Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: Nyc N° 3

Capítulo 10

Horror.

Confusión.

Miedo.

Hanna Kelly no estaba segura de lo que sentía en ese momento; ver por primera vez al padre de sus hijos después que este la echo de su lado era impactante para cualquiera.

"Eres una zorra"

Las crueles palabras que le dijo esa tarde estaban gravadas a fuego en su memoria; a pesar que ella le juro una y mil veces que no era la de las fotos...él nunca le creyó.

"¡Aléjate de mí! ¡No quiero saber nada de ti! ¡FUERA!"

Él nunca supo que ella estaba embarazada.

— Ese hombre está demasiado bueno — dijo Sarah haciendo regresar a Hanna al presente.

Un presente del que quería escapar.

Ella aprovecho la distancia para observarlo; estaba más alto; sus hombros habían ensanchado y su cara estaba más marcada.

Era la imagen de un hombre. Ya no quedaba nada del muchacho que ella conoció.

Tenía una barba perfectamente recortada y su traje le quedaba a la medida. De un momento a otro Hanna recordó cómo se veía sin ese traje y sintió como la temperatura de su cuerpo aumentaba.

Ehan se encontraba hablando con uno de los dueños de BiTec; ella estaba nerviosa y solo esperaba que Sebas no se diera cuenta del parecido entre Ehan y sus hijos.

— Ahs...ahí mueren mis esperanza de que fuera soltero— dijo Sarah con un puchero observando a una pelinegra acercarse a Ehan.

La tipa iba vestida con un vestido de gala rojo; era corte princesa y caía suelto de su cintura. Ella se acercó a Ehan y lo tomo del brazo.

Hanna sintió cierta nostalgia al ver la escena; "Definitivamente ya no eres solo mío"—pensó

— ¿Estás bien?— le pregunto Sebas al verla decaída.

—Si cariño, no te preocupes— contesto Hanna con una sonrisa.

Ehan Hilton estaba tratando con todas sus fuerzas no girarse y buscar a Hanna entre la multitud.

A estas alturas de seguro que ya lo había visto; solo esperaba que no escapara esta vez.

Hablo con los directivos y todos acordaron presentarlo antes de pasar al comedor.

—Buenas Noches a todos; les agradecemos que nos acompañen en esta noche tan importante para todos. Como muchos ya lo saben. BiTec tiene un nuevo accionista mayoritario; confiamos en él y sabemos que llevará a nuestra empresa más arriba. Con ustedes. El empresario, Ehan Hilton.

Ehan se colocó a la cabeza del auditorio; todos aplaudían pero él no podía evitar buscar a Hanna entre la multitud.

—Gracias por ese recibimiento Gabriell; y gracias a todos por estar aquí esta noche. A partir de ahora, BiTec poseerá una nueva dirección; espero contar con la ayuda y apoyo de todos para lograrlo.

Era un discurso elogiable pero Hanna estaba concentrada en evitar desmayarse de un momento a otro.

Ehan embeleso a todo el mundo con sus planes para la empresa; de esa forma logro disipar un poco el miedo que todos poseía sobre el futuro de sus trabajos.

Ella cerro los ojos y se concentró en su voz; esa mismo voz que la había enamorado años atrás antes de apartarla de su lado.

Muchos aplaudieron cuando Ehan termino pero Hanna solo apretó los dientes; ella sabía lo mentiroso que podía ser ese hombre.

"Te amo Hanna".

Recordó mientras movía la cabeza alejando sus pensamientos; en ese instante levanto la mirada encontrándose con la de Ehan que al fin la había encontrado.

Ehan trato de disimular su turbación pero no podía quitar sus ojos del gran amor de su vida y madre de sus hijos.

Hanna Kelly.

"Te encontré cariño". Pensaba Ehan mientras la observaba de pies a cabeza. El pobre tuvo que reprimir un jadeo al verla agraviada en ese vestido blanco que le quedaba exquisito.

Un color tan virginal para alguien tan apasionado no debería de ser posible; pero ella lo lograba. Hanna Kelly era exquisita.

—Ven, debemos de ir a busca nuestros asientos —dijo Cassie, la asistente de Ehan y su acompañante esa noche.

—Claro, vamos— accedió Ehan amablemente.

Por el rabillo del ojo logro observar como el esposo de Hanna la tomaba de la cintura y caminaba junto a ella.

Idiota.

Debería de ser el, el que caminara junto a ella. "Tú la echaste de tu lado", le repetía su subconsciente.

Camino junto a Cassie hacia los comedores; el gerente del hotel lo guio y le centro que todo saldría perfectamente en la cena.

En la mesa principal se encontraba todos los accionistas y sus acompañantes. Los demás empleados se encontrabas dispersos por las diferentes mesas.

No fue difícil encontrar a Hanna esta vez; su belleza era exquisita e imposible de ignorar. Trato de concentrarse en ella y tratar de ignorar a su marido, pero se le hacía imposible.

El simple hecho de pensar en Sebastien Clark le hacía hervir la sangre, pensar que ese hombre tenía a su familia lo hacía odiarlo.

—Esperamos cumplir sus expectativas señor Hilton— comento James Tomson llamando la atención de Ehan.

—Estoy seguro que así será Tomson— Ehan elevo su copa con media sonrisa.

La cena fue servida; y él se aseguró que al menos un miembro de su equipo se encontrara en cada una de las mesas.



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En el texto hay: hijos, celos, amor

Editado: 07.02.2019

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