"Sonrisa"

A mí, siempre me ha gustado pintar, los colores y los juguetes que se puedan desarmar y rearmar.  
Me encantan los dulces y jugar en el jardín de mi casa. 
Pero hoy no puedo jugar en el jardín de mi casa porque mañana es mi primer día de clases y me debo levantar temprano. 
¡Estoy contento! 
Ya tengo todas mis cosas preparadas, mi mamá las arregló temprano. 
Mi mamá es muy nerviosa y no aguanta el estar quieta sin hacer nada. Yo pienso que a veces desordena la habitación solamente para volverla a hacer. 
La gente siempre habla de nosotros, mi mamá Sabrina y yo. Dicen que nos parecemos mucho, hasta en la forma en que arrugamos la nariz cuando nos enojamos. 

—Noel, es hora de acostarse, deja esos juguetes y ven a la cama. —Me dijo, con su voz de oficial. 
—Pero mamá, un ratito más.  
—Noel. Ya hablamos de esto, mañana entras a clases. ¿Qué acaso no estás feliz? 
—Sí, mamá, pero… 
—Pero nada. Ya, a la cama. 
—Está bien. —No me gusta hacer pucheros, pero que más da, tiene razón. Estoy tan emocionado por mañana, tengo tantas cosas que quiero hacer y hasta capaz que no me quede ni tiempo para comer. 
—Buenas noches, mamá. 

—Buenas noches, mi amor. Que descanses. —Le besa la frente. 
Estoy tan emocionado que ni si quiera puedo cerrar los ojos. 
—¡Mamá! —Pego un grito salido del alma. 
—¿¡Qué pasa!?   
—Es que no puedo dormir. 
—¡Ay! Noel, que susto me pegaste, pensé que te había pasado algo. 
—No, mamá, perdón, es que no puedo dormir. 
—Iré por leche. —Va a la cocina. 

Ya me imagino los amigos que haré. ¿Cómo será mi profesora? ¿Tendré clases de dibujo? ¡Ya no aguanto más a que sea mañana! 
Estoy tan emocionad… 

—Ya se durmió, buenas noches cariño.