Diecisiete días después de la resurrección
El lo podía ver y tenia su hacha corta apuntando hacia su dirección, lo podia observar ahí, escondido como un animal asustado, su respiración era más fría que la nieve a su alrededor y sentía odio hacia su presa, se preguntaba ¿como un ser que era tan fuerte, ahora parecía ser la más vulnerable entre las criaturas?; lanzó su arma solo para ver como de ese montón de nieve salía una sombra que buscaba perderse entre los pocos árboles que habían.
El hombre golpeo a su caballo y este empezó a correr hacia la sombra que evitaba ser alcanzada por su furia. Esben no dejaría ir a su presa, eso no haría el nuevo líder de Andlang. El joven vikingo siguió a Einar hasta el inicio del cinturón de montañas dónde incluso los aventureros más expertos han llegado a desaparecer. Einar iba cada vez más lento y Esben lo miraba desde su caballo, disfrutaba ver al poderoso Einar convertido en un despojo de hombre, las fuerzas en Einar empezaban a escasear y lo sentía así como también sentía las pisadas del caballo de Esben que ahora iban más lento –¿a que te aferras Einar?, ¡porque no solo te mueres y ya, así acabas con tantas desgracias que carga tu existencia!– grito Esben y después bajo de su caballo, preparando su otra hacha corta para atacar a su primo; Einar arrastrándose sintió la mano de Esben dándole la vuelta dejando al descubierto su pecho, Esben se quedó mirando a su primo quien estaba flaco de desnutrición, se notaban sus costillas y cuando miro su rostro noto las ojeras de Einar así como su demacrado rostro, parecía que era un cadáver más, perdido entre las faldas de las montañas. Esben sintió rabia pues no sabía que hacer ante su primo indefenso y se separó de Einar –¡levantate!– le gritó al joven –defiendete de tu verdugo, enfrentame Einar– dijo Esben tirando su hacha y preparando sus puños –no lo haré Esben– dijo Einar quien ya estaba cansado de escapar y de luchar –tienes que hacerlo, por algo tienes la espada que me robaste– dijo Esben algo frustrado –tu no entiendes Esben, lo que tu y tu padre hicieron...– decía Einar pero su primo lo interrumpió –¿que hicimos?, solo quitamos a una familia de cretinos del poder– dijo Esben seguro de sus palabras, Einar comenzó a levantarse –¡ustedes mataron a mi familia!– grito Einar y corrió hacia Esben con las pocas fuerzas que le daba su coraje, sin embargo por los lentos movimientos de Einar su primo le ha cesto un golpe de lleno en la cara tirandolo de espalda a la nieve –solo hicimos lo que se tenía que hacer– dijo Esben tirándose encima de Einar y lo comenzó a golpear -defiendete idiota, defiendete- le decía mientras le daba otro golpe en el rostro -tengo que demostrar que soy mejor que tu- y nuevamente le daba otro golpe.
Mucho tiempo atrás
–entiende nadie es mejor que yo– decía un pequeño Einar de 8 años, mientras debajo de él ya hacía Esben bastante golpeado –ya Einar déjalo– le dijo el entrenador –deja que se levante– y Einar se quito encima de su primo mientras Esben se veía triste –el entrenamiento acabo hoy, mañana practicaremos tácticas de cacería, traigan sus arcos y lanzas, ahora se pueden retirar– dijo el entrenador y Esben veía como Einar se iba a su hogar y Aren lo acompañaba y se escuchaban los halagos del niño mientras acompañaba a su hermano menor, Esben tenía que regresar a su casa, pues su padre había ido de cacería ya que habían avistamientos de osos y tenían que matarlos antes de que dañaran a alguien de Andlang, aún así su padre siempre estaba al pendiente del progreso de su hijo mayor y sabia que no iba estar nada contento.
La puesta de sol estaba llegando a su fin cuando un Niels más joven entró –¡ESBEN!– grito con enojo, Esben corrió a donde su padre pues si no lo hacía algo peor vendría –dime padre– dijo Esben con un tono débil y con la cabeza agachada –es cierto que el hijo de Gerd te humilló en el entrenamiento– dijo Niels exigiendo una respuesta a su hijo –padre es que no quería lastimarlo– dijo Esben con miedo –no mientas Esben, eres débil y no puedo tener un hijo debil– dijo Niels y procedió a golpear a su hijo; para Esben no era diferente de otros días pues así había sido desde que Einar entró al centro de entrenamiento y demostró ser un niño con talento, aún así Esben no sentía rencor hacia su primo a pesar de que indirectamente por su culpa su padre lo golpeaba.
Al día siguiente el vikingo que era su maestro llegó a su hogar en la mañana tocando la puerta con fuerza –señor Niels, senor Niels– gritaba; Esben lo escucho y entre abrió la puerta para ver quién era –Esben ¿esta tu padre?– dijo el vikingo pero Niels abrió la puerta por completo –¿Que quieres?– dijo Niels algo molesto –señor, al parecer la esposa de su hermano junto con su hijo menor desaparecieron, el líder Gerd me mandó a buscar gente para ayudar a la búsqueda– dijo con preocupación el soldado –si claro, adelantate en un momento voy– dijo Niels sin darle mucha importancia al asunto –señor su hermano dijo que tenemos que reunirnos lo más pronto posible– dijo el vikingo –¡no me escuchaste, lárgate que yo iré después!– grito Niels –esta bien disculpe la insistencia– dijo el soldado y se marchó; Niels cerró la puerta y Esben lo miraba con una expresión de miedo ante su padre pero aún así pregunto –¿no irás padre?– y Niels respondió de forma descarada –es mejor seguir durmiendo– y Niels regreso a su cama a dormir.
Un par de horas después el grupo de búsqueda liderado por Gerd regresaban, y en una carreta traían el cuerpo de su esposa y junto con ella venía Einar escondido entre pieles que aún tenían sangre y lo cubrían, ese día se canceló el entrenamiento y en la noche se llevó un funeral para la madre de Einar en donde todo el pueblo de Andlang se reunió a la orilla del mar para despedirla.
Al día siguiente los rumores empezaron a escucharse -mi esposo dice que cuando llegaron Einar estaba lleno de la sangre del oso.
–escuche que cuando encontraron al muchacho tenía la cabeza del oso.
–es todo un prodigio ese niño lastima que no pudo salvar a su madre.
–ya vimos quien será el nuevo líder de Andlang– todo esto llegó a los oídos de Niels quien no podía aguantar el coraje.
Esben asistió al entrenamiento pero vio como el grupo rodeaba al maestro quien tenía a su lado a Einar –Esben acércate voy a darles una noticia– dijo su maestro –este día estoy orgulloso de decirles que Einar se graduará hoy, gracias a su gran muestra de habilidades así que ya no tendrá necesidad de seguir participando en el entrenamiento, espero y todos sigan su ejemplo y se esfuercen día tras día– dijo el vikingo pero Esben notaba tristeza en sus dos primos y quería hablar con ellos –hoy tampoco tendremos entrenamiento así que pueden irse, pueden irse– termino de decir el maestro y todos se fueron; Esben veía como Aren esta vez no acompañaba a Einar y decidió alcanzar a Einar –Einar lamento lo que te pasó...– dijo Esben pero la mirada de Einar se clavó en él solo para voltearse otra vez y seguir su camino, aún así insistió y lo volvió a alcanzar para tomar su hombro con la mano derecha y dijo –si buscas con quien hablar cuentas conmigo– y Einar quitó la mano de su primo con fuerza –alejate de mi, nadie te pidió nada– dijo Einar y se marchó, dejando sin palabras a Esben.
Esben llego a su casa y hablo con su padre sobre lo que pasó y Niels vio la oportunidad y habló con su hijo –te dije hijo, ellos son así, nos ven como seres inferiores, se creen superiores a nosotros, por eso nos tratan como menos a pesar de ser familia– dijo Niels buscando eso que su hijo no había sentido hacia sus primos ODIO –se jactan de ser mejores que nosotros, si te he llegado a golpear es porque quiero que te esfuerces y demuestres que ellos no son diferentes de nosotros, porque ellos nunca sentirán buenos sentimientos hacia nosotros solo con fuerza entienden- dijo Niels y la duda en el niño comenzaba a crecer, con el tiempo su padre siguió sembrando más y más el odio en su hijo hasta que llegó el Día De La Fuerza.