REENCUENTRO
Estuvimos toda la mañana y parte de la tarde ideando la mejor forma de localizar a Connor. Dejamos como última opción, en caso de la principal falle, hacer un hechizo de localización. Si bien era un hechizo que Pilar podría hacer de ojos cerrados, era más difícil de cubrir por lo que corríamos un gran riesgo de que nos descubrieran, así yo estuviera presente.
— Es la mejor opción Alai, ya te lo dije mil veces, no tenemos otra opción y tampoco tenemos el tiempo para recorrer todo el país buscando a Connor — Sé que es la solución pero me niego. Me niego a tener que volver allí.
— Y si hablamos con Laura? Tal vez ella nos pueda ayudar con el hechizo. — Digo otra sugerencia.
— Estás siendo egoísta Alai — Pilar está enojada y la entiendo — prefieres poner a Laura en peligro antes que volver a ir. Es sumamente egoísta y cobarde esa opción. Si no quieres ir tú, voy yo.
— Tenes razón, no se que se me paso por la cabeza.
— El miedo — responde mirándome con una cara como si fuera obvia esa respuesta. — vos querías la verdad, la estas obteniendo, ahora tenes que hacerle frente. O hacemos esto bien o no hacemos nada. Pero no vas a poner en riesgo a gente que no es necesario por simple cobardía.
— Está bien, voy para allá. — amo a Pilar, no solo porque siempre me apoyo y no me dejó sola. Sino porque no tiene filtros al momento de decirme las cosas, envidio mucho eso de ella. — Mientras me esperas, ve pensando otra opción en caso de que esta falle.
— Ya estoy en ello.
Así que, nuevamente aquí me encuentro frente a la horrible escalinata de la tétrica iglesia. A medida que me voy acercando a la puerta, siento que estoy un paso más cerca del juicio final. Basta Alai, es entrar y preguntar. Tan simple como eso. Tú puedes. Me aliento mentalmente.
— Hola mi niña como estas? — me recibe Gloria con su sonrisa tan particular.
— Gloria bien y tú?
— Bien, bien gracias por preguntar. ¿Vienes por más libros?
— No, de hecho, vengo a entregar estos — señalo la bolsa donde se encuentran los tomos que me prestaron — y hablar con Luzbel ¿él se encuentra?
— Ya se de que quieres hablar con él — me dice en tono serio. No es posible que sepa, lo sé pero aún así no puedo evitar los nervios. Los agentes de los comandos se encuentran infiltrados en todas partes. Son todo tipo de personas, desde el policía que patrulla las calles en su turno, hasta el cantinero, que pasa sus horas escuchando historias de ebrios. Se que existe la posibilidad de que Gloria se una. Por lo que me preparo para la situación. — Yo misma le dije que no podía rechazar la invitación.
— ¿Qué? — no se de que habla
— El evento de beneficencia del Sr. Langloise, hoy llegó la invitación y Luzbel la rechazó ¿puedes creerlo? — de hecho si puedo creerlo y no me extraña. Yo le comente que la estaba organizando por lo que es evidente que me voy a encontrar allí y teniendo en cuenta que no quiere verme …. — Es un insulto para el Sr. Que rechace esa invitación, después de todo lo recaudado viene para la iglesia — si supieras Gloria a donde en verdad va ese dinero, creo que no la veríamos más por aquí.
— ¿El se encuentra? ¿Puedo pasar? — Pregunto luego de que Gloria me hace un gesto afirmativo.
— Ve, ve. A ver si usted lo puede convencer.
Le regalo una sonrisa y voy hacia su oficina. Luego de golpear tres veces y de un adelante por su parte. Respiro profundo y me armo de valor mientras ingreso a su oficina.
— Alai ¿qué haces aquí? — ya se encuentra de pie, detrás de su escritorio.
La oficina es más tétrica que la iglesia. Oscura, llena de libros y papeles por todas partes. Fea.
— Vine a devolver los libros y necesito hablar con vos un momento.
— No tenemos nada de qué hablar. Es mejor que te vayas y te pido que no vuelvas a venir y si es necesario que lo hagas, no vuelvas a hablarme Alai. — No me mira a los ojos mientras se dirige a la puerta y me la abre. Eso me cabrea aun más, que no tenga el valor de mirarme a la cara.
— Tengo que hablar con vos y me vas a escuchar — vuelvo a cerrar la puerta — mira no me importa los problemas que tengas conmigo y tampoco me importa porque de golpe tanto odio pero de verdad preciso hablarte y créeme no lo haría si tuviera otra opción eso te lo aseguro.
Al parecer mi insistencia y la urgencia de mi voz hizo que me mirara a la cara, preocupado. Que descarado al intentar mostrarse preocupado.
— Qué sucedió? ¿Estás bien? — me pregunta con urgencia.
— Necesito encontrar a Connor. Es… —soy interrumpida nuevamente por Luzbel y su tono autoritario.
— No puedo ayudarte
— Luzbel se que por un tiempo mantuvieron contacto y estoy segura que sabes cómo localizarlo de verdad necesito ubicarlo.
— ¿por qué?
Perdón mamá y papá — necesito que me firme unos documentos para el traslado de los restos de mis padres. El cementerio en el que se encuentra lo van a destruir y necesito trasladarlos de lo contrario van a terminar en una fosa común — no es del todo mentira, solo que falsifique la firma de Connor hace unos meses y ya hice el traslado de sus restos a la ciudad.