Nobunaga Oda

CAPITULO 10 (PREMIUM BONUS)

Se me subió el corazón a la garganta. Abriendo la puerta corrediza, Nobunaga entró en mi habitación.

Nobunaga- He venido como prometí.

(¡Qué oportuno!)

Seguí a Nobunaga con la mirada mientras se sentaba delante de mí. Había un calor crudo en su mirada mientras extendía la mano y tocaba mi mejilla. Estaba tan impaciente que incluso ese toque me hizo estremecer.

Nobunaga- Esta noche, estoy aquí por una sola cosa. Para terminar nuestro juego.

(¿Disculpa? Querías decir 'Para tomarte ahora', ¿verdad?)

Desanimada, lo miré fijamente.

MC- No entiendo.

Nobunaga- Nuestro juego de Go. Planeo que esta noche sea nuestro último juego. He enviado al posadero a preparar un goban. No me rechaces esta noche.

(¡No quiero, pero me estás pidiendo lo incorrecto!)

MC- ¿Por qué estamos jugando Go esta noche? Pensé que íbamos a hablar de ese beso.

Nobunaga- Para eso es el juego. Para que pueda mostrarte.

(¿Qué?)

----------------------------------------------------------------------------------------------

Nobunaga- Ahora mismo, tenemos que acabar con estos enemigos. Pero te diré la razón esta noche.

----------------------------------------------------------------------------------------------

(¿Cree que no es oficial sin un juego?)

Nobunaga- Al principio, pensé que te tendría y me conformaría con eso. Parecía divertido seducirte lentamente, hacer que me desearas. Pero ahora... Ahora, aunque me entregaras tu cuerpo, no sería suficiente.

MC- ¿Qué más quieres?

Nobunaga- Te quiero. Esta noche, cuando te derrote, me entregarás todo. Corazón, cuerpo y alma.

MC- Así que, estás subiendo la apuesta.

La forma en que su voz ronca, el toque de dulce desesperación en ella, me hizo temblar.

(...¿De verdad cree que necesitamos el juego para eso?)

Su corazón se estaba descongelando, liberando los sentimientos que hacía mucho tiempo había encerrado tras un muro de hielo. Pero llevaba mucho tiempo sin practicar, y por eso esas palabras torpes eran lo mejor que podía hacer.

(Con qué hombre tan desamparado y bruto me he enamorado. Me hace amarlo aún más.)

MC- No hay necesidad para eso. Me rindo.

Nobunaga- ¿Qué?

Puse mi mano sobre la suya, atrayéndola a mi mejilla junto con su calor. Entonces toqué el suyo, sonriendo.

MC- Todo lo que pediste, ya es tuyo.

Nobunaga- Explica.

MC- Es simple. Estoy enamorada de ti. Te amo, Nobunaga.

Nobunaga- Mónica...

(Finalmente.)

Nobunaga- No. Has ganado.

MC- ¿Qué?

Nobunaga- Has ganado y te has llevado algo mío. Conquistaste mi corazón.

(Palabras que nunca esperé escuchar-)

Con los brazos entrelazados, nos acercamos y sentí que Nobunaga me atrapaba. Un fuerte latido retumbaba contra mi pecho. No, dos. El mío y el suyo.

Nobunaga- Nunca me había sentido así antes.

Los brazos que me sostenían eran sorprendentemente suaves.

Nobunaga- Por el bien de mi ambición, he tomado cientos de miles de vidas, y tomaré incontables más. No merezco sentir este calor, ni tener estos sentimientos.

(Ahora lo entiendo.)

Nobunaga- Pero incluso sabiendo eso... Quiero abrazarte. Quiero tocarte. No puedo evitarlo.

(Creo que finalmente entiendo por qué es tan frío.)

La tristeza acechaba en los ojos de Nobunaga, libre de la frialdad de su mirada normal. Era la primera vez que lograba llegar a él y realmente tocar su corazón.

MC- No tienes que parecer tan triste por eso. Yo no lo estoy.

Nobunaga- Pero no estoy triste. Es solo la verdad.

(Justo como pensé. Él no puede verlo en sí mismo. No solo su amabilidad, sino su dolor.)

Sospechaba que algo le había pasado a Nobunaga; algo que le había roto el corazón. Él no podía expresar el dolor y la pena como lo hacían los demás. En algún momento, perdió la capacidad de hacerlo.

(Nadie podría hacer lo que él ha hecho, quitar las vidas que ha quitado, y aún así cargar con esa carga sin romperse. A menos que congelara su corazón. Pero incluso si te niegas a reconocer la tristeza y el arrepentimiento, lo seguirás sintiendo, en algún lugar...)

Finalmente había resuelto el enigma de Nobunaga, y lo que encontré en esa imagen era tan triste que me dieron ganas de llorar.

Nobunaga- ¿MC?

MC- Estoy dispuesta a darte todo. No, no solo estoy dispuesta. Quiero hacerlo.

Miré a sus ojos. El hecho de que estuviera sorprendido era aún más triste, y aún más adorable. Aparté mis lágrimas con un parpadeo y sonreí.

Me sequé las lágrimas y sonreí.

MC- ¿No mereces esto? Bueno, eso simplemente no es cierto. No sé cuál es la proporción de cuerpos muertos a felicidad, pero incluso si existiera, puede irse al diablo. Estoy aquí contigo, estoy llena de calidez, y estoy tomando la decisión de compartirla contigo.

Nobunaga- Mónica...

Su voz era todo el sonido que escuché. Estábamos en nuestro propio mundo en ese momento.

(Si eres el diablo, que así sea. Seré la mujer que esté enamorada del diablo. No quiero un santo. Te quiero a ti.)

Nobunaga también sonrió, mi reflejo flotando en sus ojos.

Nobunaga- Me he topado con una mujer verdaderamente asombrosa. Ya no me contendré.

Yo tampoco, y nos besamos. Sus labios eran dulces, apasionados y absolutamente necesarios.

MC- ¡Mmm...!

Abrí mis labios a su lengua, la encontré con la mía y casi me derretí mientras él la seguía hacia adentro. Sus brazos se apretaron a mi alrededor con tanta fuerza, lo opuesto a la suavidad con la que su lengua acariciaba la mía.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.