Cuántas veces te he oído gritar
queriendo callar por dentro
y cuántas veces lo he soportado
y me he despellejado
porque siempre he querido que en tu piel
esté mi piel.
Cuántas veces estuve secando tus lágrimas
y mojándome los dedos
hasta deshacérmelos
y cuántas veces
te he mirado a los ojos
y he visto mil pestañas reflejadas
pero no a mí.
Porque tú,
tú ya no me miras como antes
ni como antes me besas.
Y dependo,
dependo
de ti
porque hace tiempo
que no sé vivir
de otra manera.