En Nutritonia, una tarde adornaba los campos verdes y los huertos frutales. Las verduras, emocionadas, estaban organizando una fiesta de bienvenida para dar la bienvenida a las nuevas frutas que llegaban al reino. Había gran algarabía y entusiasmo en el ambiente mientras preparaban sorpresas y decoraciones coloridas.
Sin embargo, cuando las frutas, representadas por las manzanas y las naranjas, se enteraron de los planes de las verduras, reaccionaron de manera inesperada. En lugar de mostrar agradecimiento o entusiasmo, las frutas se volvieron arrogantes y presumidas.
—¿Una fiesta para nosotros? No es necesario. Todos saben que somos las favoritas del reino, las más deliciosas y las más populares —declaró una manzana con altivez, desestimando la idea de la fiesta sorpresa.
Las naranjas asintieron con aires de superioridad.
—Exactamente. No necesitamos la bienvenida de nadie. ¡Nosotros somos las más ricas y apreciadas! —proclamó una naranja, haciendo alarde de su sabor.
Las verduras se sintieron desanimadas por la respuesta de las frutas. Estaban confundidas y apenadas por la actitud poco amistosa de sus nuevos vecinos.
El pimentón, llevado por la tensión del momento, tomó una piedra pequeña del suelo y la arrojó hacia las frutas. En ese instante, una verdura amiga se apresuró a intervenir, advirtiéndole que detuviera su acción. ---—No somos como ellos, no te rebajes, pimentón', le expresó con firmeza. A pesar de todo, la situación se descontroló y varios alimentos, influenciados por la tensión, comenzaron a lanzarse diferentes objetos entre sí
La Reina Verdania, al enterarse de la tensión en el reino, decidió intervenir.
—Queridos amigos, en Nutritonia, la diversidad es nuestro mayor tesoro. Todos y cada uno de nosotros tenemos un valor especial y único. Las frutas, al igual que las verduras, son fundamentales para nuestra salud y bienestar, la agresion tampoco es la solución.
Las frutas, en un primer momento, parecían no prestar atención a las palabras de la Reina Verdania. Sin embargo, poco a poco, las palabras resonaron en sus corazones.
—Tal vez... podríamos haber reaccionado de manera diferente —admitió una manzana, reflexionando sobre las palabras de la Reina.
—Sí, quizás fuimos un poco arrogantes. No queríamos ofender a nadie —añadió tímidamente una naranja.
Las verduras, entendiendo que todos cometemos errores, ofrecieron comprensión, disculpas y amistad a las frutas.
—Nuestra intención era darles la bienvenida y mostrarles nuestra gratitud por ser parte de Nutritonia. Todos somos valiosos aquí —explicó el brócoli, extendiendo una rama en señal de amistad.
Las frutas, con un tono más humilde, aceptaron la oferta de las verduras.
—Lamentamos nuestra actitud. Estamos agradecidas por la cálida bienvenida y apreciamos ser parte de este reino tan especial —declaró una manzana con una sonrisa.
Las verduras, aliviadas por la reconciliación, invitaron a las frutas a unirse a la celebración, prometiendo mostrarles los valores y la unidad que hacían de Nutritonia un lugar único.
Juntos, verduras y frutas, comenzaron a decorar para la fiesta de bienvenida. La música alegre resonaba, los colores brillaban y, al final, todos se unieron en una danza que marcaba el comienzo de una nueva amistad en el reino de Nutritonia.
Editado: 06.03.2024