Las clases hoy se me están haciendo demasiado pesadas, entre conjuros y pociones que a mediados de este curso, ya no hacen mas que repetirse y repasarse por las pruebas mágicas... Una pequeña competición celebrada, en lo que llamariais los humanos primavera, en lo se pretende conseguir es ver quien es el mago más poderoso y el que mejor sabe usar su maná, a mi ninguna gracia me hace esta prueba pero hay mucha gente emocionada no solo por participar, incluso por perder y hacer de espectador, son los ¡Juegos Magicos! Y todos tenían pequeñas sonrisas bobaliconas mientras que otros vivían pegados a su grimorio. Entre uno de esos locos por las pruebas era Troy, que era favorito en la parte de hechizos, la formulación y el control son su punto fuerte.
-Suerte, princesita -Le dije cuando fijaron las fechas del festival.
-No la necesito, pienso ganar este año.
-Bueno, que seas el favorito no significa nada Troy.
-Quizás no solo tenga eso ... -Dijo con una sonrisa de medio lado.
-Pero mira que estas guapo así.
-Ve a decírselo a Sarah, que no quiere caer en mis redes... -Es comentar a Sarah y que su animo se vaya a piqué, si pudiera ayudarle de algún modo pero ya lo intentamos una vez y yo acabe en cuidados elfos, Sarah en el calabozo y Troy con una gran contusión grave en la cabeza pero esto, es otra historia.
-No pienses en ello, vas a ganar los juegos -Sonó la campana y le bese en la mejilla lo mas rápido que pude levantándole para salir -Nos vemos en la comida -Y me despedí con la mano.
Mis pies estaban nerviosos, caminaban rápido pero no hacían mas que temblar, necesitaba llegar ya a la oficina del director, el grimorio me estaba matando por dentro y la intriga de ello aún más. Cuando entre en los primeros pasillos de profesores y asesores las miradas no fueron mi único problema, si no la secretaria del director, era una mujer demasiado fría, por eso es una maga de los alpes, contra mas frío, mejor.
-Hola, vengo a ver al director russel.
-No puede verle, esta ocupado. -Frío...
-¿No puede ni un minuto? -Dije poniendo pucheros y suplicando como una niña pequeña .
-No.
La mato, a la gente a así la mato, no merecen mi respeto ¿Donde están mis espíritus cuando los necesito? Tss casi me doy por vencida con ella y ya estaba yendome de allí cuando se abrió la puerta del gran despacho y salio el director de ella.
-Vaya, vaya, señorita, no se vaya todavía -Me dijo casi gritando ya que estaba lo suficientemente lejos, me giré y vi un rayo de esperanza, allí estaba el director, todos os imaginareis tipo viejo con una barba kilométrica y un gran bastón de sabio pero os equivocais, más bien es un hombre muy joven y atractivo. Me acerqué a el como pude, sus ojos violetas penetran en ti sin dejarte ir, como un hechizo de ilusión.
-Hola señor russel.
-Hola Arwen, dime ¿Para que querías verme ? -Mire hacia la secretaria concentrada en su trabajo.
-Quizás en privado
-Bien, entre por aquí -Alzo el brazo abriendo su despacho y me escabullí dentro lo mas rápido pero tranquila que pude, su despacho estaba bien situado y tenía una gran vista a los campos elíseos de la magia, llenos de jóvenes ahora y miles de colores provenientes de la magia de los magos, se oía algún grito de emoción con los trucos y me dieron unas gigantescas ganas de salir a verlos pero el sonido de la puerta cerrándose me hizo volver a la realidad.
-Bien, pues sorprendeme, de que querías hablarme.
-No se si debería enseñarle esto pero estoy perdida con él. -Su mirada de curiosidad aumento cuando saque mi grimorio y lo deje en la mesa. -Es mi grimorio familiar, me llegó el otro día de mi abuelo pero he intentado leerlo y se me es imposible, no es lectura de magos o al menos no actual.
-Interesante, esta tapa dice mucho de tu familia Arwen, incluso los decorados indican toda la magia por generaciones, normalmente suelen ser secretos y no suelen mostrarse muchos así, gracias por traerlo.
-No es la magia de mi familia lo que me preocupa , si no lo que viene dentro de él.
-Bien, dame tiempo. -Atrajo el grimorio a sus manos e intento abrirlo pero sus manos no consiguieron nada, aplico mas fuerza y nada, a mi no me costo trabajo abrirlo y el más fuerte de toda la escuela es incapaz ...
-Y también bien lista... Hay un conjuro que solo permite que se abra a vuestra sangre, es un método antiguo pero muy útil para evitar personas como yo.
-Entonces venir aqui no Mr ha servido de nada.
-Me da que no, lo siento pero ha sido muy interesante verlo, gracias.
-Si, claro, de nada -Coji toda mi decepción y salí de su despacho ¿Ahora que narices hago? No me sirve de nada no entenderlo, me choco con alguien quieto en el pasillo sin darme cuenta al estar en mi mundo.
-Perdón.
«¿Que te pasa?»
Al no oír una voz si no ese pensamiento miré rápidamente al individuo y ahí me encontré con el demonio, ahora con sus ojos verdosos abiertos y sorprendidos.
-Nada en especial -Y me recompuse enseguida.
-¡Sebastian! Que sorpresa verte de nuevo por aquí -Fue lo único que conseguí oír antes de salir de aquel pasillo, así que Sebastian ... Es un nefilim, que te esperabas.