Capítulo I

"No te diré que fuiste mi primer amor, no sería honesta. 
 

Pero si fuiste la primera persona por la cual me quede por amor."
 

...
 

Bianca
 

Primera clase del año, todos abrazándose como si hace dos días atrás no estaban festejando por su reencuentro. Mi amiga era una de ellos.
 

-Hace tanto que no te veo Bi! – me abrazo con fuerza no conseguí evitar sacar una sonrisa y un gesto de dolor.

-Nos vimos ayer Molly. – me libero, dejándome ver su cara de fastidio.

-Pues para mí fue mucho tiempo. – solo me reí por su comportamiento, era demasiado cariñosa para mí, sociable y cordial. – Nuestro ante último año Bi! Tenemos que embriagarnos, salir de fiesta con chicos, divertirnos y formar recuerdos inolvidables.

Su emoción era contagiosa, sonreí ante todas sus ocurrencias. – Te vas a divertir mucho este año. – su alegría y rostro soñador al imaginar todo lo que haría se esfumaron.

-Vos también iras conmigo. – se cruzó de brazos enojada. – ¿Tu familia no puede aceptar por una vez que dejes ese cuadro perfecto en el que vives? ¿Solo una vez? Tienes la herencia, un trabajo ya estable después de las clases, ¿Qué más quieren?

Solo alce los hombros sin mostrarle interés. Coloque mi mochila en el asiento mientras que veía entrar a la afectuosa profesora de literatura.

-De acuerdo empecemos con la primera clase. – dijo sonriente, gesto que todos le devolvimos. – Este año tendremos un nuevo reto para experimentar nuestros sentimientos por medio de la lectura y la escritura, por ellos tend...

Pero el sonido de la puerta la interrumpió, entro pidiendo disculpas, era el chico de la azotea. La profesora no era como las demás, ella no se enojó ni critico por el horario, siempre nos recalcaba de que no tenían por qué explicar su tardanza si era un problema personal. Solo le sonrió y lo invito a buscarse un lugar.

Camino hasta el final del curso y se sentó, solo en el rincón, aislado de todos. Era invisible para los ojos de los demás, pero no para los míos que lo había presenciado el día anterior en azotea.

-Como decía... en 6 meses presentaran un ensayo personal sobre sus sentimientos ante algún acontecimiento importante en sus vidas, además de la lectura del libro que les daré, ahora...

El sonido de la profesora se fue minimizando, dejándome escuchar nítidamente las preguntas en mi mente sobre ese chico. No paraba de observarlo, ver como dibujaba y su mechón castaño caía sobre su frente. Su lejanía solo me causaba curiosidad por saber cómo era.

Toco el timbre para irse a la siguiente clase, el ruido de como todos guardaban  sus cosas mientras que susurraban sobre lo que harían después, inundo el salón.

El seguía dibujando acostado sobre la mesa. Tome fuerzas y me acerque a él, Molly quiso frenarme, pero solo le negué segura de lo que hacía.

-Hola... - mi voz sonó cohibida provocándome cerrar los ojos arrepintiéndome.

Solo alzo la mirada con indiferencia, dejo de dibujar esperando que le siga hablando, cosa que no hice. – ¿Hola?

Su voz era dura, nada parecido a como hablamos ayer en la azotea, tenía esperanza aun en la delgada línea de la muerte y la vida. Cerro su cuaderno y lo guardo con enojo, se paró y no logre decir nada. Sus ojos negros sin brillo y apagados me miraron a los ojos.

-Solo quería saber cómo estabas.

-Muerto, así estoy. – avanzo chocando con mi brazo derecho. Mi ceño se frunció al escucharlo, su respuesta no tenía sentido. Me gire y él ya estaba por salir del curso.

- ¿Cómo estás muerto si sigues respirando? – el chico de la azotea freno, pero su mirada seguía indiferente hacia el frente. Giro su cabeza, sus ojos negros se posaron en mi.

-No lo sé, dímelo tu niña perfecta.

Siguió su camino dejándome desconcertada y confusa, Molly me agarro del brazo y me arrastro fuera del curso para dirigirnos a la siguiente clase.

¿Por qué su actitud era tan diferente ahora? ¿Por qué la voz dulce que había escuchado ayer ya no estaba? ¿A que se refería y por que yo debería saberlo?