Nuestro pequeño desastre [#1 Saga Disaster]

Capítulo 26 "Su regreso y su despedida"

Tyler

Habían pasado cuatro días, cuatro malditos días sin ella, sin saber si estaba bien, estaba al borde de la locura, necesitaba de ella, acunarla en mis brazos, protegerla, no he logrado dormir casi nada, ya no valgo nada, sólo quiero verla, besarla, pero su ausencia me lo impide, tristemente no es su culpa... Es sólo mía, por no haberla protegido de aquellos asaltantes, por las noches dormía sin sueño y me despertaba a la mitad de la madrugada, me despertaba aturdido, dolido y vacío, como si mi alma... Se fuera ido con ella, mi corazón y todo lo bueno que tenía, pero en el fondo había la esperanza sabía que ella volvería, lo esperaba con tantas ansias. Todos estos días desde su desaparición Sally ha estado llamándome e invitándome a salir a lo que me he negado, obviamente, la mujer que amo estaba en manos de un hombre que podía ser peligroso ¿Que ganas tendría de salir? Aunque las tuviera no lo haría, no si no es con ella. Mi teléfono vibro en mi bolsillo sacándome de mi trance, mire a ver quién era, gire los ojos

Hola ¿Estás ocupado? Estoy muy aburrida y sola ¿Quieres venir? -Sally

No puedo, estoy trabajando, tengo novia Sally, la amo, así que por favor aléjate no quiero más problemas–Textee, Angie estaría tan feliz si viera ese mensaje, sonreí, pero no estaba, y eso me hería, mire hacía al frente y vi a una chica muy bonita, no lo podía negar, caminando hasta donde yo estaba

–Buenos días. ¿Que desea?–Pregunte cortésmente

–Me da un Mocaccino–Dijo, yo asentí registrándolo en la computadora

– ¿Algo más?–Negó con la cabeza, le serví lo que pidió y se lo di

–Disfruta tu café –Le sonreí, a Angie le encanta el mocaccino, por su peculiar sabor a chocolate, la chica se alejo y se sentó en una mesa, luego vi a Lena, fruncí el ceño extrañado, ella tenía lágrimas en sus ojos, mi corazón se detuvo, camino, no, corrió hacía mi

–T-Tyler...–Hablo entrecortadamente

– ¿Que sucede Lena? ¿Estás bien?–Preocupado pregunte

–Es Angie... Creo haberla visto. Pe-pero, no lucía como ella ¿sabes? Su atuendo... Era sombrío y pensé que me estaba volviendo loca, no sé Tyler, pero estoy casi segura que era ella, iba con un hombre pero no alcancé a ver su rostro pues llevaba gorra y tapaba la mitad de su cara–Hizo una pausa–. Pero aún así me pareció familiar, la llevaba sujetada del brazo, como cuando una madre esta reprendiendo a su hijo.–Paso sus manos nerviosamente por su cara, la mire, estaba atónito, no sabía que decir, no podía siquiera moverme ¿Era ella?

–La extraño tanto...–Dije más para mi mismo que para ella–. Cuando salga de acá estaré en tu casa, primero iré a la mía a bañarme y eso, escribiremos al número que me escribió la última vez ¿Si?–Ella asintió y pidió un café extrafuerte y se fue, el tiempo en el trabajo paso lento, y ya quería irme. En cuánto ya fue la hora me fui a casa, camine en silencio, pensando en ella, ¿Porque ella? Ha sufrido lo suficiente, ¿La vida siempre es tan injusta? Porque creo que lo está siendo con ella, llegue al departamento y quite el pasador antes de abrir la puerta, en cuánto lo hice que inmóvil, no podía moverme, ni hablar, creo que ni respiraba, era ella, Angie estaba en medio de la sala, vistiendo como había dicho Lena ropa oscura y su maquillaje era pesado, parpadee un par de veces para ver si sólo era producto de mi imaginación, pero ella estaba ahí realmente allí, mi corazón latía con fuerza contra mi caja torácica, me acerque inseguro a ella, era como si no la fueran secuestrado... Ella estaba bien

–Hola...–Dijo en casi un susurro, con su voz quebrada. No, no estaba bien.

---

Angie

Ahí estaba yo, en medio de toda la sala, esperando su llegada, cuando la cerradura sonó me tense, era él, pasando por la puerta, todo el aire de mis pulmones se salió, mi corazón latía rápidamente, y mis manos temblaban, mariposas, miles de mariposas se alojaban en mi estómago, quería correr y abrazarlo, pero no podía mover mis pies, me quede estancada ahí, camino con aire inseguro hasta que estuvo más cerca de mi...

–Hola...–Mi voz salió baja, como un susurro, estaba quebrada, tenía muchísimas ganas de llorar

–De... De verdad eres tú–Dijo nervioso

–Si... Así es–Respondí, nos miramos a los ojos, sin hablar, se creó un rotundo silencio–. Tyler yo...–No pude terminar tomo mi cara entre sus manos y unió nuestros labios en un salvaje beso, un beso entrañable, para nada dulce, para nada suave, era ansioso, rápido, ambos diciéndonos cuanto nos extrañábamos, nuestras respiraciones eran rápidas, todo mi cuerpo ardía, como si estuviera en llamas, nos separamos cuando nuestros pulmones ya dolían, pego su frente con la mía, su pecho subía y bajaba descontroladamente

–Santo cielo Angie, te extrañaba–Miro fijamente mis ojos, no quería que siguiera, me tenía que despedir... Y no quería hacerlo, uní nuevamente nuestros labios, en un beso lleno de deseo, empezó a caminar y yo retrocedía sin separar nuestros labios, hasta que mi espalda chocó con una pared, mis manos se enteraron en su sedoso cabello, tirando de él, un gruñido salió de su garganta, paso sus manos por mi cintura, deteniéndose en mis caderas, cuando dio un apretón, solté un gemido contra sus labios, estaba tan sensible, y tenía tanto calor que me quería quitar hasta la última prenda de mi cuerpo, sus labios dejaron los míos, para hacer un camino de besos de mis labios hasta mi cuello, y solté otro gemido cuándo sus dientes tomaron el lóbulo de mi oreja, sus manos manos tomaron el borde de mi blusa, sacándola por mi cabeza dejándome expuesta ante él, sus manos propinaron suaves, lentas y mortíferas caricias, él unió nuestros labios nuevamente, lujuria corría por mis venas, mariposas revoloteaban en mi estómago y en ese momento supe que nadie me haría sentir así, entonces me deje llevar... Sus manos viajaron hasta la parte posterior de mis rodillas, lo capte y deje que me cargara y lo rodee con mis piernas, me llevo caminando hasta su habitación sin romper el beso, sentí el colchón en mi espalda, él estaba cernido sobre mi besando mi cuello, jadee cuando dio un suave mordisquito, sus manos fueron hasta el botón de mi pantalón y de un tirón los saco, quedando solamente en bragas y sujetador, acaricio la parte interior de mi muslo haciendo círculos, gemí ante su tacto, sus dientes capturaron mi labio inferior tirando de él, mi espalda se arqueo dándole paso a su mano, me desabrochó el sujetador, y cuidadosamente, bajo las tiras por mis brazos, despojándome de la prenda, mi rostro se sintió caliente por la vergüenza, aún me sentía apenada al estar así frente a él, él tomo mi barbilla obligándome a mirarlo, su mirada penetró la mía



#3049 en Novela romántica
#159 en Joven Adulto

En el texto hay: romance, drama, suspenso

Editado: 26.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.