Llego el tiempo en donde ya no solo eran llamadas; sino también video llamadas, la primera vez fue porque quería verlo y para que me viera; si soy una diosa entonces no lo iba a dejar así sin poder apreciarme jajaja, el acepto y eso alegro mi corazón de a poco todo cambio y sin yo darme cuenta.
Más llamadas llegaron, junto con conversaciones sin sentido, juegos y más desveladas, me invito a jugar un día a pinturillo, obvio con apuesta de por medio; literal yo bien perdida en ese juego porque sí que nos llevó tiempo poder conectarnos, pero bueno después lo logramos y resulto que soy buena dibujando y yo gane, me gustaba esta nueva yo; me sentía bien, tranquila además de emocionada y agradecida de haberlo conocido.