Han pasado cinco meses desde que comencé a trabajar en la empresa Hale, desde aquel día todo cambió, Tyler ya no me ofrecía ir a almorzar o simplemente ni siquiera me hablaba, sin embargo yo iba cada vez más a la cafetería donde me llevó por primera vez, dónde conocí a Calvin, el chico del café como lo llamo yo.
- Hola Ash, ¿lo de siempre?- dice Calvin cuando me ve entrar.
- Por supuesto.- digo soltando una pequeña risita.
- En un momento estoy contigo.
Me siento en la misma mesa que todos los días, junto a la ventana mientras veo a la gente pasar, cuando Calvin tiene listo mi desayuno lo trae y se sienta conmigo un momento.
- Eh... Oye Ash...- Dice rascándose la nuca.-¿Que te parecería si vamos a cenar el sábado por la noche?- Veo como se está ruborizando.
- Sí, claro, como no.- En este tiempo él se ha convertido en un pilar muy importante para mí, siempre que me veía entrar con mala cara estaba ahí para alegrarme, así que no veo mal salir con él y cenar, disfrutar por una noche y olvidarme del trabajo.
- Pues si te parece bien, te recojo a las 20:30 el sábado en tu casa.- dice sonriendo aliviado.
- De acuerdo.- digo intentando enmascarar mi felicidad. Mientras tanto, tomo mi café y pienso en el trabajo, sobretodo en la cena del sábado. En ese momento vi entrar a Tyler y yo decidí que era mi momento de irme, me despedí de Calvin y me puse en marcha hacia el trabajo. Al llegar a la empresa saludé a Nessa y ocupé mi puesto, el día pasaba normal y cuando había algún descanso aprovechaba para mirar algún apartamento, he de admitir que en esta empresa se cobra muy bien y en estos cinco meses y lo que conseguí al vender el piso, tengo por fin dinero para poder pagar un alquiler, aún no he encontrado ninguno que me convezca, pero no pierdo la esperanza. Mi día no termina a la misma hora de siempre, Tyler mi dijo que tenía que quedarme más tiempo, así que al terminar el primer turno y salir a comer, me dispongo a seguir trabajando, después de un par de horas más finalmente termino, recojo mis cosas y cuando estoy a punto de irme Tyler me llama.
- Ashley, entra a mi despacho.- dice seco, ya me había acostumbrado a su nuevo tono de voz hacia mi, así que no me extrañaba, ni siquiera me molestaba, al menos ya no.
Entro a su despacho y me siento frente a él, pasamos un momento en silencio, así que decido ser yo quien habla.
- ¿Qué necesitas?
- ¿Por qué me evitas?- dice bruscamente.
- ¿Disculpa?- digo molesta, me parece increíble que me pregunte por qué le evito, cuando fue él quién dejó de hablarme de la noche a la mañana y cuando me hablaba era para tratarme como una basura.
- ¿Crees que no he visto cómo salías corriendo cuándo entré a la cafetería?- dice con una risa sarcástica.
- No era por ti.- En realidad si, pero no voy a darle explicaciones.
- ¿Ah, no?- dice cruzándose de brazos y poniendo cara de interés.- Entonces, cuéntame, si no te importa, claro.
- No, no me importa.- digo acomodándome en el asiento.- Quería ir a ver algún vestido para una cita. Pero al ver la hora, me he dado cuenta de que llegaba tarde, así que he ido más rápido al trabajo.
- ¿Una cita?- dice sorprendido.
- Sí, ¿qué tiene de raro?
- Nada. ¿Se puede saber con quién vas a tener la cita?- estoy cansada de preguntas, pero decido responder.
- Con Calvin, el chico de la cafetería, ¿puedo irme ya?- digo hastiada.
- Sí, vete.- vuelve a usar su tono seco y borde.
Recojo mis cosas de nuevo y antes de salir de su despacho decido añadir algo.- Una cosa más Tyler.- me mira esperando a que hable.- ¿Por qué cambiaste así?- digo apenada.
Él agacha la cabeza y suspira, vuelve a levantar la cabeza y me mira.- Tú misma lo dijiste, eres mi empleada y yo tu jefe.
- Así que es por lo que te dije.- vuelvo a sentarme.- ¿Por qué te molestó tanto?
- No sé, sinceramente, de alguna manera esperaba algo más.
- ¿De mí?
- De nosotros.
No sé qué responder, mi corazón se acelera y podría afirmar al cien por ciento que estoy nerviosa.
- Tyler, nos conocíamos de dos días en aquel momento.- Agacho mi cabeza, de cierta manera tengo miedo, tengo miedo de volver a algo como mi anterior relación, no quiero volver a eso, sé que no sobreviviría al menos psicológicamente.
- Lo sé, sé que nos conocíamos muy poco.- dice sentándose cerca de mí.- Pero me gustaría haberte conocido más, me gustaría que lo intentásemos de nuevo.- dice mientras pone su mano sobre la mía y apretándola levemente.
- ¿Dices todo esto por mi cita con Calvin?
- No, lo digo porque es lo que siento.- dice sonriendo.- Joder, admito que ha sonado muy estúpido.
- No, no, no te preocupes. A mi también me gustaría intentarlo de nuevo.- Mierda, ¿he dicho eso en voz alta? Por su expresión sí, lo he dicho.
-¿Quieres ir a cenar?
- ¿Ahora?- digo y él responde asintiendo.- De acuerdo.