Notas A Tessa

Chico Mudo

 

La demente Margot se encontraba mirando fijamente al pobre chico con aún su ropa mojada, nos miraba nervioso e incómodo por la intimidante mirada de mi amiga, quien llevaba 15 minutos mirándolo fijamente.

–No nos ha dicho su nombre en estos 15 minutos y comienzo a sospechar que es mudo–me susurró la loca al lado mío sin quitar la mirada del peli café–.

–Me llamo Finn–respondió neutral–Y sí, sí puedo hablar.

Margot hizo una expresión que no pude definir, seguro era de impresión.

–¡Oh! Comenzaba a pensar que eras sordomudo, bueno, soy Margot y ella es Tessa. Es un placer Finn–se quedo mirándolo un buen rato, probablemente esperando un hola por lo menos de parte del castaño. Ya que volvió a su actitud anterior. Neutral y mudo...y sordo.

–Oigan, si me trajeron aquí para burlarse de mi es mejor que me vaya–dijo para ponerse de pie–.

Margot me miró con una expresión tratando de decir que lo detuviera, le devolví la misma mueca dándole a entender que ella lo hiciera. Rodó los ojos, y en eso que duraba nuestra pequeña pelea sin diálogos chico mudo ya se había ido.

Un idiota salió de parte de las dos.




 

–Estoy segura que guarda algo ¿No lo viste?  Es intrigante y misterioso, debe ser de esos que tienen una motocicleta y lleva ropa de cuero. No espera, este no era así, este lleva lentes. Tal vez es un nerd con motocicleta. Dios qué intriga.

Demente Margot no paraba de hablar, todo el trayecto desde al jardín hasta el pasillo, las palabras de parte de ella no podían cesar.

–No es un chico con motocicleta, y menos de esos con chaquetas o pantalones de cuero. Yo lo vi bastante normal–mencioné sin importancia mientras recordaba la apariencia del chico de hace unos minutos–.

–¿Normal? Tessa ¿Dices normal?–asentí ante su pregunta–El comportamiento de ese puberto no era normal, se demoró 15 minutos en decirnos cuál era su nombre, apenas eso, ni siquiera te agradeció por ayudarlo. Eso no es normal.

–No le veo nada de anormalidad, solo una pizca de irrespetuosidad–reí ante las teorías y conspiraciones de mi amiga–.

–Concuerdo contigo–dijo asintiendo mientras sacaba el candado de su respectivo casillero–.

Imité su acción hasta que siento unos pasos atrás míos, una presencia se posa en mi espalda.

–¡Vaya! Si es la idiota de Tessa junto con su sombra–dijo refiriendose a Margot al mismo tiempo que soltó una risa burlona. Cerró mi casillero de un golpe llamando la atención de todo el pasillo y haciéndome dar un saltito en mi lugar–.

–Creí que comenzarías con tus estupideces en el almuerzo, pero veo que no pudiste esperar saciar tu hambre por molestar a otros–le di la cara mientras el apretaba su mandíbula–.

–Tienes razón, no pude con la espera–golpeó su puño contra la puerta del casillero, por instinto cerré los ojos con fuerza esperando lo peor–.

Los abrí un poco y pude ver el rostro de mi peor enemigo ardiendo en furia, divise como Margot se acercaba hacia nosotros. Le pedí a todos los dioses de mis libros de mitología y a mi supremo gato que no diera un paso más.

–No te basta con una persona y vienes por dos, por una vez en tu vida piensa, si es que tienes cerebro, y busca algo mejor que hacer–sentí una voz a mi lado izquierdo–

–Chico mudo–esas fueron las únicas palabras que salieron de mi boca en un audible susurro–.

–Pero si es cerebrito Powell quien viene al rescate–gritó Kenai mirando al rededor con esa sonrisa arrogante que nadie se la quita–¿No te dije que nos veríamos después de clases? Estoy atendiendo otro asunto, tu merecido lo tendrás después. A no ser que quieras que te de la esperada paliza en frente de todos.

–Hoy no Kenai, solo déjala en paz y vete–puso su mochila en unos de sus hombros con claras intenciones de irse, pero Kenai lo tomó por el cuello de su camiseta y lo puso contra uno de los casilleros–.

La gente comenzó a gritar con notorio miedo de presenciar una pelea en medio del pasillo ¿Dónde está la bruja cuando la necesitamos? Es la única que pone orden aquí.

–Ya hazlo, golpéame. ¿O vas a tirarme tu agua en la cara de nuevo?–el tono de chico mudo sonó lo suficiente desafiante para saacr de sus casillas a idiota Kenai–.

Lo tiró al suelo comenzando golpearlo con unas fuerzas sobre naturales.

Me quedé estática sin saber que hacer, todo estaba en cámara lenta. Las voces de los demás estudiantes diciéndole que se detengan las escuchaba con gran eco detrás. Hasta que siento una mano posarse en mi brazo la cual me saca de mi trance.

Un profesor me hizo a un lado tratando de pasar en todo es montón de espectadores.

–¡Basta! ¡Basta! ¡¿Qué demonios creen qué hacen?!

Fue lo último que escuché.

El sonido de la puerta de mi habitación abrirse detiene mis pensamientos.

–Tessa, la cena está servida. Llevo llamándote 2 minutos seguidos y no bajas ¿Todo bien?–un tinte de preocupación adornó sus palabras–.

–Claro, todo en orden. En un segundo bajo.

Solo recibí un asentimiento de su parte como respuesta, para después ver como la puerta se cerraba.

La cena fue bastante divertida, mamá preparó su plato especial de todos lo Viernes. Papá hablo de lo genial que le fue en su trabajo, mamá como siempre se quejaba de sus antipáticas compañeras en el club de yoga, y yo...

–Presencie una pelea hoy–dije antes de llevarme un bocado de comida a mi boca–.

Amé la tranquilidad con la cual dije eso. Mas esa tranquilidad no estaba presente en el momento.

–¡¿Qué?!–señora mamá dejó su tenedor de un golpe en la mesa y me miró con los ojos abiertos como platos–. ¿Estás bien cierto? ¿No te hicieron nada?

–Estoy bien, solo la presencie.

–Fue el malcriado de Kenai ¿No es así?–preguntó mi padre mientras tomaba de su jugo–.



#30831 en Novela romántica

En el texto hay: adolescente, romance, escuela

Editado: 11.11.2020

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