Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: Nyc N° 3

Capítulo 8

Ya habían transcurrido 6 meses desde el accidente; Ehan Hilton se encontraba al borde de un colapso.

Su relación con sus padres era casi nula pero ellos no entendían el motivo. Él no había querido decirles sobre la confesión de Marco para evitar que interfirieran en la investigación.

Marco era el único que sabía la verdad y por miedo a su padre no había dicho nada; él seguía actualmente con las terapias pero su recuperación llevaba más de lo esperado.

Su hermano no estaba acostumbrado a una silla de ruedas pero las circunstancias lo obligaban a estar en una.

Entre la lenta recuperación de su hermano y la falta de resultados de la investigación, Ehan se sentía próximo a desfallecer debido al estrés.

Trataba de pasar más tiempo con Nick y Alex para despejarse de sus problemas un momento, pero el recuerdo de Hanna seguía presenta y no lo dejaba en paz.

Esa tarde en especial; había llamado a sus amigos a su despacho en la central de oficinas de las empresas Hilton.

Nick se encontraba apoyado en la pared de la oficina desternillándose de la risa a costa de Alexander.

—Ojala hubieras estado ahí; el capitán le explico el plan para atrapar a Dave a Alexander y él no se le movió un solo pelo; pero fue preguntándole que si Paige sabia la locura que estaba a punto de hacer y se puso pálido al imaginarse a su mujer enojada.

Ehan estaba riendo con Nick; la verdad odiaba habérselo perdido al igual que muchas cosas en esos meses.

Las investigaciones se habían alargado, al parecer Hanna se mudó en diferentes ocasiones y seguirle la pista es difícil, y era peor no saber si estaba sola o con su hijo.

—Te han amarrado fuerte las pelotas amigo— bromeo Nick hacia Alexander.

—Claro que si— dijo con una sonrisa Alex— pero sé que no soy el único, ¿Cómo fue que todo el mundo sabía que estabas enamorado de Olivia menos tú?— término de decir haciendo reír a Ehan por la cara que puso Nick.

—Amigo; eso es mucho peor— comenzó a decir Ehan pero la risa no lo dejaba terminar.

—Idiotas— dijo Nick molesto a sus amigos, pero debía reconocer que más idiota había sido él, por suerte todo estaba de maravilla entre Olivia y el.

—Di lo que quieras Nick, pero lo que me alegra es que ahora te mantendrás lejos de mi esposa—bromeo Alex— pero hablando de lo peor que hemos hecho por una chica...el premio te lo llevas tu Ehan.

— ¿Yo?

—Sí, lo peor fue cuando estabas borracho en una fiesta en la fraternidad, y te llevaste a una de las chicas que estaba bailando en una de las mesas, después que desapareciste me toco aguantar las preguntas sobre qué diablos hacías. — recordó Alexander con una sonrisa.

— ¿Quieres que te recuerde con quien te acostaste esa noche?— dijo Ehan tratando de desviar el tema y molestar a Alex— de seguro que a tu mujer le gustaría saber de tu relación con Alisson.

Ehan y Nick rieron al ver a Alex quedarse serio; en definitiva, a Paige no le gustaría saber de eso.

—Tenía tiempo de no reírme así— dijo Ehan en un suspiro.

Alex y Nick compartieron una mirada; ellos sabían que Ehan se encontraba mal, pero el motivo los tenia confundidos.

— ¿Qué tal han seguido las terapias de Marco?—  preguntó Nick tratando de sonar casual.

—Bien, la reocupación es lenta pero ha progresado muy bien; ahora logra mover y levantar las piernas pero todavía no logra ponerse en pie, en estos meses ha perdido mucha masa muscular y debe hacer ejercicio para recuperarla.

— ¿Tus padres se lo han tomado bien?— pregunto Alex— mi madre fue a darle apoyo a tu madre hace un par de meses y me comentó que se encontraba tranquila con la situación.

—Sí. Mi madre esta agradecida que el golpe no fue mayor y mi padre... Bueno, mi padre está algo inquieto por la lenta recuperación.

— ¿Y tú como te encuentras?— pregunto Nick cruzándose de brazos; el notaba que Ehan trataba de distraerlos.

—Todo lo bien que se puede estar— dijo en un suspiro— he tratado de apoyar a Marco y de darle apoyo a Giselle.

— ¿No es incómodo el hecho que sea tu ex?— le preguntó Alex.

Ehan sonrió con nostalgia, puede que Giselle fuera su ex pero no era la mujer que lo tenía mal, a pesar de su conflictivo rompimiento han logrado llevarse bien solo por Marco.

—No, ustedes saben que Giselle y yo compartimos un gran cariño, tal vez en algún momento estuvimos enamorados pero todo eso quedo en el pasado.

Nick y Alex compartieron una mirada, en toda esa historia había mucho más pero no querían presionar a Ehan.

Ellos Alex sabían que el compromiso de Ehan no fue por amor; pero a pesar de eso no descartan la posibilidad de que le hubiera dolido el hecho que Giselle lo dejara por su hermano.

En la tarde; los chicos debían volver a sus respectivos trabajos dejando a Ehan nuevamente solo con su miseria.

Esa impotencia que sentía no lo dejaba vivir, era como si en su pecho se encontrara algún objeto aplastándolo. Dificultándole el respirar.



#731 en Novela romántica
#299 en Chick lit

En el texto hay: hijos, celos, amor

Editado: 07.02.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.