? —pregunto en tono bajo. —amo a mi papi Claus, pero…

—te entiendo… y si tu padre estuviera aquí, te llevara a uno que otro evento de esos y te hiciera usar todos los cosplayeres a juego con él

—¿así como papá? —sus ojos se iluminaron

—así como papá… —dijo en referencia a Claus, cada Halloween vestía a los niños a juego de alguna temática y dejaba que Davida la eligiera igual que los adornos, maratón de películas.

Para Claus Layla era incluso mucho más especial que el resto de sus hijos, la niña era una copia exacta de Layla en su manera de actuar, la consentía incluso el doble que podía cuando pasaban tiempo juntos, aunque trataba de que Tabitha nunca se sintiera excluida del grupo, la niña se había apegado de Stefan como una sombre y este último siempre acababa pidiéndole consejos sobre cómo actuar con la niña.




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