AVRIL capítulo 1

AVRIL

Siempre he pensado que la felicidad no está al lado de una persona la felicidad es un momento, una caricia, un hola, hasta una simple brisa, las cosas más simples y sencillas de la vida, hoy me desperté pensando en ello, pensando que mi felicidad es sencillamente el estar viva, el poder respirar, el poder darle gracias a dios por un nuevo día.

Pero estoy dispuesta a sacrificar toda mi felicidad por Sarah…

Estoy en la habitación que comparto con Santiago, vistiéndome lo más rápido que puedo, dejando mi anillo en su mesita con una nota, le dije que iría por desayuno, algo que es mentira, él está abajo en su despacho, atendiendo cosas de la empresa, así que este es el momento perfecto para irme.

Esta mañana recibí una llamada, de la misma persona que lo hizo el día de mi cumpleaños, así que decidí tomar cartas en el asunto, salgo de casa dejando a la seguridad detrás, sigo las indicaciones que me dijo.

En cuanto llego al final de la calle una camioneta se atravesó y bajo un hombre todo vestido de negro y me venda los ojos, no tenía miedo al momento de venir, me sentía valiente, me sentía inquebrantable, pero en cuanto todo se vuelve oscuridad debido a la venda que me es colocada, todo mi cuerpo comienza a temblar, empiezo a pensar que tal vez no vuelva a ver a  Santiago, tal vez todo fue mentira y aun así harán algo contra  Sarah.

- Tranquila, no te haremos nada! – me dice una voz de hombre muy grave.

Solo asiento, empiezo a temblar en cuanto siento que el auto arranca, no se para dónde me llevan y no tengo ni la menor intención de preguntar, no me arriesgare más de lo necesario. 

Luego de un par de minutos siento como el auto se detiene de golpe, se abren la puerta, me ayudan a bajarme.

Camino a ciegas con ayuda de uno de ellos, me recuestan en una cama a la cual me amarran una de mis manos.

Respiro profundo para tratar de calmar la ansiedad que se está apoderando de mi cuerpo, tengo que calmarme, yo decidí esto así que me toca ser valiente.

Decido pensar en Santiago en nuestra noche, en todo lo que paso en nuestra habitación como su cuerpo me hizo sentir tan viva, tan llena, tan plena, como conoce cada parte de mi cuerpo, sabe que me hace vibrar, como el con solo un toque me hace sentir tan viva!

Lo extraño demasiado, amor perdóname por haberme ido así, ojala lo entiendas, sé que lo harás.

Me despierto de golpe, me quede dormida, me sobresalto al ver que aún sigo a oscura y amarrada a la cama, ya el brazo me duele, siento punzadas fuertes en el.

No me han golpeado, ni maltratado el dolor de cabeza es por hambre ya debe de pasar el mediodía, escucho al fondo unas voces ninguna se me es conocida, la puerta se abre lo sé por el ruido tan tremendo que hace y siento como alguien se sienta en la cama.

- Avril?

- Si

- Te quitare la venda

- Ok

En cuanto me quita la venda la luz hace estragos, me siento mareada, cuando por fin logro enfocar la vista me consigo con un hombre de cabello amarillo, ojos verdes algo robusto.

- Toma, come algo… - me entrega un plato 

- Gracias..

- No te haremos nada… solo queremos el dinero y ya!

- Ok, no toquen a Sarah! 

- No lo haremos.. 

Me deja allí comiendo y antes de salir, se detiene de golpe.

- Solo quiero lo que me corresponde por derecho, no te hare daño.

Y cierra la puerta detrás de él..

- Oye! – le grito, la puerta vuelve abrirse.

- Dime?

- Podrías por favor soltarme, me está doliendo mucho el brazo, por favor…

- Promete que no cometerás ninguna estupidez!! – me dice viéndome fijamente a los ojos, su rostro me resulta muy familiar.

- Lo prometo, ya hice la mayor estupidez del día, entregarme. – lo veo sonreír de mala gana.

Se acerca a mí y saca una navaja de su pantalón y corta la soga que me tiene amarrada a la cama, no sin antes observarme detenidamente.

- Ya entiendo a Santiago.. – me dice.

- Cómo?? – estoy confundida.

- Eres muy bella… - me da la espalda no sin antes decirme una última cosa. – pórtate bien y estarás pronto de vuelta en casa.