Nuestra Vida Juntos

Capítulo 27

Narrador omnisciente

Han pasado más de 24 horas desde que la pequeña Aurora desapareció.

Toda la familia Sanper sean reunido nuevamente sólo para ayudar a encontrar la niña.

Alonso ahora está más preocupado en saber dónde está su hija, todo está hecho un desastre en su departamento, aunque esta pidiendo ayuda a sus amigos para los temas legales que se vienen y también en la búsqueda de la pequeña.

Adara está en las mismas condiciones del señor mencionado hace poco, después que salió de la casa de su ex pareja hizo una llamada aún amigo de italia que es abogado el cual estará llegando en unas horas a esta ciudad que parece que está hecha caos para la familia Sanper.

Por otro lado, en las afueras de la ciudad se encuentra el urbanismo privado que sólo los narcostraficantes que se esconden de la ley habitan ahí.

En las penúltima casas podemos encontrar la mansión de los Bird, una familia muy busca por los crímenes que han cometido.

Un dato muy importante es que  el hijo menor de los Bird, ahora dueño encargado de negocio, es nada más ni nada menos que el verdadero padre de la pequeña Aurora, ¿O tendríamos que decir, de la pequeña Bird?

El gran secreto de Adara y Alonso es que la noche que los trillizos les informaron que eran adoptados, Alonso salió de la casa y la pequeña Adara lo persiguio para que no se fuera pero él la mandó de regreso a casa y cuando ella se iba a casa la acorralaron para hacerle daño.

Por eso Alonso se culpa por lo que sucedió esa noche ya que su hija es producto de una violación.
 

[...]

 

Adara

—Ya no sé qué más puedo hacer Mia —dije mientras me cubro mi rostro con mis manos.

Esto es muy estresante, no saber nada de mi hija me tiene mal, no sé si tiene frío, si le dieron de comer, si le están haciendo algo malo a mi pobre angelito.

—Sé que es fácil decirlo y un poco difícil hacerlo, pero intenta calmarte amiga, estar sometida a tanto estrés no es bueno para tu salud y tienes que estar fuerte para seguir buscando a tu hija.

Retiro mis manos de mi rostro y asiento.

—Tienes razón, no puedo desesperarme e igual uno de mis amigos de Italia viene hacia acá, estoy segura que él podrá ayudarme para demandar a la tipa con la que sale Alonso.

Mia tomó un trago de su café antes de contestarme:

—En eso tienes razón, esa tipa tiene que pagar, yo no me creo eso de que no es culpable, se le ve en la cara la mala intención y que no quería a la pequeña Aurora.

—Sí lo sé —miro con odio a la nada— fui una tonta por confiar que él protegería a nuestra hija.

—Respira amiga, tú confiaste en él porque lo quieres o porque lo sigues amando y sabes que a pesar de que él no es el verdadero padre de Aurora la ama con todo su corazón, también sabes igual que yo que a él nunca le hubieran robado a la niña, estoy segura que tendrían que matarlo antes de que eso pasara.

Observo fijamente a Mia.

—¿Crees que lo que lo herí con todo lo que le dije?

Ladea la cabeza mientras hace una mueca con sus labios.

—¿Quieres que te diga la verdad lo que quieres escuchar?

—La verdad antes que nada por favor.

—Bueno, si te pasaste un poco, estabas enojada no sé te perdió el celular, fue tu hija y él tiene un poco de culpa por lo que sucedió, ahora yo te tengo una pregunta, ¿vas a decirle al juez que él no es su verdadero padre?

Niego.

«A pesar de que quisiera no quiero que nadie más se entere»

—No podría —al terminar de decir eso escucho como una notificación llega a mi celular así que decide revisarlo rápido pensando que puede ser algo sobre el paradero de mi hija 
Leo en la notificación de mi celular el nombre de quién me escribió:

Lorenzo

"Ya llegué bambina pasa a recogerme."

Escribo rápidamente la respuesta.

Adara 
 


 

"Está bien ya voy"
 


—¿Quién era? —pregunta Mia.

—Era Lorenzo, vamos a buscarlo por favor.

Me levanto de mueble con ella siguiendome los talones para así ir a buscar a mi amigo y abogado. 

 

[...]



 

Alonso

Estoy en el departamento sacando de mi vida a la chica que pensaba que"amaba", ahora me doy cuenta que nunca la llegué a amar, no como amaba a Adara.

—No te quiero cerca de mi hija cuando aparezca y mucho menos cerca de mí.

—Mi amor, te lo juro que yo... Yo.

Ahora que no tenía dudas de que ella sabía lo que podía ocurrir y no le importa entregar a mi hija, detesto a esta mujer.

—No jures en vano, tú eres una de las culpables de que mi hija esté desaparecida y no esté aquí conmigo.

—Yo solo quería que tu ex se diera cuenta que había perdido todo de ti, por eso se la di a ese señor.

Niego mientras aparto mi rostro para no mirarla.

—¡Basta de mentiras! —Le grité— ¡Sé que él te pagó para que le dieras a mi hija! ¡tú hiciste esto por dinero!

—¡Sí lo sabes! ¡¿entonces para qué preguntas?! —Dice a gritos Valentina.

—Solo quería escucharlo de tu boca, ya te puedes largar de mí vida, te voy a hundir en la cárcel.

Ella me mira con enojo mientras sale de mi departamento cerrando la puerta de golpe.

Suelto un suspiro para sentarme en el sofá y agarrar la tarjeta que me mandaron.

Aparece el nombre nunca más pensé volver a escuchar o leer:

Julio Bird.
 



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En el texto hay: familia, bebes, amor

Editado: 21.06.2024

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