Noche Mágica

Eres Ruda

Estos dos meses con Carlos fueron realmente incomparables, es una lastima que hoy se tiene que ir. Cada noche después de jugar, pasábamos dos horas hablando de todo un poco, descubrí que es un hombre inteligente, amable y muy ordenado. Conocí sus gustos, su comida y música favorita. Nos acomodábamos en el pasillo de mi casa, pasillo que era organizado con dos sillas, una grabadora, 3 0 4 casetes, palomitas y gaseosa.

Mi madre en su momento se disgustó por las visitas, ¡era lógico!, Carlos es hijo de la vecina que odia, es una especie de enemiga, luego pensó qué esa era la forma de fastidiarla ─ ahora amo el doble a mi madre por esa decisión.

Estoy haciendo una lista de muchas cosas por hacer, entre esas agregar a mi lista de música temas de Juan Gabriel, Ana Gabriel, Joan Sebastián, los Bukis, Mana, pimpinela, Leo Dan, José José, y otros cantantes que ni tenía idea existían ─ la verdad es que Carlos es algo romántico y conservador, su gusto musical es poco variado.

Creo que también es conveniente comprar una grabadora, cortar mi cabello, volver a danzas e inscribirme en Taekwondo. Mi pensar se interrumpe cuando veo como él se acerca, me toma de las manos y me traslada a otro planeta.

─ Maite, es hora de irme, pero quería pedirte que después de las siete de la noche, mires el cielo, yo haré lo mismo para que sepas que te estaré pensando, será nuestra cita secreta ─ sus palabras tienen un deje de tristeza, sé que a él también le cuesta dejarme, aunque no lo diga sus gestos lo delatan ─ debes prometer que tendrás mucho cuidado al jugar, no quiero llegar y encontrar a una Maite reconstruida ─ esto último lo dice picando mi nariz, es inevitable no reír con sus ocurrencias, pero mi risa se corta con ese beso tan cerca de mis labios y la caricia que su mano le regala a mi rostro.

Un te quiero pequeña, sale como susurro de sus labios, me entrega un casete, sé que es su favorito ─ ¡valla! Ahora tengo una recopilación de Juan Gabriel, Ana Gabriel, Joan Sebastián y Los Bukis en mis manos, pienso con algo de melancolía, pues ahora estoy sola de nuevo.

Con promesas y citas con el cielo, inicia mis días sin él. Voy a confesar que la primera semana robaba un poco del tiempo de mis juegos para cumplir, pero después de 10 días desistí ─ ¡qué puedo decir! No soy de tanto romanticismo, eso de creer que el cielo lleva mensajes no va conmigo, soy más de realidades.

 

Hace cuatro meses que no se nada de Carlos, me gustaría recibir una llamada o un mensaje, pero en mi barrio solo hay dos familias que cuentan con teléfono, una de ellas su familia y no creo que la señora este muy dispuesta a colaborar, la otra cobra un ojo de la cara por el simple echo de recibirla ─ mi padre dice que nosotros no necesitamos uno, que eso es para que estemos pegadas a ese aparato hablando con los novios, ¡Si, padre! Con todos lo novios que yo tengo, sin olvidar que en este pueblo el que tiene uno ya es un magnate ─ los mensajes y notas de novios los entrega el hermano menor a cambio de un helado o cualquier golosina. Pero recibir una llamada de un novio, es algo imposible, ¡a menos que vivas en la ciudad! Ellos si cuentan con ese privilegio, acá nosotros, sí mucho tenemos mensajeros corruptos, los cuales cobrar el mensaje ida y vuelta, pero si deben esperar que se haga la nota de respuesta, cobran el doble ¿cómo lo sé? No olviden que tengo una hermana que ya ha tenido uno que otro novio, ¡ah! También fui mensajera y de las más corruptas, solo que en mi caso no llevaba mensajes de mi hermana, ella no pagaba bien, ahora que ya estoy grande, me sacaron del negocio ☹.

 

Hoy es martes y tengo clase de taekwondo. Sí ahora también asisto a esas clases y corté mi cabello, fui por un simple corte y ahora es lo que menos tengo ¿¡por qué nadie me dijo que la chica hasta ahora era aprendiz!? La muy greñuda cortaba un lado y descuadraba el otro, todo hasta que el reflejo del espejo golpeo la realidad y de un grito logré detener la masacre de mi pobre cabello, pasé de ser la copia de Pocahontas a la viva imagen de Mafalda.

Ahora voy a toda prisa, llegar tarde a todo lado es mi sello personal, pero la clase pasada el profesor indicó que hoy llegaría un nuevo alumno y que desea que demos una buena impresión ─ solo espero que sea un chico agradable….

Al llegar a clase, veo que todos están formados en la cancha de micro, dejo mi bicicleta a toda prisa y trato de pasar desapercibida, pero no lo logro ─ Maite, ¡nuevamente tarde! ¿ahora qué te paso? ─ en la voz del profesor noto algo de sorpresa fingida y malestar ─ veo que llegar tarde se te está haciendo costumbre, te recuerdo que la base de toda arte marcial es la disciplina, algo que te hace falta ─ si usted dejara de moverse de lado a lado con esas manos a la espalda y  cara de perro bóxer enojado, yo trataría de llegar a tiempo, pienso, pero de mis labios un no volverá a suceder es lo único que sale con deje de arrepentimiento, ¡falso por supuesto!.

Pensé que ese “no volverá a suceder” había funcionado, pero ya veo que no. Ahora estoy dando un resumen de los beneficios, la formación y características generales del Taekwondo, todo en lo que trotamos alrededor de la cancha como precalentamiento y forma de integrar al chico nuevo al cual no detalle muy bien.

No sabía lo difícil que es hablar en tono elevado en lo que corres, siento que mis pulmones quieren salir de mi caja torácica y el oxígeno es poco para lo que realmente necesito inhalar ─ eres Maite, ¿verdad? ─ escucho como mi nombre suena cual melodía de antaño, giro y veo un chico realmente guapo con una sonrisa que te atrapa bajo esos hoyuelos marcados en sus mejillas ─ debes inhalar por la nariz y tratar de retener el aire en lo que lo sueltas lentamente, así lograras estabilizar la respiración ─ observó la manera tan perfecta en la que explica todo, toma aire logrando que su perfecto tórax se remarque, ¡miércoles! Y pretende que con esa imagen estabilice mi respiración. Este chico tiene un cuerpo algo delgado, pero bien trabajado, aparenta unos 17 o 18 años, pero es un proyecto de modelo en potencia ─ está, es la manera correcta de inhalar, ¡perdón!  mi nombre es Luis, llegue a este pueblo hace un mes y no conozco a muchas personas, por insistencia de mi primo que es el entrenador es que estoy acá.



#33663 en Novela romántica
#21533 en Otros
#6343 en Relatos cortos

En el texto hay: amor a destiempo, amor . realidad . mujer

Editado: 07.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.